En cinco años los hombres podrán transitar un embarazo gracias a la cirugía
Tiene sentido hacernos esta pregunta, ya que el centro médico Cleveland Clinic anunció la semana pasada que está realizando cirugías de trasplante de útero a mujeres que nacieron sin útero o cuyo útero está dañado o no funciona adecuadamente. Al escuchar la noticia, nosotros, y probablemente muchos de ustedes, nos preguntamos: si la ciencia puede trasplantar un útero a una mujer, ¿también podría trasplantarlo a un hombre?
¿Los hombres podrán dar a luz en algún momento? (Foto: Yahoo Health/iStock)
Sí. En teoría, los hombres pueden recibir un útero, llevar un embarazo a término y dar a luz. Pero lo que más nos sorprende es saber que estamos muy cerca de ese día, pronto los hombres podrán transitar un embarazo.
“Supongo que será posible dentro de 5 o 10 años, quizás antes”, dijo la Dra. Karine Chung, directora del programa de preservación de la fertilidad de la Escuela de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California. Hoy en día, los avances médicos permiten que las mujeres transgénero puedan ajustar su bioquímica para suprimir la parte masculina e introducir hormonas femeninas, tener senos con capacidad para amamantar y vaginas construidas quirúrgicamente con un clítoris sensible.
Sin embargo, hasta el momento, llevar un feto en el vientre era una utopía inalcanzable. Ahora los trasplantes de útero podrían hacerlo posible.
“Apuesto a que si el seguro médico lo cubriese, casi todas las mujeres transgénero querrían hacerlo”, dijo la Dra. Christine McGinn, una cirujana plástica de New Hope, Pensilvania, que realiza cirugías de reasignación de sexo. Actualmente asesora la nueva película La chica danesa, que versa sobre la primera persona que se sometió a la cirugía de reasignación de sexo.
McGinn, una mujer transgénero y madre de gemelos, comentó que el “impulso de una mujer por ser madre es un algo muy serio. Las mujeres transgénero no son diferentes”.
Los trasplantes de útero todavía están en fase de investigación para las mujeres que sufren infertilidad debido a problemas uterinos. Un equipo sueco ya ha trasplantado con éxito úteros obtenidos de donantes vivos y ha logrado cinco embarazos y cuatro nacidos vivos. En los próximos meses, el equipo de Cleveland Clinic planea trasplantar úteros de donantes fallecidos en pacientes de sexo femenino con infertilidad por problemas uterinos.
Un trasplante es difícil y peligroso, requiere que los pacientes tomen medicamentos anti-rechazo durante todo el embarazo y los expone a un riesgo de infección. Pero para muchas mujeres, sobre todo las que están en un proceso de transición, el riesgo vale la pena.
Sin embargo, cuando se trata de aceptar y nutrir un útero trasplantado, las mujeres biológicas tienen una ventaja sobre los hombres biológicos: poseen la vasculatura necesaria para alimentar de sangre al útero, ligamentos pélvicos que lo sustentan, una vagina y un cuello uterino, así como las hormonas naturales que preparan al útero para la implantación y regulan el embarazo.
Los hombres no tienen estos sistemas de apoyo, al menos de forma natural, pero no es imposible crearlos. “La anatomía de los hombres y las mujeres no es tan diferente”, indicó Chung. “Probablemente en algún momento alguien descubrirá cómo hacerlo”.
De hecho, ya existen las técnicas médicas que permiten superar muchos de los desafíos que implica el embarazo masculino.
1. La terapia hormonal puede “apagar” la testosterona e introducir la progesterona y el estrógeno necesarios para preparar al útero para el embarazo.
2. A pesar de que los hombres no tienen venas y arterias uterinas para nutrir el útero, se puede dirigir hacia este una ramificación de una gran arteria, como la ilíaca interna. “Es factible, simplemente no se ha hecho todavía”, explicó Chung.
3. Aunque es preferible contar con una vagina como sostén, también es posible aguantar un útero trasplantado con ligamentos de la pelvis.
Por el momento, el mayor problema que se interpone entre los hombres y el embarazo es transferir un embrión cultivado in vitro al útero trasplantado. En las mujeres sometidas a tratamientos de fertilidad la vagina y el cuello uterino son la ruta habitual para llegar hasta el útero. Sin embargo, como nunca se ha trasplantado un útero a un hombre biológico, aún no se han probado las técnicas necesarias para conectar una vagina construida con un útero trasplantado. Pero el Dr. Elliot Jacobs, un cirujano plástico de Manhattan, afirmó que, en teoría, “conectar ambas partes no es una gran hazaña quirúrgica”.
Quizá el obstáculo más insalvable es la cuestión económica: los trasplantes son muy caros, oscilan desde 25.000 dólares para un trasplante de córnea hasta 1,3 millones de dólares para un corazón, según datos de la Fundación Nacional de Trasplantes de los Estados Unidos. No podemos ni siquiera imaginar cuánto costaría un trasplante de útero, en caso de que sea posible, y hay pocas probabilidades de que los seguros médicos lo cubran.
“Es una cuestión atravesada por la clase social, solo los ricos tendrán acceso”, dijo McGinn, quien interviene en el documental TRANS.
Además, el trasplante de útero en los hombres genera preguntas éticas sobre los problemas de salud a largo plazo que podrían sufrir los receptores de trasplante y los niños. También se pone en tela de juicio el beneficio que puede obtener la sociedad al destinar tantos recursos solo para que algunos hombres y mujeres puedan experimentar la alegría de la maternidad.
“¿La gente estaría dispuesta a hacerlo? Sí”, dijo el Dr. Arthur Caplan, catedrático de ética médica en la Escuela de Medicina de la Universidad de la Ciudad de Nueva York. “Pero no creo que se convierta en una prioridad. Si tenemos que usar mejor nuestros escasos recursos, este proyecto no será viable”.