Una alerta mostró la aproximación de 5 misiles nucleares de EEUU. Así fue como un hombre en la URSS quizá salvó al mundo en 1983

El 26 de septiembre de 1983, Stanislav Petrov estaba al mando durante la noche del búnker secreto Serpukhov-15, donde los militares soviéticos controlaban los sistemas de alerta temprana para un ataque nuclear.

Una alarma sonó, según informó The Washington Post en 1999. Los satélites informaron de la aproximación de un misil nuclear estadounidense. Luego otro. Y otro más. Cinco misiles en total.

El trabajo de Petrov consistía en alertar a sus superiores para un contraataque nuclear inmediato.

“Todo lo que tenía que hacer era tomar el teléfono”, dijo Petrov a BBC News en 2013. “Pero no podía moverme”.

Alerta temprana a distancia

Tanto Estados Unidos como la Unión Soviética mantuvieron redes de alerta temprana durante la Guerra Fría para tratar de detectar misiles nucleares a tiempo para lanzar sus propios contraataques.

Todo formaba parte de la doctrina de la destrucción mutuamente asegurada: disuadir al enemigo de atacar con la promesa de una aniquilación nuclear a cambio, según Brittanica.com.

Los sistemas de alerta temprana usaban —y aún usan— radares, satélites, computadoras y sofisticadas comunicaciones para intentar detectar y reaccionar ante posibles lanzamientos nucleares.

La línea de alerta temprana distante, por ejemplo, cubría el Ártico con instalaciones de radar sintonizadas para captar los misiles nucleares lanzados contra Estados Unidos sobre el Polo Norte, informó CBC News.

(El nombre también inspiró el título de una canción del álbum de Rush de 1984 “Grace Under Pressure”).

La red, ahora en gran medida obsoleta, ha sido sustituida por el Sistema de Alerta del Norte.

Pero a pesar de toda la alta tecnología implicada, los sistemas no eran infalibles.

El aullido de la sirena

En el otoño de 1983, las tensiones entre Estados Unidos y la Unión Soviética eran elevadas. En septiembre, un avión de combate de la URSS derribó el vuelo 007 de Korean Airlines tras penetrar el espacio aéreo soviético.

Los 269 pasajeros y la tripulación murieron, incluidos 63 estadounidenses, entre ellos el representante demócrata Larry McDonald, informó Associated Press.

Junto con la crisis de los misiles en Cuba en 1962, puede haber sido uno de los períodos más aterradores de la Guerra Fría, informó CNN.

Y ahora Petrov tenía una advertencia de un ataque nuclear estadounidense entrante en su monitor.

Pero no podía entender la alerta. ¿Por qué Estados Unidos iniciaría una guerra nuclear con solo cinco misiles? Sería un suicidio.

La sirena aulló, pero yo me quedé sentado durante unos segundos, mirando la gran pantalla roja retroiluminada con la palabra “lanzamiento”“, dijo Petrov a BBC News.

Errores nucleares

El 5 de octubre de 1960, un equipo de radar en Thule, Groenlandia, informó de la aproximación de un ataque nuclear soviético a gran escala, informó la Unión de Científicos Preocupados en 2015.

Excepto que un ataque nuclear a Estados Unidos no tenía mucho sentido con el líder soviético Nikita Khrushchev en Nueva York para una visita a Naciones Unidas.

El “ataque” resultó ser la salida de la luna, que creó reflejos de radar confundidos con un cielo lleno de misiles, dijo la unión. Y no fue ni mucho menos el último error de este tipo.

Durante la crisis de los misiles en Cuba en 1962, un submarino soviético obligado a sumergirse por los buques estadounidenses que bloqueaban la isla estuvo a punto de lanzar un torpedo nuclear después que el capitán se convenció que había estallado la guerra, informó la PBS.

Pero otro oficial, uno de los tres de a bordo que debían estar de acuerdo, se negó a autorizar el lanzamiento, que casi con toda seguridad habría destruido un portaaviones estadounidense.

Y en 1979, errores informáticos en varios cuarteles militares estadounidenses advirtieron que 2,200 misiles balísticos soviéticos se aproximaban y que iban a atacar en cuestión de minutos, informó el Archivo de Seguridad Nacional.

Estados Unidos preparó sus bombarderos nucleares para el lanzamiento antes que los informes de radar y satélite confirmaran que el supuesto ataque era una falsa alarma. Otros fallos provocaron otros tres en las semanas siguientes.

‘En una sartén caliente’

Ahora, al otro lado del mundo, Petrov se enfrentaba a un dilema similar.

“Me sentí como si estuviera sentado en una sartén caliente”, dijo Petrov a BBC News. Estaba seguro de que si notificaba a sus superiores la llegada de un ataque “nadie habría dicho una palabra en contra”.

Mientras Petrov intentaba hacer malabares con los teléfonos, los intercomunicadores y los parpadeantes mapas y consolas electrónicas, otro oficial le gritaba que mantuviera la calma y que hiciera su trabajo, según declaró a The Washington Post.

Y entonces el teniente coronel de 44 años tomó su decisión. No notificaría a sus superiores lo que le parecía un reporte falso.

“Tuve una extraña sensación en mis entrañas”, dijo Petrov a The Washington Post. “Cuando la gente empieza una guerra, no lo hace con solo cinco misiles”.

Aun así, no fue hasta después de que los supuestos misiles hubieran impactado, unos 23 minutos después, que Petrov pudo relajarse.

Más errores nucleares

En noviembre de 1983, apenas unos meses más tarde, la OTAN lanzó la Operación Able Archer, un enorme ejercicio de entrenamiento en Europa que incluía la simulación de los preparativos de ataques nucleares para detener una invasión soviética, informó la revista Smithsonian.

Pero los líderes soviéticos temían que el ejercicio fuera en realidad una treta para un ataque nuclear real de Estados Unidos. Los aviones con capacidad nuclear estaban cargados de combustible y armados, listos para despegar, en las pistas soviéticas.

Las fuerzas soviéticas se retiraron después de que el ejercicio terminara sin incidentes, dijo la revista Smithsonian.

La OTAN no se enteró de lo cerca que estuvo Able Archer de desencadenar una guerra nuclear total durante años.

Incluso después de la desaparición de la URSS, Rusia se puso en alerta máxima en 1995 cuando el radar detectó el lanzamiento de lo que resultó ser un cohete noruego que estudiaba la aurora boreal, dijo el programa de TV Frontline.

La lluvia radiactiva

Petrov, quien se retiró de las fuerzas militares a un suburbio en las afueras de Moscú, donde murió en 2017, nunca recibió mucha atención por su papel en evitar una posible guerra nuclear, dijo la National Public Radio.

Dentro de las fuerzas armadas soviéticas, primero fue elogiado por sus acciones y luego interrogado repetidamente, informó The Washington Post.

Finalmente recibió una reprimenda oficial, no por no informar de la alerta, sino por errores en el libro de registro, informó BBC News.

Más tarde, una investigación determinó que la falsa alarma se debió a que un satélite “captó el reflejo del sol en la cima de las nubes y lo confundió con el lanzamiento de un misil”, informó The Washington Post.

Treinta años después, Petrov declaró a BBC News que seguía convencido de que cualquiera de sus compañeros habría informado de la falsa alarma como un ataque estadounidense si hubiera estado de servicio.

Sin embargo, Petrov dijo que no se consideraba un héroe.

“Ese era mi trabajo”, dijo Petrov a BBC News. “Pero tuvieron suerte de que fuera yo quien estuviera de turno esa noche”.