Aparece una ballena muerta en playa de California. Estaba cubierta de piojos

Hay mucho misterio en torno a las ballenas, pero entre los más extraños que se conocen, es que las ballenas tienen un problema con los piojos lo suficientemente grande como para luchar contra su enorme tamaño.

Este fenómeno quedó claramente ilustrado cuando una ballena jorobada muerta se halló en una playa de California, cubierta de piojos de color rosado y rojo.

Algunos “todavía se movían”, según el Centro de Ciencias Marinas Noyo.

“Hay que imaginar lo que debe ser tener la piel constantemente llena de horribles crustáceos”, escribieron científicos del centro en una publicación en Facebook del 1ro. de octubre.

“Así es cómo viven sus vidas las ballenas. Llenas de diminutos animalejos llamados piojos de ballenas. En realidad, son pequeños crustáceos que comen las algas que se adhieren a la piel de las ballenas”.

El centro compartió varias fotografías donde se pueden ver los parásitos que parecen ser una mezcla entre alacranes y garrapatas. Aparecen en racimos —como un sarpullido— dentro de “lesiones de la piel, los genitales, las fosas nasales, los ojos y otros orificios externos”.

Después que se acomodan en el lugar que quieren, los piojos de ballenas se alimentan del “tejido o las secreciones” de los enormes mamíferos, dijeron los expertos.

“Los piojos de ballenas pasan toda su vida en el cuerpo de las ballenas, y se trasladan de una ballena a otra mediante el tacto, nunca nadan ni flotan hasta encontrar su próxima anfitriona”, señaló el centro.

Hay 20 especies conocidas de piojos de ballenas, pero solo una, Cyamus boopis, se siente atraída a las ballenas jorobadas, observaron los expertos.

Investigadores del Centro Noyo reportaron el 12 de septiembre que una joven “ballena jorobada macho” se encontró en la costa cerca de Fort Bragg, en la Costa Mendocino, en California. Fort Bragg queda a unas 190 millas al noroeste de Sacramento.

Los investigadores no han dicho cómo murió la ballena, que medía 26.5 pies de largo.

El centro estudia los mamíferos marinos atrapados “bajo la autorización del Servicio Nacional de Pescas Marinas mediante un acuerdo con la Academia de Ciencias de California”.

Traducción de Jorge Posada