La administración Biden realiza último esfuerzo diplomático por la estabilidad en Oriente Medio

AQABA, Jordania (AP) — Altos funcionarios de Estados Unidos estuvieron en Oriente Medio el jueves, impulsando la estabilidad en Siria y el fin de la guerra de 14 meses de Israel en Gaza en un último esfuerzo diplomático de la administración del presidente Joe Biden antes de que Donald Trump asuma el cargo en unas pocas semanas.

El secretario de Estado Antony Blinken estuvo en Jordania y Turquía para conversaciones sobre cómo asegurar una transición pacífica del poder en Siria tras la destitución del presidente Bashar Assad, mientras que el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, estuvo en Israel en un intento por lograr un alto al fuego en Gaza.

Un cese al fuego en Gaza le daría al presidente Joe Biden una última victoria diplomática después de un mandato turbulento en el que su administración no pudo detener una guerra brutal que ha cobrado de miles de vidas en el territorio palestino y lo ha sumido en una crisis humanitaria.

Trump ha exigido la liberación inmediata de los rehenes israelíes capturados por Hamás, amenazando en redes sociales que de lo contrario habría “UN INFIERNO QUE PAGAR”, y ha instado a Estados Unidos a no involucrarse en Siria, donde unos 900 soldados están apostados para combatir al grupo extremista Estado Islámico.

Hablando con reporteros en Tel Aviv, Sullivan expresó un optimismo cauteloso de que las condiciones estuvieran listas para detener el conflicto antes de que Biden deje el cargo.

“No estaría aquí ahora si no pensara que esto estaba solo esperando hasta después del 20 de enero”, dijo. Esa es la fecha en que Trump juramentará en el cargo.

La guerra estalló con el ataque transfronterizo de Hamás el 7 de octubre de 2023, cuando los milicianos mataron a unas 1.200 personas en Israel y se llevaron a 250 rehenes. La respuesta de Israel en Gaza ha matado a casi 45.000 palestinos, más de la mitad de ellos mujeres y niños, según funcionarios locales, causó un desplazamiento generalizado y llevó a una severa hambruna en todo el territorio.

Los esfuerzos de Estados Unidos para un alto al fuego han fracasado repetidamente a lo largo de la guerra, mientras las partes beligerantes se culpan mutuamente por el fracaso.

Israel ha dicho que busca la destrucción de las capacidades gubernamentales y militares de Hamas, y en ocasiones ha avanzado con la ofensiva pese a los llamados de Estados Unidos a la moderación. Hamás, por su parte, ha mantenido sus demandas de que cualquier alto al fuego incluya un fin permanente a los combates y la retirada completa de las fuerzas israelíes de Gaza.

Estados Unidos ha respaldado a Israel con apoyo militar y diplomático clave. Pero en ocasiones, también ha parecido impotente al instar a Israel a minimizar las bajas civiles y permitir la entrega de más ayuda humanitaria en Gaza.

Mientras Sullivan estaba en Israel, Blinken se reunía con líderes jordanos y turcos para impulsar una transición pacífica del poder en Siria tras el derrocamiento de Assad.

“Estamos de vuelta en la región en un momento de verdadera promesa, pero también de peligro para Siria y para sus vecinos”, dijo Blinken a los reporteros en Aqaba, Jordania, después de reunirse con el rey Abdullah II.

Dijo que Estados Unidos estaba trabajando con sus socios en la región para ayudar a Siria a “hacer una transición lejos de la brutal dictadura de Assad” y hacia un nuevo gobierno que no esté dominado por ningún grupo religioso o étnico único, ni por una potencia externa o el grupo extremista Estado Islámico.

“Estamos decididos a hacer todo lo posible, trabajando en estrecha coordinación con los socios, para ayudar al pueblo sirio a realizar esa aspiración”, dijo Blinken.

En Siria hay varios grupos armados con intereses enfrentados.

En el norte, separatistas kurdos respaldados por Estados Unidos pelean contra combatientes apoyados por Turquía. En el centro y noreste sirio, el Estado Islámico mantiene una presencia que preocupa a Occidente. Y los rebeldes, provenientes principalmente de la mayoría musulmana suní siria, enfrentan la desalentadora tarea de crear un gobierno de transición en un país devastado por la guerra.

El líder de la facción rebelde más grande de Siria es un excomandante de Al Qaeda cuyo grupo Hayat Tahrir al-Sham se está preparando para trazar el futuro del país. Estados Unidos y la ONU tienen catalogado al grupo como organización terrorista.

El objetivo de crear una Siria libre y pluralista será un desafío dado el mal ambiente en las líneas sectarias de Siria después de más de medio siglo de gobierno de la familia Assad y 14 años de guerra civil que se estima cobró 500.000 vidas.

Israel, mientras tanto, ha enviado tropas a Siria, su vecino del norte, y ha ocupado una antigua zona desmilitarizada desde una tregua de 1974. Israel ha descrito el movimiento como defensivo, destinado a proteger su frontera y evitar que los grupos armados se apoderen de las armas dejadas por el ejército de Assad.

Netanyahu dijo el jueves que el movimiento era temporal. Pero dijo que Israel permanecería dentro de Siria hasta que otra parte pueda asegurar la frontera, aumentando la probabilidad de una presencia prolongada e indefinida.

Sullivan trató de restar importancia al movimiento israelí, señalando que Assad fue derrocado hace solo unos días y que es demasiado pronto para sacar conclusiones.

Pero Blinken fue más cauteloso al pedir moderación a todos los actores regionales con intereses en Siria. Dijo que Estados Unidos “ya está hablando con Israel” y otros sobre el futuro de Siria.

“En general, cuando se trata de cualquier actor que tenga intereses reales en Siria, también es realmente importante en este momento que todos intentemos asegurarnos de que no estamos provocando ningún conflicto adicional”, dijo.

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Federman reportó desde Jerusalén y Chris Megerian en Washington.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.