A un año, el AIFA no acaba de despegar: tiene más transporte y accesos pero aún pocos pasajeros; sumó 1 millón cuando esperaba 20

FOTOS: Sharenii Guzmán
FOTOS: Sharenii Guzmán

A un año de la inauguración del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), este cuenta ya con nuevas carreteras y vialidades de acceso, así como con una oferta más amplia de transporte público y privado para los pasajeros. Sin embargo, los datos oficiales reflejan que la cantidad de personas que usaron la nueva terminal y el volumen de operaciones diarias están todavía muy lejos de la meta marcada por el propio Ejecutivo federal. 

En el acto de inauguración del AIFA, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que su administración esperaba que la nueva infraestructura aeroportuaria transportara al año hasta 20 millones de pasajeros. Desde entonces, las estadísticas han mostrado un aumento paulatino del número de usuarios: en septiembre pasado, por ejemplo, se pasó por primera vez el pico de los 100 mil, un 91% más que en el mes de arranque. No obstante, los datos del AIFA también reflejan que entre el 21 de marzo del año pasado, cuando se inauguró, y el 31 de enero de este año, la cantidad total acumulada de pasajeros fue de 1 millón 098 mil. Apenas el 5.49% de la meta establecida por el presidente. 

Por otra parte, la cantidad de operaciones aéreas también ha ido aumentando progresivamente: en septiembre pasado también se superó el pico de las mil operaciones mensuales, un 114% más que al arranque del AIFA, cuando apenas se completaron 138 vuelos en un mes. Sin embargo, en total se han registrado 10 mil 852 operaciones en 11 meses, lo que da un promedio de 30 operaciones diarias, una cifra también lejana de la meta establecida de 120 operaciones al día para que el AIFA sea rentable económicamente. Ahora bien, en enero de este año ya se alcanzaron las mil 856 operaciones aéreas, por lo que al menos en ese mes el promedio subió a 60 operaciones diarias.

Ante estas estadísticas oficiales, Humberto Gual Ángeles, secretario general de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA), dijo en entrevista que la demanda del nuevo aeropuerto ha ido creciendo, aunque todavía persisten varias “áreas de oportunidad” para mejorar el servicio de la nueva infraestructura. 

Una de esas áreas, señaló, es que el AIFA es todavía un aeropuerto con “muy pocas posiciones”; es decir, que las dos pistas del nuevo aeropuerto solo tienen espacio para que 28 aviones puedan llegar o partir. “Debería de haber un crecimiento de las plataformas de posiciones, si es que se aspira a albergar un mayor número de operaciones aéreas”, dijo Gual, quien agregó que, al no contar todavía con tantas posiciones en pista ni con tantas operaciones, el AIFA todavía es un aeropuerto “que está por ponerse a prueba”. 

“Hay que ver cómo responderá cuando tenga un mayor flujo de pasajeros y un mayor flujo de aeronaves en una misma franja horaria. Por ejemplo, hay que ver cómo funcionará el tema de la recarga de combustible de las aeronaves. Eso es algo a lo que hay que ponerle mucha atención, para ver que no se empiecen a generar demoras en los vuelos”. 

Lee: AMLO reconoce que AIFA inició lento, pero asegura que en diciembre generará utilidades

En este tema de la recarga de combustible, Gual apuntó que en la actualidad aún se está llevando a cabo “a la antigüita” en el AIFA, es decir, por medio de pipas. Esto, debido a que aún no están operando los “turboductos” que surten la turbosina a los aviones. 

Otro pendiente del nuevo aeropuerto continúa siendo la accesibilidad y las carreteras. A un año de la inauguración, los gobiernos de la Ciudad de México y del Estado de México siguen llevando a cabo proyectos de conectividad, de los cuales algunos ya están en operación. Por ejemplo, la Vía Morelos-Camino a Tonanitla, que se inauguró el 16 de febrero pasado; se trata de una vía de 14 kilómetros, seis carriles y una inversión de 7 mil 500 millones de pesos, que va desde el llamado Puente de Fierro, en Ecatepec, hasta el nuevo aeropuerto. Este tramo se recorre en apenas 10 minutos. 

Desde que López Obrador propuso cancelar la construcción del aeropuerto en Texcoco y habilitar la base aérea de Santa Lucía, durante la campaña de 2018, dijo que al nuevo aeropuerto se le añadiría una vía de comunicación confinada y rápida, de 38 kilómetros, para unir las dos terminales, el AIFA y el actual Aeropuerto Internacional Benito Juárez; sin embargo, dicha vía confinada aún no está concluida. 

Con motivo del año de inauguración, Animal Político hizo un recorrido en vehículo desde el Centro Histórico de la capital, en la Torre Latinoamericana, hasta el AIFA, utilizando vías de cuota y también la nueva vialidad del Puente de Fierro. El recorrido duró entre 45 y 50 minutos, aunque sin el tráfico habitual porque se trataba de un día festivo. A la vuelta, el tiempo para llegar a la capital fue también de unos 45 minutos. 

“El problema del AIFA es que, a veces, podrás hacer 40 o 50 minutos para llegar. Aunque, en ocasiones, en ese mismo trayecto puedes invertir hasta dos o tres horas en un día de tráfico pesado, como me ha pasado a mí en varias ocasiones”, señaló Humberto Gual. 

“Es un aeropuerto más eficiente que el AICM”

En entrevista, usuarios del nuevo aeropuerto contaron su experiencia. 

Farabi Moussa viajó desde la ciudad de Puebla hasta el AIFA en un autobús ADO que empleó dos horas y media de trayecto. Además de esta compañía, también hay autobuses Estrella Roja que tienen corridas diarias al nuevo aeropuerto. 

“Elegí venir al Felipe Ángeles por comodidad y porque no está tan saturado como el Benito Juárez de la Ciudad de México”, expuso Moussa, para quien es la tercera vez que vuela desde el Felipe Ángeles. Hizo un vuelo nacional. 

“El único problema que le veo a este nuevo aeropuerto —contrapuso— es que no hay tantos horarios para viajar en autobús de aquí a Puebla o a otras ciudades. Y eso hace un poco más complicado venir hasta aquí”.

Uriel, que llegó procedente desde Cancún, dijo que era la primera vez que utilizaba el Felipe Ángeles y que, en su opinión, fue una “buena experiencia”, sobre todo “porque es mucho más fluido y rápido que el aeropuerto de la Ciudad de México”. 

“Entrar y salir es mucho más rápido porque es un aeropuerto que está mucho menos saturado que el Benito Juárez. Además, en la Ciudad de México sales del aeropuerto y te encuentras un tráfico muy pesado, y para llegar igual. Siento que el Felipe Ángeles es más eficiente ahora mismo”. 

María José Molina y Víctor Villa llegaron de Mérida, Yucatán. Dijeron que tardaron solo 10 minutos en pasar el filtro de seguridad para llegar a la sala de embarque, y que el proceso de recogida de maletas fue igual de rápido. Además, destacaron que el precio de los boletos fue más barato que en el aeropuerto capitalino, debido a que el impuesto del TUA es más bajo en el Felipe Ángeles. 

“Fue una buena experiencia. El único pero que diría que se necesita que haya más vuelos y más rutas a otras ciudades”, dijo Víctor. 

“A lo mejor, si hubiera un tren rápido o más camioncitos que te llevaran al centro de la ciudad y que fueran económicos, habría más gente utilizando este aeropuerto”, sugirió María José. 

En cuanto al tren, ya se están llevando a cabo las obras del Tren Interurbano que proyecta conectar el AIFA con la estación Buenavista de la Ciudad de México. De hecho, en la zona de llegadas ya se puede apreciar que está finalizada la futura estación. Mientras, en las pantallas del nuevo aeropuerto, así como en los stands de información, se detalla que ya hay compañías como EcoElite o E-bus que tienen camionetas y vans con salidas desde y hacia varios puntos de la ciudad, como el Monumento a la Revolución, la Roma-Condesa, el Ángel de la Independencia, Auditorio, World Trade Center, Ciudad Satélite o las centrales de autobuses del Norte y TAPO, con diferentes horarios y precios que oscilan entre los 110 y 250 pesos por trayecto. Además, también está la opción del Mexibús, que llega hasta Indios Verdes, o el taxi, aunque su precio puede llegar a los 800 pesos. 

“La primera vez fue un caos”

Juan Manuel Izquierdo opinó que el AIFA es “muy buena opción” para vuelos nacionales —para internacionales aún hay muy poca oferta, con vuelos a Cuba, Venezuela y Panamá— y destacó que “poco a poco” la funcionalidad del Felipe Ángeles ha ido mejorando. 

“La primera vez que tomé un vuelo aquí fue un caos. Venía de la Central de Autobuses del Norte y tuve que investigar cómo llegar hasta acá. Pero ahora ya hay mejor conectividad y más ofertas de camionetas y vans que vienen desde la Condesa y de otros puntos de la ciudad. Es decir, ya hay muchas más opciones para todos los públicos”, enfatizó Izquierdo, aunque a continuación matizó que, debido a los tiempos de traslado, el AIFA puede ser una mejor opción para quienes viajan por turismo y sin las prisas de la actividad laboral. 

“Hay gente que prefiere invertir un poco más de dinero y volar desde el Benito Juárez, que es más caro, pero llegar más rápido al aeropuerto. Y hay quienes prefieren invertir algo más de tiempo en llegar hasta el Felipe Ángeles, pero volar más barato”, consideró el viajero, que apuntó que en sus últimos vuelos a Cancún y Guadalajara desde el AIFA ha ahorrado entre mil y 2 mil pesos por boleto, en comparación con el Benito Juárez.