Alberto Fernández compartió un mensaje para dar detalles sobre su encuentro con Cristina Kirchner

Alberto Fernández y Cristina Kirchner, cuando asumieron frente al Ejecutivo
Alberto Fernández y Cristina Kirchner, cuando asumieron frente al Ejecutivo - Créditos: @Silvana Colombo

Tras un mes sin verse y con las fricciones de la coalición gobernante expuestas otra vez ante la salida de Martín Guzmán del Ministerio de Economía y el ingreso de Silvina Batakis, el presidente Alberto Fernández y su vice, Cristina Kirchner, se reunieron en Olivos para una cena cara a cara el lunes por la noche, después de una conversación telefónica dilatada el domingo, en la que se definió la transición en el Palacio de Hacienda. Ahora, en una búsqueda de mostrar unidad en medio de las tensiones, el jefe de Estado dio una señal en ese sentido con una publicación en su cuenta de Twitter.

A mitad de la mañana, Fernández retuiteó una parte del discurso que dio ayer el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, durante la inauguración de la nueva iluminación para la Autopista Pablo Ricchieri, que une la ciudad de Buenos Aires con la vía Ezeiza-Cañuelas. En ese tramo de su alocución, el exintendente habló del encuentro en la cúpula del Gobierno y arengó a los socios frentetodistas.

“Se juntaron nuestro presidente y nuestra vicepresidenta, y no se juntaron para pudrirla”, sostuvo enfático Katopodis. “Si se juntaron, se juntaron porque están convencidos de lo que está en juego en la Argentina. Si se juntaron, como lo van a hacer cada vez que haga falta, es porque entienden como nadie el tamaño de la disputa que está en juego en nuestro país”, siguió.

En base a esto último, el ministro de Obras Públicas quiso marcar un contraste con la oposición y, de esta manera, cohesión puertas adentro del oficialismo. “De vuelta en la Argentina [está] la discusión de dos modelos; no de tres, de cuatro o de cinco. De dos modelos, de dos maneras de organizar la Argentina”, planteó Katopodis. Y con su voz alzada, marcó: “Estén convencidos de que está gobernando el peronismo y al peronismo no se lo lleva puesto ni la pandemia, ni la guerra, ni nada. Ni ningún trasnochado que en algún canal de televisión quiera hacernos creer que estamos reculando. No, no vamos a recular, todos los días vamos a tomar decisiones”.

Ese extracto del discurso del dirigente, que mantiene vínculo con ambas terminales y que propulsó públicamente la unidad desde que estalló la interna, fue tomado por Fernández, quien le dio su aval al retuitearlo para dejarlo plasmado en su perfil de Twitter. El pasado domingo, cuando eran frenéticas las negociaciones para intentar encontrarle un reemplazo a Guzmán -uno de los funcionarios de mayor confianza del Presidente y de los más apuntados por el kirchnerismo-, el jefe de Estado no quería llamar a Cristina Kirchner. Sin embargo, aceleró ese contacto un pedido expreso de la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.

Con la designación de Batakis frente a Economía, esta semana comenzó la gestión de la nueva funcionaria que abreva en Daniel Scioli, el ministro de Desarrollo Productivo. Ambos compartieron la gestión bonaerense cuando ella desempeñaba el mismo cargo que ahora, pero en la Provincia, y él era gobernador; y los dos llegaron al Ejecutivo para suplantar a hombres claves para Fernández: Martín Guzmán y Matías Kulfas.

Mientras que Kulfas fue despedido por el Presidente luego de que desde su cartera difundieran un mensaje en off que deslizaba supuestas irregularidades en la licitación del gasoducto Néstor Kirchner por parte de funcionarios de La Cámpora, algo que después el ahora exministro negó en la Justicia; Guzmán renunció el sábado por la tarde justo cuando la vicepresidenta brindaba un discurso desde Ensenada, durante el aniversario de la muerte de Juan Domingo Perón.

Desde la Casa Rosada dejaron trascender que Fernández no esperaba la dimisión de Guzmán, a quien había respaldado en múltiples oportunidades frente a los achaques de la terminal K del Gobierno, que no estuvo de acuerdo con el pacto que el funcionario firmó con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por la deuda externa y que también le reclamaba mayor redistribución, al alegar que el crecimiento no llega a los estratos medios y bajos.