Alcalde Francis Suárez asistió al Gran Premio de Fórmula 1 de Miami con su empresa de capital privado

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Por tercer año consecutivo, el alcalde de Miami, Francis Suárez, socializó en la escena VIP del Gran Premio de Miami de Fórmula 1 y en el circuito de fiestas de los famosos, charlando con multimillonarios y codeándose con personas que tienen negocios en Miami o con el alcalde.

A lo largo del fin de semana, Suárez cenó en una fiesta privada en Surfside con el fundador de Amazon, Jeff Bezos, y un socio del despacho de abogados que ha pagado a Suárez más de un $1 millón en los últimos años, lució el sello de la ciudad en el pecho en un almuerzo solo para invitados con atletas estrella y luego cambió de vestimenta para ver la carrera durante dos días desde una sala VIP con su recaudador de fondos políticos y socios de DaGrosa Capital Partners, donde el alcalde dice que recibe un salario de $360,000 y una parte de las utilidades de la empresa.

Siguiendo la práctica habitual, la oficina del alcalde se negó a responder a preguntas sobre quién invitó a Suárez a cada acto o si asistió a alguno en su calidad de alcalde, diciendo en su lugar que Suárez “revelará toda la información requerida sobre su agenda cuando y si se le requiere”. La oficina del alcalde aún no ha facilitado el calendario de Suárez en respuesta a una solicitud de información pública.

La poca información disponible sugiere que Suárez pasó el fin de semana alternando entre sus funciones de alcalde y empresario, desdibujando lo que se supone que son líneas claras entre su cargo público y sus negocios privados según las normas éticas de la Florida.

“Me parece que el alcalde está un poco confundido sobre qué sombrero lleva cuando asiste a eventos como este”, dijo Michael Barfield, director de acceso público del Florida Center for Government Accountability. Barfield dijo que el alcalde debería declinar las invitaciones a eventos en los que podría ser difícil para el público determinar si está actuando en su capacidad oficial o como empresario privado, para no confundir accidentalmente ambos papeles.

El desinterés del alcalde por comentar adónde fue o qué hizo durante el fin de semana ha dejado a sus socios comerciales la tarea de rellenar algunos huecos.

Antonio Primo, socio principal de DaGrosa Capital, dijo al Miami Herald que Suárez asistió a las carreras de la Fórmula 1 este año “en su calidad de socio de nuestra firma”. DaGrosa Capital pagó el precio de venta al público por los pases de Suárez para el Paddock Club del sábado y el domingo, dijo Primo cuando un reportero se comunicó con él el lunes por teléfono.

Suárez dirige las iniciativas de adquisición de DaGrosa y dirige la plataforma de inversión nacional e internacional, según el portal digital de la empresa. El Paddock Club de Fórmula 1, donde los pases básicos de tres días se vendieron este año por $13,999, dio a Suárez acceso a un quién es quién de empresarios globales, celebridades y docenas de inversionistas potenciales.

Las fotos publicadas en Instagram muestran que Suárez pasó su tiempo en la pista con un grupo que incluía a Primo; Antonio Camarotti, presidente ejecutivo y editor de Forbes Brasil; Ricardo Lanfranchi, ejecutivo de la división estadounidense de una empresa brasileña de tecnología, C&M Software, y Brian Goldmeier, asesor de recaudación de fondos de la campaña del alcalde desde hace mucho tiempo.

Primo no recordó el precio de la entrada y dijo que no sabía si Suárez había asistido a alguna fiesta o cena posterior en nombre de la empresa. Terminó la llamada rápidamente sin responder a más preguntas.

Fotos publicadas en Instagram muestran al alcalde de Miami, Francis Suárez (segundo a la izquierda), y al recaudador de fondos de su campaña, Brian Goldmeier (centro), pasando el rato en el Paddock Club de Fórmula 1 con Antonio Primo, socio principal de DaGrosa Capital, y Antonio Camarotti, presidente ejecutivo y editor de Forbes Brasil. Instagram
Fotos publicadas en Instagram muestran al alcalde de Miami, Francis Suárez (segundo a la izquierda), y al recaudador de fondos de su campaña, Brian Goldmeier (centro), pasando el rato en el Paddock Club de Fórmula 1 con Antonio Primo, socio principal de DaGrosa Capital, y Antonio Camarotti, presidente ejecutivo y editor de Forbes Brasil. Instagram

Las leyes de ética prohíben a Suárez —quien como alcalde ha promovido la carrera durante años— usar el poder que le otorga su cargo público para influir en sus negocios privados. La portavoz del alcalde declinó responder a preguntas sobre si pasó algún tiempo durante el fin de semana reclutando inversionistas o clientes.

Aunque a los funcionarios públicos se les permite tener empleos privados, la ley de la Florida exige que haya un cortafuegos entre ambos, según Caroline Klancke, directora ejecutiva del Florida Ethics Institute. Determinar si Suárez ha abusado alguna vez de su cargo público mientras trabajaba para DaGrosa Capital se reduciría a los detalles de cómo se presentó ante posibles socios comerciales y si su cargo público se mencionó como parte de un acuerdo, dijo.

“Cuanto más use una persona su nombre oficial y exprese su capacidad de usarlo para una entidad privada, más evidencia hay de un posible uso indebido de su cargo público”, dijo Klancke, quien fue asesora legal y subdirectora ejecutiva de la comisión de ética de la Florida hasta 2022. Dijo que Suárez también debe “ser consciente sobre el conflicto potencial que surge de entrar en nuevos contratos con empresas que están haciendo negocios con o están regulados por la ciudad”.

En marzo, registros de propiedad muestran que DCP Development Partners, una empresa propiedad de DaGrosa Capital, se asoció con el Kolter Group para comprar dos lotes cerca del Design District de la ciudad. En un comunicado, un portavoz de DCP dijo que la empresa y el Kolter Group planean desarrollar un proyecto que pretende “mejorar el paisaje dinámico de la zona y contribuir positivamente a su crecimiento”.

La empresa aclaró que Suárez “no está asociado con la entidad, DCP Development Partners”, pero no respondió a la pregunta del Herald sobre la relación del alcalde con el proyecto de urbanización previsto como socio senior de DaGrosa Capital, la empresa de capital privado.

“En DCP Development Partners, estamos comprometidos a mantener los más altos estándares de ética y cumplimiento de todas las normas empresariales y legales”, dijo el portavoz de DCP. “Nuestras adquisiciones y negocios se llevan a cabo con transparencia, cumpliendo todas las directrices para garantizar la integridad y la confianza en todos los niveles de la operación”.

Preguntas abiertas

Tras el Gran Premio del año pasado, la entonces directora de comunicación del alcalde, Soledad Cedro, dijo que Suárez asistía a eventos deportivos de alto nivel “para promover nuestra ciudad y atraer nuevos empleos y oportunidades para nuestros habitantes”.

Suárez, un habitual del circuito de la F1, ha revelado poco voluntariamente sobre sus salidas de fiesta desde que se inició la carrera hace tres años.

Este año, Suárez asistió al exclusivo Boardroom x Coinbase Miami Brunch, un evento copatrocinado por el presidente ejecutivo de Boardroom, Rich Kleiman, y el fundador de Groot Hospitality, David Grutman, propietario de varios de los restaurantes más de moda de Miami.

El alcalde también fue visto en un exclusivo evento de lanzamiento de la Fórmula 1 organizado en Surfside por Sports Illustrated el pasado jueves por la noche, donde cenó con Bezos y la ex estrella de la NFL Tom Brady. La cita, reportada primero por Page Six, incluyó al presidente ejecutivo de Authentic, Jamie Salter, y Alex Spiro, abogado de celebridades y socio de Quinn Emanuel Urquhart & Sullivan, el despacho internacional de abogados donde Suárez trabaja como abogado a tiempo parcial.

“Siempre es agradable ver al alcalde, pero no vino con nosotros y no era mi invitado”, dijo Spiro en una declaración al Herald.

Si Suárez fue invitado a los eventos por alguien fuera de su familia inmediata que no sea su empleador privado, dijo Klancke, las leyes éticas de la Florida le obligan a revelar el nombre de la persona que lo invitó en su informe trimestral de regalos si el precio por persona de la comida, entretenimiento y otros servicios suman más de $100. Las leyes sobre regalos de la Florida también prohíben a Suárez aceptar una invitación a uno de estos eventos de una persona o empresa involucrada en cabildeo o que haga negocios con la ciudad en la que él es alcalde.

La alcaldesa del Condado, Daniella Levine Cava, también asistió a eventos de la Fórmula 1 este año. Su asistencia fue revelada en fotos publicadas en internet por el Arsht Center, que actualmente busca la aprobación del condado para nuevas vallas publicitarias digitales gigantes en el campus propiedad del condado. Las fotos muestran a Levine Cava posando con Adrienne Arsht, empresaria y principal benefactora del centro.

“La alcaldesa Levine Cava asistió al GP de Miami de Fórmula 1 en su calidad oficial de alcaldesa del Condado Miami-Dade”, dijo la portavoz del condado Jennie López en respuesta a las preguntas del Herald. López dijo que Levine Cava presentó una proclamación al socio del Gran Premio Stephen Ross y “salió a la pista para representar a Miami-Dade en el himno nacional y la presentación de la bandera”, pero no se quedó para la carrera.

El año pasado, la asistencia de Suárez a eventos de Fórmula 1 se convirtió en objeto de una investigación ética después de que el Herald informara que el multimillonario Ken Griffin había invitado a Suárez y a su esposa a ver las carreras desde el Paddock Club y a asistir a una exclusiva fiesta posterior con una entrada de $3,000. Suárez acabó devolviendo a Griffin $14,000 para cumplir las leyes éticas que prohibían al alcalde aceptar las entradas como regalo porque la empresa de Griffin estaba cabildeando ante la ciudad en ese momento.

El cheque que Suárez extendió a Griffin estaba fechado el mismo día en que reporteros les escribieron sobre un artículo previsto en el que se hablaba de los pases como posible infracción de las leyes estatales sobre regalos.

La comisión de ética desestimó el caso sin exigir a Suárez que presentara una contabilidad completa de cada invitación exclusiva y entrada cara que recibió el año pasado, que le habrían costado más de $30,000 en el transcurso del fin de semana del Gran Premio. El alcalde nunca ha dicho si él o alguien más pagó por sus pases VIP junto a la pista en 2022, el año inaugural de la carrera.

Douglas Hanks, redactor del Miami Herald, contribuyó a este artículo.