Al menos 670 manifestantes siguen detenidos tres años después de protestas del 11J en Cuba

Tres años después, al menos 670 cubanos siguen en prisión por participar en las protestas antigubernamentales del 11 de julio de 2021, algunos de ellos cumpliendo condenas de más de 20 años, dijeron el jueves activistas de derechos humanos en un reporte que conmemora la fecha.

Justicia 11J, una organización que monitorea la situación de los manifestantes, dijo que confirmaron el arresto de 1,584 personas que participaron en las mayores manifestaciones en Cuba en varias décadas.

En una audiencia organizada el jueves por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Camila Rodríguez, directora de Justicia 11J, dijo que se han documentado incidentes de acoso, tratos degradantes y privación de atención médica que afectan a 240 presos, especialmente aquellos con perfiles políticos como el líder opositor José Daniel Ferrer.

En un audio, su esposa, Nelva Ortega-Tamayo, dijo que sus familiares no han podido contactarlo desde una breve visita en abril. Está recluido en régimen de incomunicación en una prisión de alta seguridad en Santiago de Cuba y no se le permite hacer llamadas telefónicas ni recibir visitas familiares desde marzo del año pasado, dijo Ortega-Tamayo. Ella destacó que la salud de Ferrer se ha ido deteriorando.

“Lo están enterrando vivo”, dijo.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, conmemoró el aniversario con una declaración pidiendo al gobierno cubano que libere a todos los manifestantes.

“Reiteramos nuestro llamado a su liberación inmediata e incondicional, así como a la liberación de todos los presos políticos detenidos en Cuba”, dijo. “El pueblo cubano no será silenciado, como tampoco lo será nuestro compromiso de apoyarlo en su búsqueda de un futuro más brillante y libre. Nuestro mensaje al gobierno cubano es inequívoco: la protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales no es negociable”.

Los esfuerzos diplomáticos de Estados Unidos, los gobiernos europeos y el Vaticano para obtener la liberación de los prisioneros han fracasado hasta ahora.

Un grupo de legisladores republicanos, entre ellos los cubanoamericanos de Miami Mario Díaz-Balart, María Elvira Salazar y Carlos Giménez, presentaron el jueves una resolución “ensalzando la valentía” de los cubanos que, hace tres años, “enfrentaron acoso brutal, palizas y tortura para protestar contra el régimen comunista cubano, exigiendo el acceso a sus derechos fundamentales a la vida, la dignidad y la libertad”.

El 11 de julio, los cubanos salieron a las calles de toda la isla masivamente, pidiendo libertad. Fueron recibidos con violencia por parte de la policía, las fuerzas especiales y partidarios del gobierno cubano, alentados por los comentarios televisados en vivo del gobernante del país, Miguel Díaz-Canel, instando a sus partidarios a confrontar a los manifestantes.

Los fiscales cubanos acusaron indistintamente a menores, madres, personas mayores, líderes religiosos afrocubanos, artistas prominentes y miembros de la oposición que participaron en las manifestaciones— o expresaron su voluntad de unirse a ella—de sedición y otros delitos graves en lo que los críticos del gobierno ven como un esfuerzo por intimidar a la población y aplastar la disidencia.

Pero han continuado protestas más pequeñas a medida que la situación económica del país continúa deteriorándose mientras el liderazgo cubano se resiste a las reformas y restringe aún más las libertades civiles con nuevas leyes.

Las protestas del 11 de julio, alimentadas por una grave crisis económica, pusieron en marcha la ola migratoria más importante en varias décadas. Más de 627,000 cubanos han migrado a Estados Unidos solo desde el inicio del año fiscal 2021, buscando protección en la frontera de Estados Unidos con México o llegando legalmente a través de un nuevo programa de parole establecido por la administración de Joe Biden. Otros 65,000 llegaron a Estados Unidos a través de la reunificación familiar y otras vías legales.

Hablando desde su celda en la prisión de alta seguridad de Guanajay en Cuba, Luis Manuel Otero Alcántara, un destacado artista y crítico del gobierno detenido desde el 11 de julio de 2021, dijo que tenía fe que “hoy por hoy, estamos cada día más cerca de libertad”.

En un audio publicado el jueves por Martinoticias, un medio de la Agencia de Estados Unidos para los Medios Globales, Otero Alcántara, quien encabezó el colectivo artístico Movimiento San Isidro, dijo estar dispuesto a sacrificarse “en función del otro, en función de nuestros hijos, en función de que este país todavía vale la pena.”

Varias organizaciones de derechos humanos, entre ellas la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Amnistía Internacional y Víctimas del Comunismo, pidieron el jueves al gobierno cubano que libere a los manifestantes. En un comunicado firmado por Justicia 11J, Cubalex, Pen International, Artistas en Riesgo y otras seis organizaciones, señalan también que la situación de derechos humanos en la isla ha seguido empeorando.

Carlos Michel Morales, periodista independiente que cumplió una condena de 34 meses por participar en las manifestaciones del 11 de julio y fue liberado en marzo, fue nuevamente arrestado en mayo y está en huelga de hambre desde el 19 de junio, informó Cubadecide, una organización opositora encabezada por Rosa María Payá.

La organización dijo que Morales ingresó el martes en un hospital de Villa Clara el lunes en estado crítico.