Acusado en asesinato de Canserbero dice que lo torturaron en Venezuela para que se incriminara

Uno de los implicados en el asesinato del cantante de rap Tirone González, conocido como Canserbero, relató por mensajes de voz desde una cárcel venezolana que fue torturado para que confesara que él y su hermana habían matado al artista.

Los mensajes de voz a los que el Nuevo Herald obtuvo acceso fueron enviados el fin de semana por Guillermo Améstica a su hija, para dejar constancia de que había sido obligado por funcionarios venezolanos a incriminarse falsamente, conjuntamente con su hermana Natalia Améstica, del asesinato en el 2015 de Canserbero, uno de los más celebrados cantantes de rap del país sudamericano.

Los dos hermanos terminaron confesando pocos días después de haber sido arrestados en diciembre, en lo que el fiscal venezolano Tarek William Saab terminó presentando como uno de los más importantes logros de la justicia venezolana alcanzado el año pasado.

Pero en las grabaciones enviadas a su hija, Améstica dijo que la confesión grabada en video no era otra cosa que un guión de ficción escrito por la propia fiscalía y que los hermanos se vieron obligados a pronunciarlo para que no los mataran.

“Desde que llegamos el 15 de diciembre… me agarró el Coronel y prácticamente me extorsionó y me dijo que ‘si no colaboraba con el Fiscal que yo llegaba como una taza nueva y que pensara que si yo quería salir como una taza rota’. El domingo amarró a Natalia todo el día a la reja”, relató Améstica en el mensaje de voz.

“El lunes aparecieron todos los fiscales.... Me insultaron para que confesara. Yo no confesé nada. El lunes, el 18. Me trajeron para el cuarto, esposado… Luego me vinieron a buscar unos esbirros, y qué te puedo decir Claudia, me iban a matar, Claudia, con música de Canserbero y una vaina de tortura atrás. Me pusieron una bolsa en la cabeza y me ahogaron cinco veces”, sostuvo.

Las sesiones de tortura se extendieron por horas, dijo, y los hermanos fueron golpeados hasta que comenzaron a ablandarse. “Iban trayendo a Natalia y le dijeron: ‘Ahora vas a cantar. Cuéntanos lo que tienes que contarnos’”, relató.

Una vez que los hermanos accedieron, dijo Améstica, los fiscales instruyeron a los hermanos sobre lo que tenían que decir en los vídeos. “Nos tuvo hasta las 2 de la mañana y nos hizo todos los videos, repetir la escena y había que decir exactamente lo que ellos decían y así fue, chama. Todos los fiscales ahí. No les importa nada”, dijo.

Los videos fueron presentados por Saab horas días después como un gran logro de la policía venezolana.

“Estoy haciendo este video para confesarme públicamente de mi responsabilidad con el doble homicidio”, inicia diciendo Natalia en el video con Guillermo a su lado, antes de pasar a relatar cómo habían cometido el crimen en el 2015 y sobornado a los investigadores penales para encubrir los hechos.

Supuestamente Canserbero había asesinado a su amigo y bajista de su grupo musical, Carlos Molnar, y luego se había quitado la vida lanzándose desde el décimo piso del edificio donde vivía.

Pero en el video grabado, Natalia contó otra versión de los hechos, diciendo que ella fue la autora de los asesinatos y que su hermano ayudó a alterar la escena del crimen. En la confesión, Améstica narra cómo la noche en que se debía grabar un video en su apartamento aprovechó para alterar un té colocando “dos blísteres” de un medicamento para la ansiedad e insomnio.

Natalia fue a la cocina — según ella misma relata — y se acercó a Molnar para conversar, “pero cuando me di cuenta que ya estaba somnoliento lo ataqué con tres puñaladas: una por el cuello, otra por la espalda y otra por el brazo”.

Al salir del lugar, continúa, se encontró con Canserbero, “quien estaba dormido por efecto de las pastillas y fue cuando le causé dos puñaladas en su costado”.

Natalia Améstica prosigue su relato con el llamado de ayuda a su hermano, quien llegó cerca de la medianoche acompañado de tres hombres, que “terminan de arreglar la escena para que fuera un homicidio-suicidio”. A Carlos, “mi hermano le da cuatro puñaladas” y al cuerpo de Tirone le da con un tubo en la cara, contó. El objetivo era simular una riña.

Estas personas les indicaron cómo tirar el cuerpo “el cual fue lanzado por la ventana en la madrugada del 20 [de enero] a las 5 de la mañana”, aseveró la mujer. Agregó que, tras dar aviso a las autoridades, arribó el personal del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, a quienes su hermano “les ofrece $10,000 para terminar de arreglar la escena”.

Este artículo fue complementado con los servicios cablegráficos de el Nuevo Herald.