Apagones generan protestas en Cuba, pero las autoridades dicen que los cortes continuarán

A pesar de que cientos de personas fueron enviadas a prisión por manifestarse contra el gobierno el año pasado, los cubanos continúan saliendo a las calles a protestar, esta vez movidos por los apagones eléctricos que duran horas y que el gobierno dijo que no se detendrán pronto debido al estado decrépito del sistema eléctrico.

Vecinos de Jagüey Grande, en Matanzas, y de las localidades de Sagua la Grande y Caibarién, en la provincia de Villa Clara, protagonizaron manifestaciones públicas durante los apagones de la noche del jueves, según varios videos publicados en redes sociales. Golpearon cacerolas y corearon consignas como “Viva Cuba Libre” y “Patria y Vida”. Pero muchos tenían una petición: “Pongan la corriente, p---a”.

Al menos en un pueblo, la estrategia funcionó y el servicio de electricidad se restableció minutos después de que comenzara la protesta, dijo Vilma Albuerne, residente de Caibarién, quien transmitió en vivo un video de la manifestación. Ella dijo que los residentes se dispersaron rápidamente en la oscuridad después de que el gobierno envió a las fuerzas especiales para sofocar la protesta. Su video original fue eliminado de su cuenta de Facebook el viernes por la tarde.

El gobierno sabe que la situación es volátil, especialmente porque los cubanos enfrentan múltiples dificultades cotidianas para obtener alimentos, medicinas y bienes esenciales. Las altas temperaturas y una epidemia de dengue hacen que los largos apagones sean particularmente insoportables. La semana pasada hubo una protesta similar durante un apagón en Los Palacios, localidad de Pinar del Río.

“Mientras se mantengan los apagones y sigamos sintiendo las molestias, seguirán las insatisfacciones y será difícil cambiar los estados de opinión”, dijo en junio el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel.

Pero el lunes, el ministro de Energía y Minas, Liván Arronte Cruz, dijo tajantemente que los cortes continuarían ya que el sistema eléctrico está funcionando al 38% de su capacidad instalada.

El sistema está funcionando sin reserva y en horas pico la demanda supera la capacidad de generación, dijo en vivo por televisión.

Un incendio en la central termoeléctrica de Felton en Holguín a principios de este mes desvaneció las esperanzas de que el verano pudiera continuar sin más apagones. Los funcionarios dijeron que el fuego fue un accidente y como resultado, una de las unidades de generación de la estación estará fuera de servicio por más de un año.

El petróleo pesado de la isla satisface parte de la demanda de electricidad, pero el gobierno ha dependido del petróleo enviado por Venezuela, un aliado político cercano, para cubrir el resto.

Cuba recibió unos 66,400 barriles por dia de crudo, fuel oil, gasoil y gasolina de Venezuela en junio, según datos de PDVSA revisados por Reuters. Pero los propios problemas de producción de Venezuela han obligado a las autoridades cubanas a comprar petróleo en el mercado internacional para cubrir el déficit. El lunes, el mismo día en que el ministro de Energía advertía que los apagones no terminarían, un barco ruso que transportaba 700,000 barriles de fuel oil descargó en una terminal del puerto de Matanzas.

Si bien este envío podría aliviar algunas de las necesidades más inmediatas del país, el Ministro de Energía y otros funcionarios pintaron un panorama terrible del estado ruinoso del sistema eléctrico.

Las centrales tienen una antigüedad promedio de 37 años, por encima de los 25 años de servicio que es el estándar actual. El mantenimiento programado se ha retrasado en 16 unidades. Un sistema de respaldo que funciona con unidades generadoras que usan combustible fuel y diésel está operando al 30% y 44% de su capacidad, respectivamente, “por falta de recursos”, dijo el Ministro.

El sistema de respaldo fue parte de la “revolución energética” de Fidel Castro a mediados de la década de 2000. Pero el precio del combustible diésel se ha disparado, con un promedio de $5.52 por galón en Estados Unidos esta semana. Y el mantenimiento de estas unidades se ha retrasado desde 2017 debido a la falta de fondos, lo que ha dado como resultado que 339 unidades estén actualmente fuera de servicio porque requieren piezas nuevas, dijo Arles Luna Leiva, funcionario de la Unión Eléctrica de Cuba, la compañía eléctrica estatal.

Las líneas de transmisión eléctrica “se encuentran en estado crítico” por falta de mantenimiento y recursos, dijo el director de la empresa, Jorge Armando Cepero Hernández.

Los funcionarios no dieron soluciones inmediatas, citando la falta de fondos.

El gobierno no ha dicho qué pasó con un préstamo de unos $1,300 millones que concedió Rusia en 2015 para construir cuatro unidades de potencia de 200 megawatts en dos centrales termoeléctricas de la isla.

Mientras tanto, los cubanos parecen haber perdido la paciencia con las explicaciones oficiales.

“Ya esta bueno ya, todo el mundo pa’ la calle”, dijo una mujer que grababa una protesta en Jagüey Grande. “Que pongan la corriente. Lo que tienen es un abuso, y por eso mismo es que quitan el internet, para que el mundo no vea lo que están pasando los cubanos”.