La adicción y la rumba casi se lo llevan. Memorias de un colombiano en Miami traen esperanza

Al borde de un edificio en Miami, Nelson Hincapie pensó en lanzarse al vacío. Las drogas, la rumba y el vicio habían tomado su vida y no veía otra salida.

Ese primer capítulo de sus memorias, Hincapie lo titula certeramente “El final es el principio”, y aunque el lector sabe que el hombre que no vio otra opción que el suicidio está vivo, no puede respirar aliviado porque lo que viene es tremendo.

Cuando tu historia se convierte en: Tu historia no es un libro fácil. Aborda con sinceridad una de las experiencias más duras, el abuso infantil. Pero después de poner todas las cartas sobre la mesa: el divorcio de sus padres, una niñez solitaria, la travesía de adaptarse a vivir en Estados Unidos, la batalla para librarse de las adicciones, Hincapie comienza a convertir la tragedia en una historia de superación y de fuerza gracias a su fe católica y a las personas maravillosas que lo ayudan a curarse. Pocos libros tienen tantos agradecimientos al final como este, la lista es larga y el escritor los nombra a casi todos.

Hincapie es un servidor público que logró revertir la desgracia. Hoy es el director ejecutivo de la Fundación del Miami Dade College; presidió durante 12 años la organización Voices for Children y antes trabajó con el ex alcalde de Miami-Dade Alex Penelas en la campaña estatal para conseguir el pre-kinder universal y también como asistente del congresista Carlos Giménez cuando era comisionado de Miami-Dade.

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Como dice el reverendo Oswaldo Agudelo en el prólogo de estas memorias: ”Estamos rodeados de personas que creemos conocer y compartimos durante años con amigos y familiares, pero nunca llegamos a conocerlos sino en un mínimo porcentaje”.

Tampoco imaginamos cuando vemos a este colombiano de hablar pausado y mirada amable, que la vida de Nelson Hincapie ha tenido tantos pasajes difíciles. Que haya decidido compartirla es un acto valiente que hay que agradecer. Ya la contó en persona en la Feria del Libro de Miami en noviembre, al presentar Cuando tu historia se convierte en: Tu historia junto a los autores María del Carmen Villanueva (Sirenas en el balcón) y Ulises Gonzáles (La vida papaya en Nueva York).

Ahora vuelve a presentar sus memorias este jueves 16 de enero a las 5:30 p.m. en Quade Books, la librería del matrimonio de libreros argentinos Evangelina Montiel y Jorge Caparelli, que han vuelto a traer a los miamenses la oportunidad de otro sitio donde comprar libros y celebrar tertulias en español, esta vez en Aventura Mall.

Hincapie también hará otra presentación el sábado 25 de enero en el café Macondo de Kendall, que es otro pilar de los eventos culturales en el sur de la Florida.

¿Por qué decidiste contar lo que llamas “lo bueno, lo malo y lo bello” de tu vida?

Decidí contarlo porque estoy en un punto en el que me siento libre de compartirlo todo, o casi todo. “Lo bueno” es que nací en un hogar donde mi padre y mi madre dieron absolutamente todo lo que pudieron, y cada uno, en su capacidad, me colmó de amor de la mejor manera posible. “Lo malo” es que en ellos debió de haber mucho dolor, porque juntos formaron una bomba de tiempo, y la reacción química que producían era tóxica para el pequeño Nelson que vio y vivió eso.

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Ahora, lo mejor de la historia, “lo bello” de la historia, es que después de haber caminado por el dolor y haber experimentado la amargura de perderlo todo, puedo ver la belleza en mis cuatro hijos, quienes jamás han visto ni vivido lo que yo viví. Escribí mi libro para mi compañera de viaje, mi socia, mi amiga, mi consejera y mi esposa, Carolina. Hoy puedo decir que Dios ha sanado las heridas de la familia Hincapie López, y que mis hijos escribirían una historia muy diferente a la que yo he escrito.

Uno de los aspectos más duros de esta historia y que abordas con valentía es la adicción a las drogas y el abuso sexual. ¿En qué sentido tu historia puede ayudar a las personas que se encuentren en encrucijadas similares?

El primer cuarto de mi historia estuvo marcado por el abuso sexual y la adicción a las drogas y el alcohol. Contarlo todo no fue fácil, pero tengo muy claro que no soy mi pasado, y he tenido grandes mentores en mi vida que me recuerdan que el Nelson de hoy no es el mismo de antes.

Mi historia es la de muchos que sufren, que tienen heridas profundas y no han logrado sanarlas. Lo que sé, sin ninguna duda, es que las heridas emocionales jamás pueden ser curadas con remedios materiales. Para la enfermedad del espíritu, solo hay una cura espiritual. Lo más importante es empezar a caminar por un nuevo sendero, creer que se puede, como dice la canción de Diego Torres. Soy testimonio real de que la edad de los milagros es aquí y ahora, tal como lo fue hace más de 2,000 años.

Nelson Hincapie, director ejecutivo de la Fundación del Miami Dade College presenta en la librería Quade Books, de Aventura Mall, ‘Cuando tu historia se convierte en: Tu historia’, sus memorias sobre adicciones, abuso infantil y la recuperación a través de la fe, que lo llevó a ser un profesional y padre exitoso. D.A. Varela/dvarela@miamiherald.com
Nelson Hincapie, director ejecutivo de la Fundación del Miami Dade College presenta en la librería Quade Books, de Aventura Mall, ‘Cuando tu historia se convierte en: Tu historia’, sus memorias sobre adicciones, abuso infantil y la recuperación a través de la fe, que lo llevó a ser un profesional y padre exitoso. D.A. Varela/dvarela@miamiherald.com

A veces adormecemos el dolor que tenemos por dentro, ¿qué te ayudó a despertar y qué vino después?

Yo utilicé drogas, alcohol, relaciones, personas y mi trabajo para escapar de mí mismo. Mi dolor era profundo, y cuanto más drogas consumía, más profundo se volvía el hueco, y más difícil era salir. Las drogas y todo lo demás me ayudaban a sentirme bien, a no sentir dolor. Sin embargo, llegó un punto en el que no sabía qué era lo que dolía; lo único que sabía era que, cuando le metía un pitazo a la pipa o me emborrachaba, lo olvidaba todo.

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Trabajaste durante años en el sistema de acogida de la Florida con niños y jóvenes que habían pasado por muchas tragedias, ¿qué te ayudó a comunicarte mejor con ellos?

Durante más de 12 años trabajé con niños y jóvenes que pasaron por el sistema de cuidado temporal, y fue gracias a ellos que pude ver mejor mi propia historia. Gracias a ellos pude ponerme en contacto con mi dolor, y gracias a ellos pude empezar a contar mi historia. Gracias a ellos me he convertido en un “wounded healer” (sanador herido), como dice Henri Nouwen.

La vida es demasiado corta para no ver nuestro dolor y, dentro de él, encontrar lo bello de la vida. Poder construir puentes inquebrantables con los jóvenes que ahora son mis amigos ha sido una de las bendiciones más grandes. Uno de mis mejores amigos hoy en día, Víctor, salió del sistema de cuidado temporal. Su historia algún día la veremos en el cine.

Dices que encontraste “paz en los libros”, ¿qué autores y libros te han inspirado?

Encontré descanso y paz en los libros. El primer libro que leí a los 10 años fue Relato de un náufrago de Gabriel García Márquez. Luego leí El Profeta, de Khalil Gibran, donde encontré mucha paz y sabiduría. Los libros que más me han marcado son El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry; Cartas a un joven poeta, de Rainer Maria Rilke; El regreso del hijo pródigo y El sanador herido, de Henri Nouwen; Redescubriendo el catolicismo, de Matthew Kelly y, por supuesto, ahora más que nunca, la Biblia.

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Enfrentaste una pérdida monetaria y un fracaso en los negocios, y lograste salir de ese agujero negro, ¿qué consejos tienes para las personas que se vean inspirados a emprender?

Lo primero que le diría a alguien que quiere emprender es que tenga clara la visión y misión de lo que quiere. Yo cometí el error de buscar dinero sin sentir verdadera pasión por el negocio. Cuando el dinero es la meta, el camino siempre será amargo. Lo segundo es que se cuide de los socios; escoger bien a un socio comercial es la diferencia entre un sueño hecho realidad y una pesadilla de la cual te quieres despertar.

Tu historia de superación tiene también un lado muy destacado como líder comunitario. ¿Qué te da más satisfacción de esa labor y cómo te gustaría verte en el futuro?

Mi trabajo en la comunidad debe ser desapercibido, muy silencioso pero certero. Siento gran satisfacción cuando ayudo a conectar a las personas, cuando puedo ayudar a solucionar algún problema o percance. Me llena de alegría ofrecer otro punto de vista y dar esperanza.

No pienso mucho en el futuro porque no hay ninguna garantía; por ahora, me enfoco en responder las preguntas que me haces de una forma auténtica, y ojalá mis respuestas puedan ayudar, o por lo menos, que tengan sentido. Sin embargo, Rilke decía que hay respuestas a las que solo se llega viviendo la pregunta.

Tu fe es uno de los pilares de este libro, ¿cómo te ayuda aun hoy a superar los retos?

La fe es la esencia de la felicidad, la piedra angular de mi vida. Sin fe no soy nada. Sin embargo, la fe es como un músculo: si no la ejercito, se atrofia. La tarea más hermosa de mi vida es ver cómo cultivo mi fe, cómo planto semillas de fe en mis hijos, mis colegas, mis amigos y mis enemigos.

El libro es un hijo de la pandemia, porque esa época tan dura en otros aspectos te dio el tiempo que nunca tenías para escribir. ¿Cómo encuentras el tiempo para escribir hoy y qué estás preparando?

Mi libro fue concebido durante la pandemia, pero realmente no nació hasta que logré perdonar al profesor que me abusó, y eso solo ocurrió en 2021.

Creo que la pandemia nos dio a todos una perspectiva muy diferente de la vida. Vimos la muerte tan cerca que decidimos empezar a vivir. Para mí, escribir es vivir, y por eso sigo escribiendo. Creo que lo próximo que viene es un libro de poesía que tengo guardado en el corazón.

Nelson F. Hincapie presenta ‘Cuando tu historia se convierte en: tu historia’, moderado por la periodista Sarah Moreno, el jueves 16 de enero, a las 5:30 p.m., en Quade Books, Aventura Mall, 19501 Biscayne Blvd, Aventura, FL 33180. También lo presenta el sábado 25 de enero, 3:30 p.m en el café Macondo, 13021 SW 88 St., en Kendall.