Aguirre sabe que buenos comienzos no significan finales felices y mantiene los pies sobre el suelo

El entrenador de la selección mexicana Javier Aguirre en conferencia de prensa el jueves 1 de agosto del 2024. (AP Foto/Marco Ugarte)

CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Por tercera ocasión en 18 meses, México arrancó con éxito una etapa con un nuevo entrenador.

Para su tercer capítulo en el banquillo del Tri, Javier Aguirre debutó la víspera con una cómoda victoria de 3-0 sobre Nueva Zelanda.

Después de fracasar en el Mundial de Qatar 2022, donde los mexicanos se quedaron fuera en una fase de grupos por primera vez desde 1978, el argentino Diego Cocca comenzó su fugaz etapa con un triunfo 2-0 sobre Surinam, en marzo de 2023.

Luego de fracasar en Liga de Naciones y tras sólo siete partidos, Cocca fue despedido y Jaime Lozano comenzó su ciclo con una goleada de 4-0 sobre Honduras en la Copa Oro, y que concluyó un año después luego de quedar fuera en la primera ronda de Copa América.

Sabiendo que un buen inicio no necesariamente conduce a un buen final, especialmente con los dirigentes mexicanos, Aguirre fue moderado en sus comentarios y festejó poco después de un partido que dejó varios puntos para analizar.

NUEVO LÍDER

Aunque ha pasado poco más de una semana dirigiendo entrenamientos y apenas estuvo al frente de su primer partido, Aguirre dejó en claro desde ya que la forma de trabajar en la selección mexicana será distinta a la de Lozano.

El “Jimmy” trabajó durante poco más de un año con un liderazgo más democrático, haciendo caso a los jugadores para tomar algunas decisiones y cediendo a las peticiones de estos para realizar entrenamientos más relajados y con más actividades recreativas durante las concentraciones.

Aguirre dejó en claro que su tono es y será más autoritario. El entrenador narró que en el medio tiempo del encuentro ante Nueva Zelanda tuvo que hablar fuerte en el vestuario, aunque era un partido amistoso.

“Jugar bien al fútbol era complicado por el ritmo del partido, por la humedad, el calor, por el poco tiempo de entrenamiento, era demasiado pedir”, dijo Aguirre. “Pero el mensaje fue 'no es posible que vengan 25.000 (espectadores) y se vayan tristes a casa y decepcionados de lo que vieron. Hay que darle a la gente un equipo que luche, que pelee y que no baje los brazos”.

El equipo respondió a la arenga y marcó dos goles en el segundo tiempo para sentenciar el triunfo.

MÁS CAMBIOS

Además del liderazgo y la personalidad, el “Vasco” Aguirre cambió el parado táctico y en lugar del 4-3-3 de Lozano, modificó a un 4-2-3-1, dejando a Julián Quiñones por detrás de Santiago Jiménez, con Orbelín Pineda y Roberto Alvarado abiertos por las bandas para tratar de generar más profundidad.

Aun es pronto para saber si el cambio es el ideal, como el mismo Aguirre puntualizó, el equipo por momentos volvió a lucir con poca pegada, jugando a un ritmo lento y con poca generación ofensiva.

“Me gustó que no desmayemos y que sin hacer un gran partido el equipo siguió corriendo y metiendo con disposición”, dijo Aguirre. “No me gustó demasiado ese juego hacia atrás, demasiado pausado, demasiado juego con el portero porque pudimos ser más agresivos”.

LO QUE SIGUE

México ahora enfrentará un compromiso más complicado el próximo martes cuando mida fuerzas con Canadá en Arlington, Texas.

Aguirre dijo previamente que trataría de poner a los mejores hombres disponibles en ambos encuentros, pero de entrada se verá forzado a realizar un movimiento debido a que el central César Montes abandonó la concentración para viajar a Rusia donde realizará pruebas médicas con el Lokomotiv.

El entrenador dijo que el lugar será ocupado por Víctor Guzmán, además reveló que probablemente haya rotación en la portería y deje fuera a Raúl Rangel, quien sorprendió al ser titular ante los neozelandeses.

Luis Malagón y Alex Padilla estuvieron en el banquillo de suplentes y podría jugar ante Canadá.

Otros cambios que se avecinan son las salidas de Julián Quiñones y Luis Chávez, quienes salieron del encuentro por molestias físicas.