Enviados iraníes y saudíes de alto rango se reúnen en China para hablar de lazos diplomáticos

Por Bernard Orr y Aziz El Yaakoubi

PEKÍN/RIAD, 6 abr (Reuters) -Los ministros de Asuntos Exteriores de Irán y Arabia Saudita se reunieron el jueves en Pekín para celebrar el primer encuentro oficial de sus principales diplomáticos en más de siete años, después de que China medió en un acuerdo para restablecer las relaciones entre las principales potencias regionales.

Tras años de hostilidad que alimentaron los conflictos en Oriente Medio, Irán y Arabia Saudita acordaron poner fin a sus desavenencias diplomáticas y reabrir misiones diplomáticas en un importante acuerdo facilitado por China el mes pasado.

En unas breves imágenes difundidas por la televisión estatal iraní, el príncipe Faisal bin Farhan Al Saud y su par iraní, Hossein Amirabdollahian, se saludaron antes de sentarse uno al lado del otro.

Arabia Saudita e Irán, las potencias musulmanas suníes y chiíes dominantes en el golfo Pérsico, respectivamente, dijeron en un comunicado conjunto que pondrían en marcha los preparativos para reabrir embajadas y consulados en el plazo de dos meses estipulado en el acuerdo.

"Los equipos técnicos continuarán la coordinación para examinar las formas de ampliar la cooperación, incluida la reanudación de los vuelos y las visitas bilaterales de delegaciones oficiales y del sector privado y facilitar la concesión de visados para los ciudadanos de los dos países", señalaron.

En un tuit, el iraní Amirabdollahian dijo que la reunión del jueves con su par saudí fue "positiva", y añadió que "el énfasis en la estabilidad y la seguridad sostenible" estaban entre los asuntos acordados y "en la agenda común".

En marzo, el presidente chino, Xi Jinping, ayudó a negociar el sorprendente acuerdo, en una muestra de la creciente influencia de Pekín en Oriente Medio. El papel de China en el avance sacudió la dinámica de una región plagada de conflictos en la que Estados Unidos ha sido durante décadas el principal mediador.

En una reunión con los enviados iraní y saudí, el ministro de Asuntos Exteriores chino, Qin Gang, declaró que Pekín apoya a los países de Oriente Medio para que mantengan su independencia estratégica, se deshagan de las "injerencias" externas y mantengan el futuro de la región en sus propias manos.

La distensión entre el reino suní y la teocracia revolucionaria chií podría contribuir a estabilizar Oriente Medio, donde ambos bandos han apoyado a fuerzas sectarias que están enfrentadas o abiertamente en guerra.

El papel de Pekín como mediador en el acercamiento fue considerado por algunos expertos como una señal de la pérdida de influencia de Estados Unidos en Arabia Saudita, en un contexto de las tensiones entre ambos aliados desde hace mucho tiempo por una serie de cuestiones, como los derechos humanos y los recortes en la producción de petróleo saudí.

(Información de Hatem Maher y Enas Alashray, Aziz El Yaakoubi en Riad, Parisa Hafezi en Dubái y Liz Lee en Pekín; escrito por Hatem Maher, Michael Georgy y Parisa Hafezi; editado en español por Benjamín Mejías Valencia y Juana Casas)