Acuerdo de culpabilidad lo libró de la cárcel. Días después fue acusado del brutal asesinato en Miami Beach

Gregory Fitzgerald Gibert llevaba solo seis días fuera de la cárcel cuando, según la Policía, mató a golpes con un tubo a una mujer transgénero que dormía junto a un auditorio de ballet en Miami Beach.

El sospechoso del asesinato había pasado la mayor parte del año pasado entre rejas a la espera de juicio por cargos de agresión con agravantes e intento de robo por un intento fallido de robar una moto eléctrica en el distrito de clubes nocturnos de Miami. Nadie resultó herido en ese incidente de abril de 2023, pero Gibert había sido acusado de varios delitos anteriores, algunos de ellos violentos, y tras el arresto la Fiscalía Estatal de Miami-Dade lo etiquetó de delincuente violento habitual.

Durante el robo frustrado de la moto, según la policía y testigos presenciales, Gibert sostenía un objeto metálico cuando se acercó a un hombre en el exterior del Club E11EVEN y le dijo que se bajara de su scooter. Cuando Gibert fue incapaz de arrancar el vehículo, según la Policía, se bajó, le gritó al hombre, le lanzó piedras y se marchó. Las autoridades lo encontraron unos minutos después. Estuvo en la cárcel hasta hace dos semanas.

A pesar de la etiqueta de delincuente violento habitual, Gibert fue puesto en libertad el 15 de abril después que el principal testigo de cargo no se presentó a declarar en tres ocasiones.

Antes que se llegara a un acuerdo entre las partes ante la jueza Andrea Wolfson del Tribunal de Circuito de Miami-Dade, el estado argumentó que Gibert debía pasar más de un año en prisión, seguido de cuatro años de libertad condicional. Su defensor público, tratando de mantener a Gibert fuera de la cárcel, pidió menos de un año, con un año de libertad condicional.

En una medida poco habitual, la jueza Mindy Glazer del Tribunal de Circuito de Miami-Dade elevó la acusación contra Gregory Fitzgerald Gibert, de 53 años, a homicidio en primer grado, diciendo que había causa probable para creer que el crimen del que se le acusa es excesivamente atroz. Gibert está acusado de matar a una mujer transgénero mientras ella dormía en Miami Beach.

Wolfson se puso de parte del estado, pero suprimió el tiempo adicional de prisión, dictaminando que el año de cárcel de Gibert debía contar como tiempo cumplido.

Menos de una semana después, Andrea Doria Dos Passos, de 37 años, había muerto, supuestamente golpeada por Gibert, de 53 años. Según la jueza Mindy Glazer, del Tribunal de Circuito de Miami-Dade, el asesinato fue tan espantoso que, en su primera comparecencia ante el tribunal, tomó la rara decisión de elevar la acusación contra Gibert de homicidio en segundo grado a homicidio en primer grado.

En última instancia, un jurado de instrucción determinará si hay suficiente causa probable para acusarlo de ese cargo.

Tras el arresto en el caso de la scooter, la unidad de delitos graves de la fiscalía estatal decidió etiquetarlo como delincuente violento habitual, citando el largo historial delictivo de Gibert que incluía delitos violentos en la Florida que se remontaban a décadas atrás. La unidad determinó que Gibert cumplía suficientes requisitos en un estatuto estatal para que los tribunales ignoraran la mayoría de los requisitos de sentencia mínima máxima y aumentaran las penas en algunos de sus cargos. Pero sigue siendo decisión final de un juez aumentar las penas de las condenas.

Registros estatales también muestran que Gibert recibió una sentencia de tres años de prisión por un cargo de armas en 2000 en el Condado Duval. Registros en internet de ese caso muestran que aceptó la pena de prisión tras ser acusado de posesión de un arma de fuego por un delincuente convicto. No quedó claro de inmediato por qué delitos había sido condenado antes de la sentencia.

Otros cargos contra Gibert a lo largo de los años fueron principalmente por posesión de drogas y parafernalia. También hubo cargos por hurto mayor y agresión en Miami-Dade en 2012 y 2013.

También fue acusado por fiscales estatales de Miami-Dade en enero de 2022 por agresión agravada contra la policía y agentes del Departamento de Rescate y Bomberos. Los registros judiciales de ese caso indican que Gibert inició un alboroto en el Centro Médico Mt. Sinai después que le dijeron que iba a ser dado de alta.

Al principio, dice su formulario de arresto, Gibert se negó a salir de su habitación. Al cabo de un rato se levantó, salió de la habitación, tomó dos sandwiches y se sentó en una silla cerca de la puerta. Cuando se acercó una enfermera, según el informe, metió la mano en el bolso y sacó una cuchilla que se puso bajo la axila izquierda.

Aparecieron tres guardias de seguridad, pero se retiraron después que Gibert les dijo: “No me voy. Si intentan que me vaya, tengo algo para ustedes”. La Policía lo puso bajo custodia unos minutos después. El caso fue cerrado menos de un mes después por “insuficiencia de evidencia”, consta en los registros judiciales.