Acapulco Diamante, el sitio que nunca debió existir

ACAPULCO, Gro., enero 4 (EL UNIVERSAL).- La colonia Viveristas se ubica a pocos metros antes de llegar al aeropuerto de Acapulco, Guerrero. Una franja oscura sobre las paredes a lo largo de la calle Tulipanes marca el nivel al que llegó el agua. Un metro en algunos puntos, metro y medio en otros. Refrigeradores y troncos podridos aún se ven en las aceras. Dos mil casas de esta zona se inundaron, según Protección Civil estatal.

"Nosotros no pedimos venirnos aquí", dice Yuridia, parada en la entrada de su casa de una planta, con los estragos del agua visibles desde afuera. Contrario a lo que se cree, no todo es lujo en la zona Diamante, que termina aquí e inicia desde Puerto Marqués.

Los desplazaron hace 35 años. Ella tenía cinco de edad. Era 1989 cuando el gobierno de Francisco Ruiz Massieu expropió el predio donde vivían al menos 300 familias, y ahora se yergue el resort Princess Mundo Imperial.

Otis —hace un año— y John —hace meses— dejaron muros caídos y el césped levantado.

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Los acapulqueños no son ajenos a los desastres naturales. Seis huracanes y tormentas de gran escala han golpeado Acapulco. Desde el huracán Boris, de categoría 3, en 1996; Paulina, categoría 4 en 1997, que devastó la ciudad; 16 años después, Ingrid y Manuel, en 2013, que anegó la zona Diamante por primera vez —recuerda Yuridia— y gran parte de Guerrero. Y aún con la ciudad levantándose del golpe categoría 5 de Otis hace un año, llegó John, que volvió a anegar Acapulco Diamante y muchas colonias más de la ciudad.

"Esto no pasaba antes", dice Yuridia. Se refiere a las inundaciones desbordadas de cada temporada de huracanes.

La diferencia es que no había nada más que el aeropuerto y la unidad Vicente Guerrero. Frente a su colonia era una zona de humedales que filtraba el agua y la llevaba a la laguna de Tres Palos, a unos 800 metros de donde vive con Tomás y sus tres hijos. Hoy hay un complejo de condominios llamado Marina Diamante, cuyos costos parten, según una habitante que pidió anonimato, de 1.2 millones a 20 millones de pesos.

De verde a gris

De acuerdo con un estudio elaborado por la Promotora Turística (Protur), desde 1995 ya se sabía que esta área de esteros y humedales era inviable para vivienda. "Ese estudio ya alertaba del riesgo", dice en entrevista Miguel Ángel García Maldonado, exdirector de la dependencia de 1993 a 1996, y quien encargó el diagnóstico en ese periodo. Lo continuó 20 años después, cuando volvió a ser director de esa oficina en 2015.

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El documento de 57 páginas se llama Análisis de la situación en la microcuenca de la Laguna Negra, Acapulco: zona de vegetación natural, de inundación y desarrollo habitacional. Con explicación gráfica e imágenes de Google Earth se ve el paso paulatino del verde de los humedales al gris del hormigón de los complejos habitacionales.

Se aprecia cómo se desviaron y taparon los cauces de dos afluentes: el arroyo Colacho y el río La Sabana. El primero con descarga a la Laguna Negra, Puerto Marqués, y el segundo a la laguna de Tres Palos, en Diamante. Ambas, a su vez, desembocan en Playa Revolcadero y Barra Vieja.

En 1995, indica el estudio, eran mil 577 hectáreas; en 2002 eran ya mil 211. Se perdieron 316 hectáreas verdes ocupadas por desarrollos inmobiliarios (Diamante Plus, Los Arcos, Secsa 1, Secsa 2, Colosio y Rinconada), colindantes con el Bulevar de la Naciones e invasiones a lo largo de la carretera Cayaco-Puerto Marqués. Para 2006 se habían perdido 518 hectáreas; para 2009, 745. Este año, Homex, Ara y Geo construyeron casas en los márgenes del arroyo Colacho, y se invadieron 5.6 hectáreas en la Laguna Negra para hacer el desarrollo Altos del Marqués, señala el texto entregado por García.

En 2012 ya se habían perdido 915 hectáreas de las mil 577 que había en 1995, y se disminuyó 60% de la superficie original del Colacho. Para 2013 el curso de este arroyo había sido modificado por completo. Fue, también, cuando la zona Diamante tuvo inundaciones de más de dos metros debido a los meteoros Ingrid y Manuel.

"¿Cuál es la tendencia en los últimos nueve años?", se le pregunta en la entrevista.

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"Esa respuesta la tienes en Otis, en 2023, y John, este año".

El exalcalde de Acapulco, Alberto López Rosas (2002-2005), niega que él haya autorizado el cambio de uso de suelo en Diamante como ha sido señalado.

Dice que fue con el ahora senador Manuel Añorve Baños (1997-1999) cuando se cambió desde el Cabildo la reglamentación en el Plan Director de la Zona Metropolitana de Acapulco. Luego llegó Zeferino Torreblanca (1999-2002) y se aprobaron las normas complementarias. Cuando él llegó en 2002 ese era el reglamento vigente.

—¿Pero no hubo regulación?

—Las empresas inmobiliarias se las saltaron. No hicieron obras de mitigación.

—¿No se sancionó?

—Por ese motivo clausuré el fraccionamiento Laguna Campestre —responde.

Hacia el final, habla de "voracidad inmobiliaria" y de que el proyecto de Acapulco Diamante "fracasó por la corrupción".

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Espejismo

La alcaldesa Abelina López Rodríguez lo dijo a su modo en julio pasado en declaración a reporteros. Señaló que en la zona Diamante se había vendido un espejismo, donde se suponía que cada desarrollo tendría su planta tratadora, "y ahora [que no las tienen] quieren que el gobierno vaya y les resuelva".

Ha sido de las pocas ocasiones que habla de ello, y fue dos meses antes de que John volviera a inundar el área. Ahora está en el corredor Sinfonía del Mar y no tocará el tema. Acá vino a inaugurar obras "para atraer al turismo".

La belleza de esta zona nada tiene que ver con las calles de la colonia Viveristas. El ánimo de la gente tampoco. Acá todo es fiesta y música.

Se le quiso entrevistar. El jefe de prensa, Jorge Vázquez, que andaba en el lugar, dijo que tendría "que ser en positivo". Se le respondió que de ningún modo, que en todo caso la entrevista debería ser de lo que está atravesando la ciudad. Nunca se llevó a cabo.

Ni en Europa

"¿Por qué se repiten las inundaciones en la zona Diamante como con John y antes con Ingrid y Manuel?", se le preguntó a Efrén Valdez Ramírez, coordinador de Protección Civil municipal.

"Porque se construyó sobre humedales. Y seguirá ocurriendo si no se hacen obras de mitigación. ¿O por dónde va a salir el agua? Los afluentes de arroyos y ríos fueron tapados por las inmobiliarias", responde, y aclara que aquella zona en realidad es responsabilidad de Protección Civil estatal.

Aun así, dice que ellos fueron a rescatar a familias de las viviendas inundadas y que antes se alertó en los puntos de riesgo para que los habitantes se trasladaran a los albergues. Y también que le "ayudaron" a la laguna de Tres Palos en su desembocadura en Barra Vieja. Todos esos trabajos fueron de prevención. "¡Arajo! Ni en España. Ya ven cómo les fue con la mentada DANA", añade.

Roberto Arroyo Matus, secretario de Protección Civil del gobierno de Guerrero, matiza:

"¿De qué tamaño fue el daño en la zona Diamante de Acapulco?", se le pregunta tras aclararle que su colega dijo que era responsabilidad de ellos.

"Coadyuvamos", suaviza. "Ayudamos con tareas de dragado y limpieza de canales y barrancas. Tenemos el registro de 2 mil viviendas inundadas".

Cuando se le pregunta por qué pasa, dice que eso ocurre porque las inmobiliarias construyeron en humedales y taparon con muros afluentes naturales.

—¿Se tiene un plan para solucionar el problema?

—Tendremos que demoler todos esos muros que cierran los desfogues naturales. Dragar el río La Sabana. Eso ayudará, pero no solucionará el problema de forma permanente.

—¿Es el único modo?

—Ya no seguir construyendo. Que no se autoricen más desarrollos —concluye.

No nos moverán otra vez

Si se estuviera en la playa, este sería el día perfecto para dorarse la piel... y más si se está en la zona Diamante. Yuridia sabe el lugar en donde ella, su familia y 300 familias más terminaron viviendo, aunque no lo pidieran.

"Parece que las inundaciones serán cada año, y peores, dado el cambio climático. ¿Qué van a hacer?", se le pregunta a Yuridia, mientras Tomás, su marido, escucha a lo lejos.

"No nos iremos de aquí. Ya nos sacaron de donde vivíamos una vez y no lo volverán a hacer. Cada vez nos van a ir metiendo en lugares más pequeños hasta llevarnos a departamentitos".