Autoridades ajustan a 38 el número de migrantes muertos en incendio en México

Por Jose Luis Gonzalez

CIUDAD JUÁREZ, México, 28 mar (Reuters) -Autoridades mexicanas revisaron a la baja el martes el número de personas que fallecieron en un incendio desatado la noche del lunes en un centro de detención en el norte de México, en una de las peores tragedias de los últimos meses relacionadas con migrantes.

El Instituto Nacional de Migración (INM) dijo que tras una revisión de los hospitales a los que habían sido llevadas las víctimas se definió que los muertos eran 38 y no 40 como habían calculado unas horas antes.

En la instalación, ubicada en Ciudad Juárez, frente a El Paso, Texas, había 68 personas alojadas, confirmó el INM, que más temprano informó que los heridos, de gravedad, fueron trasladados a varios hospitales cercanos.

La autoridad migratoria mexicana no detalló las nacionalidades de las víctimas hasta ahora al actualizar el número de muertos, pero publicó una lista con los nombres y las nacionalidades de los 68 hombres que estaban en el centro de detención cuando surgió el incendio.

De ellos, 28 son guatemaltecos, 13 hondureños, 13 venezolanos, 12 salvadoreños, un colombiano y un ecuatoriano.

Más temprano las cancillerías de Guatemala y Honduras habían dicho que 28 y 13 de sus connacionales, respectivamente, habían perecido en el incidente.

Las víctimas guatemaltecas habían sido entrevistadas el lunes, como paso previo para ser retornados a su país, dijo a Reuters la portavoz de la cancillería de Guatemala, Karla Samayoa.

La mayoría de los guatemaltecos fallecidos eran oriundos de los departamentos Huehuetenango, San Marcos y Quetzaltenango, cerca de la frontera con México, precisó el canciller Mario Búcaro. Entre ellos no hay mujeres ni menores de edad.

Huyendo de la violencia y pobreza en casa, cada año, miles de migrantes cruzan México con la intención de llegar a Estados Unidos en busca del "sueño americano". Sin embargo, muchos pierden la vida durante el largo y peligroso trayecto, otros son deportados al llegar a su destino y, los menos, alcanzan su cometido.

En los últimos años, cada vez más personas de Sudamérica -especialmente de Venezuela- han engrosado las cifras de migrantes que cruzan Centroamérica camino a Estados Unidos.

"Estoy desde la una de la tarde esperando al papá de mis hijos y cuando hicieron las 10 (de la noche) empezó a salir humo por todos lados", dijo Viangly Infante, una venezolana de 31 años.

Su esposo, Eduard Caraballo, de 27 años, estaba en una de las celdas de detención dentro de las instalaciones cuando comenzó el incendio y sobrevivió rociándose agua y presionándose contra una puerta, contó Infante, quien agregó que vio muchos cadáveres en el suelo.

El incidente se originó cuando algunos migrantes recluidos protestaron quemando colchones en la puerta del recinto, según el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador. El Gobierno supone que la acción fue motivada porque se enteraron de que iban a ser "deportados".

"No imaginaron que esto iba a causar esta terrible desgracia", agregó el mandatario en su conferencia de prensa matutina. Medios locales señalaron que los migrantes protestaban porque tenían sed y no les proporcionaron agua.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) de México informó en un comunicado que "inició una investigación exhaustiva sobre los hechos acontecidos, así como sobre las condiciones en que se encontraban las instalaciones del INM en las que se suscitó el siniestro y los protocolos activados ante la emergencia".

Por su parte, la portavoz de la ONU, Stephane Dujarric, pidió en un comunicado una "investigación exhaustiva del trágico suceso", a la par que lamentó lo ocurrido y trasladó su pésame a las familias afectadas.

En un video que circula en redes sociales se puede ver a algunos migrantes retenidos mientras dos presuntos miembros del INM abandonan el centro de detención cuando las llamas comenzaban a devorar el lugar. Reuters no pudo corroborar independientemente la veracidad de las imágenes.

Los sucesos con migrantes no han sido una excepción en México.

En febrero, un autobús que trasladaba migrantes de Venezuela, Colombia y Centroamérica se accidentó en una carretera del sureño estado mexicano Oaxaca, dejando al menos 17 muertos.

En diciembre de 2021, al menos 55 personas murieron y decenas resultaron heridas cuando un camión repleto de migrantes volcó en Chiapas, un estado fronterizo en el sur de México. En 2010, 72 migrantes fueron masacrados por sicarios de un cártel de la droga en el norteño estado Tamaulipas.

"AHORITA TE LO SUELTO"

En las últimas semanas se ha visto una acumulación de migrantes en las ciudades fronterizas mexicanas a medida que las autoridades intentan procesar las solicitudes de asilo utilizando una nueva aplicación del gobierno de Estados Unidos, conocida como CBP One.

Muchos migrantes sienten que el proceso está tomando demasiado tiempo y, a principios de mes, cientos de ellos, en su mayoría venezolanos, se pelearon con funcionarios estadounidenses en la frontera, frustrados por las dificultades por asegurar las citas de asilo.

La venezolana Viangly Infante dijo que su familia había logrado una cita a través de la aplicación CBP One, pero el lunes por la tarde detuvieron a su marido, quien se encuentra en un hospital local tras sobrevivir al humo y el fuego.

Las autoridades migratorias le dijeron que para liberarlo, debía tener en papel un documento que había subido a la plataforma en formato digital. "Pero si lo tiene impreso, ¿por qué lo detienen?", se preguntó.

"Ahorita te lo suelto", le indicaron varias veces más tarde, pero nunca lo hicieron, denunció Infante, madre de tres menores -de uno, 12 y 13 años-. La migrante sudamericana relató que la familia salió de Venezuela por la situación económica, la delincuencia y porque no hay estudios para sus hijos.

Venezuela atraviesa una aguda crisis que ha obligado a poco más de siete millones de personas a abandonar la otrora próspera nación petrolera. La gran mayoría de ellos ha optado por países de América Latina y el Caribe.

En la mañana del martes, amigos y familiares de las víctimas, así como defensores de derechos de los migrantes, se acercaron al lugar para dejar flores y mostrar su solidaridad.

La migrante venezolana Helery Medina relató que tenía a dos amigos dentro de la estación migratoria y no sabía qué había pasado con ellos ni cómo se desarrolló el incidente. "Queremos que nos digan qué fue lo que pasó", manifestó.

"La noticia del incendio en el centro de detención de migrantes en Ciudad Juárez es devastadora", aseguró Rafael Velásquez, de la ONG Comité Internacional de Rescate (IRC, por su sigla en inglés).

"A medida que México recibe números históricos de nuevas solicitudes de asilo y EEUU continúa implementando políticas que empujan a los solicitantes de asilo a regresar a México, la infraestructura humanitaria en el país está cada vez más tensa y más personas están atrapadas en situaciones altamente vulnerables", agregó.

El incendio, uno de los más mortíferos de su tipo en el país en los últimos años, ocurre mientras Estados Unidos y México luchan para hacer frente a niveles récord de cruces en su frontera compartida.

(Reporte adicional de Lizbeth Díaz, Dave Graham y Anthony Esposito en Ciudad de México; Sofía Menchú en Ciudad de Guatemala; Gustavo Palencia en Tegucigalpa y Michelle Nichols en Nueva York; Escrito por Diego Oré; Editado por Ana Isabel Martínez, Ricardo Figueroa, Manuel Farías, Aida Peláez-Fernández y Adriana Barrera)