El alcalde Brandon Johnson advierte de que la ciudad no podría acoger a más inmigrantes sin ayuda federal

El alcalde de Chicago, Brandon Johnson, se unió el miércoles al gobernador J.B. Pritzker para reiterar un llamamiento al gobierno federal para que agilice los permisos de trabajo para los solicitantes de asilo en Chicago, añadiendo urgencia a su mensaje al subrayar que la ciudad sería incapaz de soportar las continuas adiciones a una población migrante que ya asciende a más de 13,000 si no se hacen cambios.

“Permítanme decirlo claramente: La ciudad de Chicago no puede seguir acogiendo a los recién llegados con seguridad y capacidad sin un apoyo significativo y cambios en la política de inmigración”, dijo Johnson durante una conferencia de prensa en la sede de la Asociación de Restaurantes de Illinois en el centro de la ciudad. “Este cambio sería una medida de sentido común que proporcionaría mayores oportunidades a los (recién) llegados, inmigrantes, para construir sus vidas aquí en el estado de Illinois”.

Era la primera vez desde que asumió el cargo en mayo que Johnson hacía sonar la alarma sobre la posibilidad de que la ciudad llegara al final de su recorrido para apoyar a los solicitantes de asilo si el gobierno federal no actuaba pronto.

En vísperas del aniversario de la llegada de los primeros inmigrantes a Chicago en autobús desde Texas, Pritzker y Johnson estuvieron acompañados por el senador estadounidense Dick Durbin y otros miembros demócratas de la delegación del Congreso estatal en un acto organizado por American Business Immigration Coalition Action para impulsar cambios en la política federal que permitan a los recién llegados incorporarse más rápidamente al mercado laboral.

“Desde que llegó el primer autobús hace un año, cada vez está más claro que acoger a los recién llegados no es una crisis a corto plazo, sino una dinámica a largo plazo”, dijo Johnson. “Hablando de largo plazo, defendamos y promulguemos soluciones que garanticen el éxito a largo plazo”.

Funcionarios demócratas y líderes empresariales pidieron a la administración del Presidente Joe Biden que permita a los estados patrocinar permisos de trabajo tanto para los inmigrantes recién llegados como para los que entraron en el país sin permiso legal para trabajar en industrias que sufren escasez de mano de obra, como los sectores de la hostelería, la industria manufacturera, la construcción y la sanidad.

Haciéndose eco de una carta que Johnson y Pritzker enviaron el lunes al Secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, los funcionarios pidieron a la administración Biden que utilice una designación de “beneficio público significativo” para acelerar el proceso de autorización a los inmigrantes para trabajar y depender menos de la ayuda del gobierno.

La carta decía que Illinois y Chicago habían gastado y comprometido 250 millones de dólares para ayudar a los más de 13,000 solicitantes de asilo que han llegado a Chicago desde la frontera entre Estados Unidos y México en el último año. Según los expertos que hablaron con el Tribune en julio, el proceso para que esos inmigrantes soliciten autorización de trabajo puede durar desde varios meses hasta bastante más de un año.

El Departamento de Seguridad Nacional no respondió el miércoles a una petición de comentarios sobre la carta, aunque Johnson dijo a los periodistas que él y Mayorkas habían tenido “una buena conversación” y que tenían previsto volver a hablar el jueves.

Los recién llegados “no tienen una vía legal inmediata para trabajar”, dijo Pritzker.

“Si después de tantos meses los solicitantes de asilo siguen sin recibir permiso del gobierno federal para mantenerse con una plétora de empleos disponibles, pues, francamente, esto pasa de ser una misión humanitaria a corto plazo a una crisis a largo plazo”, dijo el gobernador.

Pritzker, un partidario clave de la campaña de reelección de Biden que presionó con éxito para que su partido trajera la Convención Nacional Demócrata a Chicago el próximo año, ha estado hablando de la necesidad de una autorización de trabajo más rápida durante meses y ha dicho anteriormente que lo ha discutido directamente con la administración, todo sin ninguna señal visible de progreso.

El gobernador, que más tarde el miércoles saludó a la primera dama Jill Biden en el Aeropuerto Internacional O’Hare, no llegó a criticar al presidente por la falta de acción, sino que se dirigió al ex presidente Donald Trump.

“Queremos llegar a una solución”, dijo Pritzker. “También el presidente, por cierto. Pide una reforma integral de la inmigración. Cree que debemos encontrar una manera de gestionar el desafío en la frontera, que comenzó con el anterior presidente, debo añadir... que lo está exacerbando, él y su partido, con la retórica que están lanzando”.

Otros asistentes al acto del miércoles, sin embargo, trataron de enmarcar la cuestión en términos más bipartidistas. Rebecca Shi, directora ejecutiva de la coalición empresarial, señaló que gobernadores republicanos como Eric Holcomb, de Indiana, Spencer Cox, de Utah, y Kevin Stitt, de Oklahoma, han expresado su apoyo a una vía expedita al trabajo para los inmigrantes.

“No es sólo una cuestión demócrata. Es una cuestión estadounidense”, afirmó Shi.

Sin embargo, los comentarios de Johnson sobre la necesidad de más ayuda federal pusieron de manifiesto la urgencia de la situación desde la perspectiva del Ayuntamiento. La ciudad se ha esforzado por proporcionar refugio a los recién llegados, y actualmente está considerando gastar 1.5 millones de dólares en la compra de un terreno de 10 acres en el Northwest Side para transformar unas instalaciones vacías de entrenamiento de las reservas del Cuerpo de Marines en viviendas para inmigrantes.

En julio, el alcalde de Nueva York, Eric Adams, advirtió a los inmigrantes que “no hay garantías” de que reciban ayuda, pero en aquel momento se encontraba solo entre los alcaldes de las grandes ciudades.

Johnson, en una rueda de prensa a principios de este mes, reaccionó a los comentarios reafirmando el compromiso de Chicago de acoger a todos y señalando que “el gobierno sigue funcionando. Seguimos prestando apoyo y servicios”.

“No puedo hablar por la decisión de (Adams), pero ciertamente he utilizado sus experiencias, así como las de la alcaldesa de (Los Ángeles) (Karen) Bass y el alcalde de (Houston) (Sylvester) Turner, como una forma de reflexionar sobre esa misma cuestión”, dijo Johnson cuando se le preguntó si Chicago en algún momento desalentaría activamente la llegada de inmigrantes. “Y esto es a lo que me comprometo: honrar la ley de ser una ciudad santuario, en la construcción de sistemas de atención que proporcionen un camino con dignidad para las personas que buscan refugio y esperanza aquí en la ciudad de Chicago”.

-Traducción por José Luis Sánchez Pando/TCA