Pirna, la ciudad donde la ultraderecha alemana normaliza su ejercicio del poder
Salvador Martínez Mas
Pirna (Alemania), 31 ago (EFE).- La ciudad de Pirna es uno de los bastiones de Alternativa para Alemania (AfD), que a principios de año tomó las riendas del poder aquí para normalizar a un partido de ultraderecha considerado extremista, algo que no perturba en general a los habitantes de esta pintoresca población de casi 40.000 habitantes.
Thomas, un hombre que pasea con su mujer y su hijo por el plácido centro histórico de Pirna, aseguró a EFE que Pirna tiene "una base social conservadora" que hace de "terreno del que puede en principio aprovecharse AfD".
Regina, una mujer de mediana edad que acaba de perder su trabajo después de que cerrara su empresa -una firma de componentes para la industria automovilística-, señaló a EFE que si en Pirna hay actualmente un alcalde apoyado por AfD, eso se debe al voto mayoritario de la población.
"Es un resultado democrático, puede gustar o no, pero es así, qué le vamos a hacer", afirmó esta mujer, que confiesa que no votó por Tim Locher, alcalde de la ciudad.
"Yo no me he sentido perjudicada en nada. Y tampoco se está maltratando a los inmigrantes", añadió, al aludir a una de las reivindicaciones clásicas de AfD: endurecer las políticas de inmigración y asilo.
Un alcalde apoyado por AfD y el 38 % de los votos
A finales del año pasado, Tim Lochner se convirtió en el primer alcalde de una ciudad alemana gracias al apoyo de AfD, pues consiguió en las elecciones locales un 38 % de los votos, más que ningún otro candidato.
En otras poblaciones, lo habitual es que en las elecciones locales haya una coalición de partidos tradicionales como el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) o la Unión Cristianodemócrata (CDU) para evitar situaciones como la que ha puesto a Lochner en la sala de mandos de Pirna, urbe considerada las "puertas de la Suiza Sajona".
La "Suiza Sajona" es una región del este alemán situada entre Alemania y la República Checa que atrae cada año una ingente cantidad de visitantes.
Lochner, de 54 años, dio a conocer a Pirna a todo el mundo cuando accedió al poder, del mismo modo que el político de AfD Hannes Loth hizo lo propio con su pueblo al hacerse con las llaves de alcaldía de Raguhn-Jeßnitz, en Sajonia Anhalt (este).
No pesó en su candidatura que en Sajonia la Oficina Federal para la Protección de la Constitución, nombre de los servicios de inteligencia del Ministerio del Interior, haya decidido considerar a AfD un "caso seguro" de extremismo de derechas.
Con pasado en la Unión Cristianodemócrata (CDU), Lochner no es militante de AfD, pero sí es el hombre que, como "independiente" ha gozado del apoyo del partido de ultraderecha en su acceso al poder.
Bastión de la ultraderecha desde 2017
A Pirna, desde las elecciones de 2017, en las que AfD logró representación parlamentaria, se la considera un bastión de AfD.
En la circunscripción de esta ciudad logró en 2017 el partido de ultraderecha un escaño la que fuera una de sus voces más prominentes, la política Frauke Petry, que después dejaría el partido por problemas con la dirección.
Siete años más tarde, la idea de AfD es convertir a toda Sajonia y otras regiones, como Thuringia -que también vota el domingo-, un fuerte para el partido.
"Lo que hemos visto en la campaña estos días es que hemos recibido mucho apoyo y poco rechazo", dijo a EFE Martin Braukmann, candidato de AfD para la circunscripción de la "Suiza Sajona", que se atreve a aventurar "un resultado fantástico" para su partido el domingo en las elecciones para los parlamentos regionales de Sajonia y Turingia.
A su entender, Lochner es un as en la manga de AfD pues con él, "el partido puede trabajar muy bien".
"Lo que nos llega del trabajo en el Ayuntamiento es que el ambiente de trabajo allí es muy bueno, y que tiene una mayoría y que no cuenta con una real oposición, por lo que hace", señala Braukmann.
Otros en AfD, sin embargo, reconocen que en Pirna hay división pues los hay que piensan que lo que ha pasado en la ciudad es "una catástrofe", como demuestran las protestas que hubo poco después de que Lochner tomara posesión del cargo en señal de rechazo a ver a este hombre cercano al partido de ultraderecha hacerse con las llaves de la ciudad.
Desde el Ayuntamiento de la ciudad defendieron la gestión de Lochner en unas declaraciones a EFE.
"Las acusaciones poco objetivas no tienen efecto en la población y se desvanecen, Tim Lochner se mantiene firme en su empeño. Es el alcalde de todos aquellos que pueden estar de acuerdo en las reglas básicas de la civilización", señalaron desde el consistorio.
(c) Agencia EFE