Tras 7 años presos, liberan a presos inocentes

VILLAHERMOSA, Tab., diciembre 9 (EL UNIVERSAL).- Después de haber permanecido siete años en prisión por un secuestro que no cometieron, Héctor, Gonzalo y Juan Luis —protagonistas del documental Duda Razonable: Historia de dos secuestros, en el cual se dieron a conocer las fallas del proceso que se les siguió y las pruebas de inocencia a su favor— abandonaron la cárcel de Macuspana y analizan la posibilidad de demandar al estado.

La libertad de los tres hombres la ordenó la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), al determinar que era viable otorgar el amparo liso y llano solicitado, dejar sin efectos las sentencias de la primera y segunda instancia, esta última de 50 años, y ordenar su inmediata liberación, dejando sin validez las acusaciones hechas en 2015 por la Fiscalía General del Estado (FGE) y el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Tabasco, que los encontraron culpables de la privación de la libertad de una mujer.

Héctor, uno de los inculpados y quien paso siete años de su vida encarcelado, aseguró que en estos momentos sólo quiere disfrutar a su familia y sus niños, quienes sufrieron su ausencia, y más adelante —con el equipo de abogados— decidirá si emprende una demanda en contra de quienes los acusaron injustamente.

Relató a EL UNIVERSAL que fueron momentos difíciles, pero cuando la Corte aceptó estudiar el amparo solicitado, sus esperanzas de volver a obtener su libertad renacieron, porque adentro no se tiene vida y se tiene que aprender un oficio para poder salir adelante.

"Aquí [en Tabasco] nos cerraban las puertas, tocábamos una y otra y nada, sentíamos que ya no había nada que hacer; de verdad que ahí sentimos un alivio. Ahorita no tengo cabeza para pensar en otra cosa [demanda], sólo [quiero] estar con mi familia, mis hijos y recuperar el tiempo perdido. Salir adelante y luego hablar con los abogados", aseguró.

Héctor, quien era comerciante antes de ser detenido y encarcelado en el reclusorio de Macuspana, aseguró que tuvo que aprender a tejer hamacas y a hacer blusas para poder ayudar a su esposa Mayra, ya que se había quedado sola con sus hijos. Afirmó que hubo días de visita que no le llevaban ni un taco porque no había dinero.

Esta liberación no hubiera sido posible sin la ayuda de los abogados, quienes durante todo este tiempo pasaron horas, días, semanas, meses y años entre juzgados y comparecencias; uno de ellos es Alberto Magaña, quien antes de graduarse pasó por algo similar, ya que fue encarcelado injustamente en el estado de Nuevo León, y al obtener su libertad por falta de pruebas, decidió sumarse a esta defensa por considerar que Héctor, Gonzalo y Juan Luis eran —así como él— inocentes y víctimas de la injusticia de los poderosos.

"La sensación es inmensa; la felicidad es inmensa; hoy puedo decir que ganó la justicia, ganó la presunción de inocencia, la duda razonable, ganó la libertad, ganaron los muchachos: Héctor, Gonzalo, Juan Luis; ganó este equipo de defensa, que lo integramos con mucho gusto y con mucho amor para que se hiciera justicia", apuntó el abogado.

El jurista señaló que ahora dependerá de los tres hombres decidir si inician o no alguna demanda en contra del estado y de quienes inventaron las pruebas, responsables de que hayan pasado siete años en prisión por un delito que no cometieron.