La advertencia de un psicólogo sobre los festejos en Navidad: “No hay que forzar a nadie”

Según el especialista, suele ser muy común que durante las fiestas las personas se obliguen a sí mismas a estar bien o felices
Según el especialista, suele ser muy común que durante las fiestas las personas se obliguen a sí mismas a estar bien o felices

El psicólogo Víctor Amat, autor de los libros Psicología Punk, Autoestima Punk y Antimeditaciones, afirma que la Navidad hace que las personas tengan una percepción más real acerca de sus propios sentimientos durante la festividad.

Esto debido a que suele ser muy común que durante las celebraciones decembrinas las personas se obliguen a sí mismas a estar bien o felices, sin importar las situaciones que se les han presentado recientemente en sus vidas.

Por ejemplo, si alguien asiste a una fiesta de la época y no se siente del todo bien porque su mascota se murió, se pone en una posición de demostrar estar bien ante los demás para poder disfrutar de la noche. De la misma manera, los otros sujetos presentes ignoran el tema con la intención de no generar un ambiente incómodo en la reunión.

“Se podría decir que la Navidad es como un jardín lleno de semillas de consejos que nadie ha solicitado”, afirma Amat. Esto se debe a que en este tipo de celebraciones suele ser muy común que la empatía excesiva sea quien lleve a los demás a preguntar sobre las situaciones personales de los otros y opinar sin haber sido solicitado ello.

Intentar dejar a un lado el estrés solo por la llegada de la Navidad es una proposición poco realista, pues los problemas no desaparecen con la festividad y es normal sentir preocupación incluso si todos están festejando
Intentar dejar a un lado el estrés solo por la llegada de la Navidad es una proposición poco realista, pues los problemas no desaparecen con la festividad y es normal sentir preocupación incluso si todos están festejando

El experto asegura que el problema inicial radica en “cuando uno tiene que forzar aquello que es espontáneo”, como la felicidad. Desde su punto de vista personal la Navidad es la mejor noche del año, pero asegura que resulta injusto obligar a otros a ver la festividad desde su misma perspectiva ignorando las circunstancias personales de cada quién.

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Es por esto mismo que cree que al ofrecer algún tipo de ayuda o consejo, suele ser algo que llega demasiado lejos y los resultados suelen ser rebuscados y no naturales. Esto puede ser como “forzar una erección o el deseo sexual”, que no funciona si a la persona no le gusta o es algo que surge por presión, “lo mismo pasa con la felicidad”.

Adicional a esto, también sucede con frecuencia que justo en la época de cierre de año se hacen más populares el alcanzar metas personales como mejorar individualmente para así poder ofrecerle a los demás su ‘mejor versión’. Esta es una de las críticas más fuertes que plantea Amat ante la psicología positiva, pues asegura que de tan repetidos estos propósitos resultan “banales y perversos”.

De la misma manera, recalca que intentar dejar a un lado el estrés solo por la llegada de la Navidad es una proposición poco realista, pues los problemas no desaparecen con la festividad y es normal sentir preocupación incluso si todos están festejando.

También sucede con frecuencia que justo en la época de cierre de año se hacen más populares el alcanzar metas personales como mejorar individualmente para así poder ofrecerle a los demás su ‘mejor versión’
También sucede con frecuencia que justo en la época de cierre de año se hacen más populares el alcanzar metas personales como mejorar individualmente para así poder ofrecerle a los demás su ‘mejor versión’

Además, menciona que es importante permitir que las personas sientan soledad en esta época, pues existen muchos adultos mayores que no son acompañados por nadie e incluso algunos jóvenes también pasan la misma situación. Es por esto que considera que no se debe obligar a nadie a estar bien durante las celebraciones, pues cada persona atraviesa problemas diferentes en su día a día que no desaparecen con la Navidad.