Alemania: activistas medioambientales vandalizaron árboles de Navidad en siete ciudades

Activistas alemanes pintaron de naranja varios árboles de Navidad
Activistas alemanes pintaron de naranja varios árboles de Navidad - Créditos: @Twitter

El grupo de activistas alemán conocido por vandalizar obras de arte en Europa encabezó una nueva acción para alerta por el cambio climático. La organización Letzte Generation (”La última generación”), que actúa principalmente en Alemania, Austria e Italia, destruyó árboles de navidad con pintura naranja en shoppings, y luego anunció en sus redes sociales que hizo esto con árboles en las ciudades de Berlín, Oldemburgo, Kiel, Leipzig, Rostock, Nuremberg y Munich.

“En medio de las luces intermitentes, las joyas brillantes y el ambiente festivo, es fácil olvidar: estamos corriendo a toda velocidad hacia la catástrofe y nuestros gobiernos están fallando estrepitosamente a la hora de apretar el freno de emergencia en Dubai”, expresó uno de sus integrantes en un video publicado en la cuenta de X del grupo, en referencia a la concurrente Conferencia de las Partes (COP28) en la cumbre del clima en el emirato árabe, en la que las potencias mundiales aún no han llegado a un acuerdo para la limitación del uso de combustibles fósiles.

El llamado a la acción por parte del grupo también se extendió a una convocatoria masiva en la capital alemana, programada para el próximo 3 de febrero: “Hagamos juntos todo lo posible de forma pacífica para evitar que el mundo sea 3 grados más caliente. No podemos confiar en que los gobiernos y las corporaciones hagan esto. Nosotros mismos estamos llamados a actuar y a participar en la desobediencia civil”.

Letzte Generation se formó en 2021, y su nombre se basa en la idea de que la generación actual es la última que puede prevenir el colapso total del planeta Tierra. Al igual que el grupo británico Just Stop Oil, su modus operandi también se basa en cometer actos de vandalismo y de desobediencia civil para concientizar sobre la crisis ambiental, tales como el bloqueo de calles y la vía pública y la vandalización de obras de arte de Claude Monet y Vincent van Gogh, entre otros pintores.

Activistas alemanes pintaron de naranja varios árboles de Navidad
Activistas alemanes pintaron de naranja varios árboles de Navidad - Créditos: @Twitter

En septiembre pasado, los mismos activistas habían arrojado pintura naranja y amarilla sobre las columnas de la emblemática Puerta de Brandenburgo de Berlín para impulsar sus demandas de detener el uso de combustibles fósiles para 2030, e instar al gobierno alemán a unirse a la lucha contra el cambio climático. El parte de las fuerzas policiales precisó que agentes notaron que se estaba operando un elevador hidráulico en la puerta e impidieron que los manifestantes escalaran el edificio emblemático. Se detuvieron a 14 manifestantes en el lugar y se inició una investigación por daños a la propiedad.

El alcalde de Berlín, Kai Wegner, condenó su accionar y dijo que sus tácticas van más allá de las formas legítimas de protesta. “Este grupo no solo está dañando la histórica Puerta de Brandeburgo, sino también nuestro libre discurso sobre los temas importantes de nuestro tiempo y futuro”, alegó en declaraciones a la agencia DPA. En octubre del año pasado, Last Generation también fue noticia cuando sus integrantes se pegaron a un esqueleto de dinosaurio en el Museo de Historia Natural de Berlín.

Activistas del grupo Last Generation vandalizaron la Puerta de Brandenburgo con pintura
Activistas del grupo Last Generation vandalizaron la Puerta de Brandenburgo con pintura - Créditos: @Paul Zinken

Una de sus acciones más notorias en Italia fue cuando, en mayo de este año, pintaron el agua de la icónica Fontana di Trevi en Roma de negro, lo que ocasionó gritos y sorpresa entre los visitantes. La idea era marcar que las inundaciones que tuvieron lugar ese mes y mataron a 14 personas en el noreste del país son “una advertencia” para tomar acciones concretas. “Nuestro país se está muriendo”, afirmaron los jóvenes, que incluso extendieron una pancarta que decía: “No pagamos por los combustibles fósiles”.