Alexei Navalny, político opositor ruso y némesis de Putin

Flores colocadas junto a un retrato del líder opositor ruso Alexei Navalny , en San Petesburgo

Por Andrew Osborn

LONDRES, 16 feb (Reuters) - Alexei Navalny, cuya muerte fue comunicada el viernes por el servicio penitenciario, era el más feroz opositor en Rusia a Vladimir Putin, a quien acusaba de intentar matarlo y de tenerlo encarcelado por cargos falsos y privado de atención médica.

Navalny tenía 47 años.

El Kremlin rechazó las acusaciones y tachó a Navalny de marioneta occidental y delincuente común culpable de los cargos por los que fue condenado: fraude, desacato al tribunal y extremismo. La prisión donde cumplía condena dijo que estaba investigando su muerte.

Considerado prisionero político personal del Kremlin por muchos gobiernos occidentales, sus partidarios afirman que el carismático político de la oposición fue perseguido sistemáticamente por desafiar a Putin, líder supremo de Rusia durante más de dos décadas.

Navalny, un abogado a quien se le prohibió presentarse a las elecciones presidenciales de 2018, formuló detalladas denuncias de corrupción contra la élite rusa y acusó al presidente Putin y a sus aliados de ser autócratas que habían llevado a Rusia a una desastrosa guerra en Ucrania.

El Kremlin sugirió que Navalny era un títere de la CIA y un alborotador que pretendía derrocar a las autoridades y convertir a Moscú en un dócil Estado vasallo de Estados Unidos. Putin nunca lo mencionó por su nombre.

Navalny y sus seguidores -muchos de ellos menores de 30 años- fueron declarados extremistas tras celebrar ruidosas protestas antigubernamentales que fueron dispersadas por la fuerza y fomentar el voto táctico para intentar desbancar a los candidatos favorables al Kremlin.

En Occidente, muchos lo veían como un valiente y carismático político de la oposición dispuesto a arriesgarlo todo por un país que, según decía, creía que algún día podría llegar a ser libre y feliz.

En Rusia, su movimiento llegó a contar con unas 700.000 personas, pero los medios de comunicación estatales no lo tomaron en cuenta durante muchos años y la opinión pública estaba dividida.

Casado y con dos hijos, Navalny sobrevivió a lo que, según médicos occidentales, fue un intento de envenenamiento en 2020 a bordo de un avión en Siberia.

En aquel momento dijo de Putin: "Por mucho que pretenda ser un gran geopolítico, pasará a la historia como un envenenador". Putin negó que el Estado ruso hubiese intentado matarlo, y sostuvo que "el trabajo se habría terminado" si realmente hubiera querido eliminarlo.

Los aliados de Navalny dijeron que estaba planeando formular una plataforma política y crear un grupo de personas preparadas para gobernar cuando terminara la era Putin. Había instado a sus seguidores a acudir a mediodía a las urnas en las elecciones presidenciales rusas del próximo mes para expresar su oposición a Putin.

Fue agredido físicamente dentro de Rusia por activistas prokremlin en varias ocasiones y casi quedó ciego en una ocasión. Antes de ser encarcelado en 2021, afirmó que los servicios de inteligencia rusos les seguían a él y a su familia a todas partes.

RUSIA ES MI PAÍS

Hijo de un oficial del ejército, Alexei Anatolievich Navalny nació el 4 de junio de 1976 y creció principalmente en Obninsk, a unos 100 kilómetros al suroeste de Moscú.

Se licenció en Derecho y en Finanzas y pasó un tiempo en Estados Unidos con una beca en Yale. Los críticos prokremlin lo aprovecharon para sugerir que era un agente extranjero, una acusación que él y sus aliados rechazaron.

Cuando estallaron las protestas en Moscú tras una victoria electoral fraudulenta, según los críticos, del partido gobernante Rusia Unida en diciembre de 2011, Navalny saltó a la fama internacional por sus encendidos discursos y fue uno de los primeros detenidos.

En 2013 fue condenado a cinco años de cárcel por cargos de corrupción antes de ser puesto en libertad al día siguiente.

Ese mismo año se presentó a las elecciones a la alcaldía de Moscú, en las que perdió frente a un candidato apoyado por el Kremlin, pero obtuvo el 27% de los votos, un resultado que sus partidarios consideraron impresionante dada la nula cobertura de los medios de comunicación estatales.

Aficionado a llamar a Putin "el viejo en su búnker" durante la pandemia del COVID-19, promovió sofisticadas investigaciones en YouTube sobre lo que, según él, era una vasta corrupción oficial, una estrategia con la que esperaba erosionar con el tiempo el apoyo popular a Putin.

Su grupo utilizó drones para filmar las lujosas residencias de los funcionarios cuya riqueza estaban escrutando. Fue demandado en repetidas ocasiones. Un vídeo en el que se afirmaba que Putin es el principal propietario de un opulento palacio, algo que el presidente niega, ha sido visto más de 128 millones de veces.

Navalny regresó a Rusia en 2021 tras ser tratado en Alemania por su envenenamiento, sabiendo que se enfrentaba a una detención segura. "Rusia es mi país, Moscú es mi ciudad y la echo de menos", escribió.

En agosto de 2023, fue condenado a 19 años más de prisión, que se sumaron a los 11 años y medio que ya cumplía en un caso penal que, según él, estaba diseñado para acobardar al pueblo ruso y someterlo políticamente.

Los cargos estaban relacionados con su papel en su entonces desaparecido movimiento dentro de Rusia, al que las autoridades acusaban de intentar fomentar una revolución.

"Comprendo perfectamente que, como muchos presos políticos, cumplo cadena perpetua", dijo entonces. "Donde la cadena perpetua se mide por la duración de mi vida o por la duración de la vida de este régimen".

(Redacción de Andrew Osborn. Editado en español por Daniela Desantis)