¿Alguien quiere una sangría valorada en 120.000 euros?
Estamos oficialmente a 10 días del final del verano, una estación que mejora aún más con el consumo de cantidades (responsables) de sangría. Ya sabe, esa deliciosa exportación española que, tradicionalmente, consiste en vino tinto, fruta troceada (manzanas o naranjas), azúcar y zumo de naranja.
Pues bien, este verano, un grupo de extravagantes con una lectura demasiado literal de 'Las uvas de la ira' de Steinbeck, se encargaron de darle un toque de color a esta bebida. Se han hecho virales con un vídeo de Instagram que ha recibido una condena generalizada.
En las imágenes, se ve a los juerguistas del restaurante La Guérite, en la isla de Sainte-Marguerite, frente a Cannes, vertiendo varias botellas de vino Petrus añejo en un cuenco para preparar una costosa sangría de 120.000 euros.
¿Con esta economía?
Petrus es un burdeos tinto y está considerado como uno de los mejores vinos del mundo. Se sirvió en la boda de la princesa Isabel y Philip Mountbatten en 1947, cuando la futura reina invitó a su enlace a Marie-Louise Loubat, propietaria de la bodega en aquella época.
Según la revista francesa 'La Revue du Vin de France', este hecho contribuyó a convertir a Petrus en un vino "mítico". A día de hoy, sólo se fabrican 30.000 botellas al año.
Los asistentes aplaudieron mientras mezclaban Petrus con fruta y cubitos de hielo. Al parecer, las dos añadas en cuestión eran la de 2006, con un precio de 3.800 euros, y la de 2011, que cuesta unos 3.200 euros.
Indignación entre usuarios... y profesionales
Desde que el diario francés 'Le Figaro' se hizo eco de la noticia, el vídeo ha provocado indignación. "Estupidez en estado puro", "Se puede ser rico pero no tener clase", "Dudo entre la estupidez y la vulgaridad", son algunos de los comentarios en internet. Y, como puede imaginarse, los entendidos en vino están alborotados.
Philippe Faure-Brac, un reputado sumiller, declaró a 'The Times' que era "como utilizar un Picasso o un Van Gogh para hacer fuego". Y añadió que "es un vino con vocación gastronómica por excelencia. ¿Por qué no degustarlo de una forma muy festiva? Pero ponerlo en una sangría no es su vocación".
Xavier Dinet, comerciante de vinos de Antibes, declaró al canal de noticias francés 'France 3' que se trataba de una "profunda falta de respeto, sobre todo hacia las personas que elaboraron el vino". "Hay viticultores que han trabajado duro todo el año para poder sacar esta botella, y mezclarla con naranjas y todo lo demás para hacer una sangría, es una verdadera vergüenza".
Una vergüenza para los 'grands crus', pero difícilmente ilegal. Este es otro caso de lo que ocurre cuando los ricos quieren crear expectación en internet y acaban confirmando el viejo dicho de que un tonto y su dinero se separan fácilmente.
¿Un homenaje a un clásico?
Giro argumental: también podría tratarse de un homenaje cinematográfico no tan sutil. Como señala 'Le Figaro', hay paralelismos entre el vídeo y la comedia 'Barbecue', de Éric Lavaine, de 2014, en la que se ve a un personaje cogiendo una rabieta cuando se da cuenta de que se utiliza una botella de Petrus durante un cóctel.
Quizá para su próximo vídeo, los fiesteros recreen aquella escena de Annie Hall arrojando copiosas cantidades de langostas vivas a una enorme olla hirviendo.
Dios, ¡les estamos dando ideas!
Mientras tanto, te recomendamos que prepares tu sangría con una buena botella de Côtes-du-Rhône para evitar que se desate el infierno.