Con todo y acciones afirmativas, personas con discapacidad denuncian falta de equidad en las elecciones

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Aún cuando desde 2020 existen acciones afirmativas para que grupos vulnerables obtengan candidaturas federales, para las personas con discapacidad siguen existiendo barreras para llegar a puestos de elección popular, como los estigmas que existen acerca de su condición, la falta de infraestructura pública que les permita recorrer las calles y el poco apoyo que reciben por parte de los partidos políticos.

Brenda Lara, quien fue candidata por acción afirmativa para una diputación federal por Movimiento Ciudadano, reconoce como un avance el hecho de que grupos vulnerables sean incluidos en los procesos electorales, sin embargo, cuenta que, en su caso como persona con discapacidad, el hacer una campaña política “fue algo muy complicado” por diferentes “desventajas”.

“En todos los partidos, a nivel general, falta todavía mayor solidez a la hora de garantizar las acciones afirmativas. En mi caso, tengo sentimientos encontrados, porque me siento muy contenta de haber logrado más de 20 mil votos, pero no pude ganar, porque quieran o no, la militancia y el apoyo económico la tenían los otros contendientes hombres. Mi interseccionalidad como mujer joven con discapacidad fue una triple desventaja”, señala.

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Brenda Lara. Foto: Silvana Flores

 

Acciones afirmativas “sin piso parejo”

De acuerdo con datos del INE, en el proceso electoral de 2024 se inscribieron 356 personas como candidatas a diputaciones federales y senadurías por acción afirmativa, de las cuales 51 fueron ocupadas por personas con discapacidad, grupo con el menor número de aspirantes registrados.

La acción afirmativa que tuvo mayor número de candidaturas inscritas fue la de personas indígenas (185), seguida de la población LGBTQ+ y migrantes (con 84 cada una) y de la población afromexicana (72).

Sin embargo, sólo 78 consiguieron una curul, lo que representa el 21.9% de la totalidad de personas inscritas por acción afirmativa. Esto es, preliminarmente, un número mayor de espacios en el Congreso, donde en 2021 únicamente llegaron 65 candidatos inscritos a través de este mecanismo.

En el caso del Senado –donde en 2024 se aplicaron por primera vez acciones afirmativas– habría 11 legisladores inscritos por esta vía, aunque ninguno de ellos es una persona con discapacidad. Los legisladores que llegarán a la Cámara Alta serían 7 personas indígenas, 2 afromexicanas o afrodescendientes, una de la diversidad sexual y una mexicana migrante o residente en el extranjero.

Mientras que en la Cámara de Diputados habrá 67 legisladores de acción afirmativa: 42 indígenas, 9 personas con discapacidad –una curul más de la que obtuvieron en la elección de 2021–, 5 afromexicanas o afrodescendientes, 5 de la diversidad sexual y 6 mexicanos migrantes o residentes en el extrajero.

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Para Brenda, el hecho de que sean tan pocas las personas con discapacidad que consiguen llegar a un cargo de toma de decisiones está relacionado con los prejuicios que persisten en los partidos políticos y la ciudadanía sobre sus aptitudes, además de que tienen que hacer campaña en condiciones desiguales, ya que la infraestructura pública y la logística de las campañas no cuentan con ajustes razonables.

En su caso, cuenta que a falta de recursos por parte del partido político que la inscribió como candidata a la diputación federal por el distrito 23 del Estado de México, su equipo de campaña fue su familia, quienes la acompañaron a recorrer las calles de ocho municipios y la apoyaron con la impresión de algunas lonas y volantes.

“Llevo trabajando tres años como secretaria estatal de las personas con discapacidad en Movimiento Ciudadano, y fue gracias a la oportunidad que dieron de inscribir a 50% de candidaturas ciudadanas que pude participar. Pero desde las precampañas hubo una desigualdad en los tiempos, porque quienes no se registraron por acción afirmativa ya habían arrancado con sus actividades”, detalla Lara.

Además, señala que no existen formatos accesibles para que las personas con discapacidad realicen campañas, ni para que la ciudadanía que vive con esta condición tenga acceso a la información sobre las propuestas de las candidaturas.

“Por ejemplo, en dos ocasiones me encontré con personas sordas y yo no manejo la Lengua de Señas Mexicana, es algo que tengo que aprender, pero me sentí muy impotente, porque para mi campaña era importante que todas las voces de México fueran escuchadas, y eso para mí implicaba que dos de ellas no habían sido tomadas en cuenta por falta de medios de comunicación”, reflexiona.

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Brenda Lara. Foto: Silvana Flores

 

La usurpación de candidaturas por acción afirmativa

Aunque celebra que el partido político que la impulsó cumplió con las cuotas determinadas por el INE, Brenda considera que “mientras no se garantice un piso parejo, las acciones afirmativas continuarán teniendo inconvenientes”, e incluso podrían ser usadas para posicionar a personas que no viven en esta condición, como ha sido denunciado por colectivos ciudadanos en algunos estados del país.

En algunos estados, como en Hidalgo, Quintana Roo, Oaxaca, Michocán, Sonora y Tlaxcala, colectivos denunciaron a diferentes fuerzas políticas por haber inscrito a personas que fingieron vivir con discapacidad para obtener candidaturas, aunque en algunos casos pese a los señalamientos se mantuvieron los registros.

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“Muchas personas están falsificando su condición y están ocupando candidaturas por acción afirmativa, lo que no puede pasar. Tenemos que empoderarnos y apropiarnos de esos espacios que ganamos, no nos los regalaron, y son necesarios para seguir dignificando nuestras vidas”.

“Esperemos que en los próximos periodos legislativos se discuta el tema de las acciones afirmativas y que no sean solo un requisito aprobado por el INE, sino que estén establecidas en la legislación”, plantea.

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La lucha por “dignificar la vida de las personas con discapacidad”

Con todo y las dificultades que experimentó como candidata por acción afirmativa, Brenda asegura que estas medidas han sido determinantes para que las más de 7 millones 168 mil personas con discapacidad que viven en México puedan ser escuchadas y se atiendan las problemáticas de discriminación que enfrentan.

“La causa que abandero es la de dignificar la vida de las personas con discapacidad, que estemos dentro de la toma de decisiones, que nadie de fuera decida por nosotros, porque somos un grupo que hasta ahora no ha sido visibilizado, aunque ya se escucha un poquito más sobre nosotros todavía falta muchísimo en políticas públicas, y es por eso que es tan importante llegar a los congresos, donde se aprueba el presupuesto y se determina a dónde va a ser dirigido”, explica Lara.

Sin haber obtenido el triunfo, Brenda se consuela con saber que “pusimos la agenda de discapacidad en las calles, y eso es algo muy importante, creo que hay que destacar que desde nuestra trinchera hicimos mucho”.

“Me quedo con un buen sabor de boca, aunque hay mucho por hacer. Mi trabajo no acabó el 2 de junio, voy a seguir luchando por mí y por todas las personas con discapacidad a quienes no nos toman en cuenta”.

“Continuaré mi trabajo dentro de la asociación Red Nacional para la Inclusión de Personas Ciegas y con Baja Visión, impulsando la agenda de cuidados y la atención a la violencia de género, que es una triste realidad que vivimos las mujeres con discapacidad“, sostiene Lara, quien afirma que la motiva “un compromiso muy personal para seguir trabajando en ello”.

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