Alberto Fernández llamó a Francisco para agradecerle las gestiones que ayudaron al acuerdo por la deuda

Francisco recibió a Alberto Fernández el 31 de enero pasado, junto a Fabiola Yáñez, y una semana después habló del problema de la deuda con economistas y referentes de organismos internacionales

Tras el acuerdo con los acreedores internacionales, el presidente Alberto Fernández llamó por teléfono al papa Francisco para agradecerle las gestiones y actitudes que tuvo en favor de un acercamiento de las organizaciones internacionales de crédito con la Argentina.

"Lo llamó para agradecerle. Fue el día después del cierre con los bonistas", confiaron a LA NACION fuentes de la Casa Rosada, al dejar trascender que el llamado se habría registrado el martes.

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Según pudo saber este diario, la iniciativa habría partido del secretario de Culto, Guillermo Oliveri, quien le recordó al Presidente los pronunciamientos que había hecho Francisco sobre el tema de la deuda y la situación de los países pobres.

En febrero pasado, pocos días después de recibir a Fernández en su primera visita al Vaticano como presidente, el Papa reunió en un seminario de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales al ministro de Economía argentino, Martín Guzmán, y a la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, y en su mensaje dio unespaldarazo a las gestiones de la Argentina para encarar las negociaciones por la deuda.

En el discurso pronunciado en el aula magna de la Casina Pío IV, Francisco dijo que "no se puede pretender que las deudas contraídas sean pagadas con sacrificios insoportables". Y llamó expresamente a "encontrar modalidades de reducción, dilación o extinción de la deuda, compatibles con el derecho fundamental de los pueblos a la subsistencia y al progreso".

En ese encuentro participaron el economista Joseph Stiglitz, galardonado con el premio Nobel en 2001 y fuerte crítico de la globalización y el libre mercado, además de Jeffrey Sachs, el secretario de Asuntos Estratégicos del gobierno argentino, Gustavo Beliz; el presidente del Banco Central de la República Argentina, Miguel Pesce, y el titular de la academia pontificia, el arzobispo Marcelo Sánchez Sorondo, entre otros.

Trascendió que el pontífice había facilitado gestiones para que el ministro Guzmán tuviera una reunión a solas con Georgieva, aprovechando que ambos se encontraban en Roma. Y también mantuvo un diálogo cordial con la canciller alemana Ángela Merkel, cuya figura ejerce influencia en el FMI. Todas esas gestiones habría tenido presente el presidente argentino en el llamado de agradecimiento al Papa.

La semana anterior al seminario en el Vaticano, Francisco había recibido -el viernes 31 de enero- al presidente Fernández y su pareja, Fabiola Yáñez, en el segundo piso del Palacio Apostólico, en una audiencia que se prolongó durante 44 minutos y en la que el tema de la deuda estuvo presente.

"El Papa va a hacer lo que pueda hacer para ayudarnos [por el tema de la deuda]. El Papa es un argentino preocupado por su patria y por su gente", dijo el presidente Fernández a los periodistas, ese día en Roma.

Un año antes, incluso, Francisco había recibido en el Vaticano a Stiglitz y Guzmán, que se acercaron para colaborar con un programa de la Fundación Scholas Occurrentes, que dirigen los argentinos Enrique Palmeyro y José María del Corral.

Con la colaboración de Maia Jastreblansky