Los amantes de los edificios históricos de la Florida pueden estar tranquilos. El proyecto de ley que los amenazaba fue retirado

Tras las advertencias que un proyecto de ley para poner fin al control local de la preservación histórica pudiera conducir a la demolición de edificios en comunidades emblemáticas como Miami Beach, el patrocinador de la medida en la Cámara abandonó la propuesta, pero prometió volver a presentarla el próximo año.

El representante Spencer Roach, republicano de North Fort Myers, dijo que presentó el HB 1317 “para defender los derechos de la propiedad privada, que están siendo atacados constantemente por los gobiernos locales”. La medida avanzó silenciosamente a través de las comisiones, recibiendo apoyo bipartidista, pero después que los conservacionistas hicieron sonar la alarma en todo el estado la semana pasada, Roach admitió que está muerta en este período de sesiones legislativas, que termina este viernes.

Los conservacionistas advirtieron que la medida permitiría a los propietarios y urbanizadores eludir las normas locales y dejar que los edificios históricos se deterioran en las comunidades costeras para poder demoler los edificios más antiguos y reurbanizar.

El proyecto de ley, y su compañero en el Senado, el SB 1346, prohibirían a los funcionarios locales bloquear la demolición de edificios designados inseguros si estuvieran dentro de la línea de control de la construcción costera —la línea que el estado usa para limitar la construcción para proteger las playas— o si no cumplieran con las normas federales que exigen materiales resistentes a las inundaciones y estructuras elevadas en las zonas vulnerables.

Como prácticamente ningún edificio histórico cumple esas normas, los conservacionistas advirtieron que los proyectos de ley supondrían “el fin de la conservación histórica en la costa de la Florida”.

Prácticamente sin límites para la demolición de edificios antiguos

Según los proyectos de ley, los propietarios tendrían permitido demoler cualquier edificio por cualquier motivo en las zonas designadas, con la excepción de unos cuantos incluidos en el Registro Nacional de Lugares Históricos, una designación honorífica que por sí misma no confiere ninguna protección.

Activistas dijeron que unas 84 jurisdicciones locales en todo el estado tienen programas de conservación histórica que se habrían visto afectados.

Después que los legisladores recibieron correos electrónicos y llamadas de electores preocupados, y la retroalimentación de otros legisladores, Roach y el patrocinador del Senado, el senador Bryan Ávila, republicano de Hialeah Gardens, retiraron el proyecto de ley.

“Nuestro objetivo es respetar la formulación de políticas locales, mientras se crean normas estatales que rijan lo que puede ser preservado, y permitan a los dueños de propiedades evaluar a los que no merecen la preservación según los códigos de elevación ante inundaciones de la FEMA para asegurar que pueden soportar futuras tormentas”, dijo Roach en una declaración al Herald/Times. Ávila no respondió a las solicitudes de comentarios.

Foto de archivo que muestra la creación de los murales de Enzo Gallo en Miami Beach. La obra se terminó en 1971 y se expuso en el antiguo edificio de American Savings and Loan, en la esquina de las calles Lincoln y Alton.
Foto de archivo que muestra la creación de los murales de Enzo Gallo en Miami Beach. La obra se terminó en 1971 y se expuso en el antiguo edificio de American Savings and Loan, en la esquina de las calles Lincoln y Alton.

Roach calificó las críticas al proyecto de ley de ”una narrativa deshonesta y poco sincera al afirmar que este proyecto de ley permitirá la construcción desenfrenada de rascacielos en la zona Art Deco de Miami Beach o en San Agustín”.

Dijo que el proyecto de ley “trata de equilibrar los derechos de los propietarios al tiempo que apoya la preservación de las estructuras icónicas de la Florida” y que “ha sido un proceso de colaboración desde el principio y ha cosechado el apoyo bipartidista en cada reunión de comisiones”.

Pero durante gran parte del debate, los proponentes de la medida también han descrito erróneamente la práctica actual.

Por ejemplo, Roach dijo que algunos gobiernos locales mantienen “a los propietarios como rehenes bajo el pretexto de la ‘preservación’, obligándolos a reconstruir las estructuras según un estándar obsoleto que las hace prohibitivamente inasegurables y garantiza que queden destruidas de nuevo en la próxima tormenta”.

Pero la FEMA tiene una política de fomento de la renovación y el reforzamiento de las estructuras históricas mediante exenciones que permiten a los urbanizadores construir añadidos modernos en hoteles y otros edificios históricos, mientras se refuerza al mismo tiempo su capacidad para resistir inundaciones.

El proyecto de ley murió en la Cámara de Representantes después que el Senado aprobó el viernes el proyecto de ley SB 1346 por 33 a 6, tras modificarlo para que quedaran exentos los edificios históricos de San Agustín y las comunidades con menos de 10,000 habitantes.

Roach dijo que espera seguir trabajando y planea reactivar una versión del proyecto de ley el próximo año.

“Seguiré escuchando las preocupaciones locales sobre el alcance y el espíritu de esta legislación y creo que hay una vía que protegerá las estructuras emblemáticas de la Florida, al tiempo que desalentará las normas locales arbitrarias que actúan como una expropiación de facto de la propiedad privada sin una compensación justa”, dijo.