6 mentiras repetidas una y otra vez contra el Islam y los musulmanes y cómo se pueden desmontar fácilmente

Hace apenas unos meses, miles de personas empezaron a llegar masivamente a Europa buscando nuevas oportunidades. Huían fundamentalmente de Siria, Irak y Afganistán, se habían refugiado en países como Turquía, Jordania y Líbano y pensaban que en lugares como Alemania o Suecia tendrían mejores oportunidades.

Pese a que en un primer momento los Gobiernos europeos no reaccionaron bien a este flujo migratorio, finalmente decidieron actuar y negociaron una serie de cupos que finalmente han quedado en prácticamente nada –España solo ha acogido 18 de los 17.000 refugiados que tenía que recibir-.

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Manifestación de musulmanes en Madrid en contra del terrorismo (Reuters).

Paralelamente, las ideas xenófobas se han ido difundiendo en estas sociedades al repetir una y otra vez una serie de mentiras que han calado en políticos, medios de comunicación y personas en general. Estas son algunas de las más repetidas:

1 El Islam es una religión violenta

La cantinela se ha repetido una y otra vez, pero eso no la ha convertido en una afirmación verdadera. Pese a que grupos terroristas como el Daesh se enarbolen como los defensores del Islam y empleen la violencia, lo cierto es que solo hay que acudir al Corán para descubrir que esta afirmación es completamente falsa.

El Islam, como el resto de las religiones, defiende la paz y no la violencia. Por ejemplo cuando Dios le dice a Mahoma: “En verdad, por una misericordia de Dios fuiste blando con ellos, pues si hubieras sido seco y duro de corazón, rápidamente se hubieran apartado de ti». (3:159). El debate no debe ser si el Islam es una religión violenta o no, sino el por qué hay gente que decide usar el Islam para defender la violencia.

2 Los musulmanes apoyan la violencia y no creen en la democracia

Otra argumentación que normalmente suele acompañar a la anterior. Ejemplos hay decenas, algunos tan sonados como el del candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, que ha propuesto prohibir la entrada en el país a los musulmanes. Esta afirmación es tan absurda que prácticamente se desmonta sola.

Lo primero de todo es recordar que la mayor parte de víctimas del terrorismo yihadista son musulmanas. Una investigación estadounidense de 2011 mostró que la mayor parte de las muertes (entre el 82% y el 97%) que se produjeron por ataques terroristas fue contra musulmanes. Incluso, un imán de París subió la cifra a un 95% tras el ataque contra la revista satírica Charlie Hebdo.

En segundo lugar, reseñar que el país con más musulmanes del mundo, Indonesia con más de 204 millones y un 12,7% de todo el mundo, es una democracia.

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Países en los que más del 10% de su población es musulmana. En color morado los países en los que la mayoría de la población pertenece a otra rama que no es la suní, mayoritaria (CIA).

3 Todos los musulmanes son terroristas

Esta afirmación es una auténtica barbaridad pese a que ha sido repetida como un mantra por los islamófobos. De hecho, basta con mirar el mapa anterior para darse cuenta que hay musulmanes en prácticamente todos los lugares del mundo y la inmensa mayoría apuesta por la paz.

En este sentido, es interesante destacar la campaña que se produjo en las redes sociales tras los atentados en París de noviembre de 2015. Con los hashtags #TerrorismHasNoReligion (El terrorismo no tiene religión) y #MuslimsArentTerrorists (Los musulmanes no son terroristas) miles y miles de musulmanes de todo el mundo condenaron los ataques perpetrados por el Daesh y que se saldaron con 129 muertos.

De hecho, acudiendo una vez más al Corán vemos el firme rechazo de la violencia: “Quien mata a una persona sin que ésta haya cometido un crimen o sembrado la corrupción en la Tierra es como si matase a toda la humanidad. Y quien salva una vida es como si salvase a toda la humanidad”. (5:32).

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Manifestación en Roma de musulmanes (Reuters).

4 El Islam oprime a la mujer

A menudo se critica en Occidente que la forma en la que visten las mujeres musulmanas, llevando el hijab (velo que cubre la cabeza y el pecho), es una forma de opresión de sus derechos y libertades.

Lo primero que es necesario aclarar es que el Corán en ningún caso obliga a llevar ese atuendo y permite todo tipo de vestimenta; de hecho en sus páginas solo hace referencia a vestir de manera modesta y con decoro tanto para hombres como para mujeres: “Coman, sean caritativos y vistan sin abuso ni opulencia”. Vestir con decoro es algo que puede estar recogido en cualquier libro religioso teniendo en cuenta su momento histórico.

Pero es que además no se puede obviar que hay millones de mujeres musulmanas en el mundo que viven la religión con libertad y como una elección propia. Son ellas mismas las que deciden vestir de esa manera y es de los más respetable. Otro asunto es del la desigualdad que hay en el mundo entre hombres y mujeres tanto en unos sitios como en otros.

5 Estado Islámico no representa al Islam

Por mucho que Al Baghdadi se autoproclame califa y gran defensor de todos los musulmanes del mundo, lo cierto es que el Daesh intenta apropiarse de una religión que comparte con millones de personas en el mundo, la utiliza en función de sus intereses e intenta justificar sus acciones con ella.

Tal y como hemos analizado anteriormente, el Islam no defiende la violencia, sino la paz y en este sentido el Corán nos vuelve a ser de gran ayuda, ya que condena duramente el asesinato: “Los primeros casos a ser juzgados entre la gente en el Día del Juicio serán aquellos de derramamiento de sangre”.

Con la falsa excusa de la religión, se justifican actos deleznables que tienen como telón de fondo luchas geopolíticas y económicas por el control de los recursos en países como Siria o Irak.

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Un soldado del Daesh enarbola la bandera del grupo (Reuters).

6 El Islam no permite otras religiones

Pese a que los extremistas manifiesten esta afirmación continuamente y los contrarios lo usen como argumento para extender las ideas xenófobas en contra de los musulmanes, lo cierto es que en el Corán viene recogido perfectamente la tolerancia a otras religiones. “Vosotros tenéis vuestra religión, y yo tengo la mía”.

Pero es que además, las personas de otras religiones eran protegidas. “A los judíos que nos siguen les corresponde la ayuda y la equidad. Ellos no deben ser dañados ni auxiliados sus enemigos”.

Y 7: No dejemos que nos contaminen ideológicamente y pensemos

En los últimos años, el Islam ha estado en boca de políticos occidentales, políticos autoritarios de países árabes, terroristas de todas las calañas, ciudadanos de todos los tipos… La mayor parte de esas veces ha sido para utilizar, criticar o justificar actuaciones y reacciones.

Una vez más, no olvidemos que se trata de una religión, que como todas las demás, se basa en la paz, el amor y valores positivos. Que haya personas que lo utilizan para defender actos indefendibles no es responsabilidad de esa religión, sino de la persona.

La generalización siempre suele ser mala compañera y en estos tiempos que corren, ha cundido cada vez con más fuerza la idea de ‘ellos y nosotros’, convirtiéndose de manera injusta en sospechosos los millones de musulmanes que viven pacíficamente en el mundo.

Solo con tolerancia, respeto y comprensión podrán ser señalados y desaparecer aquellos que siembran el odio, la violencia y el miedo en las sociedades.

Javier Taeño (@javiertaeno)