Uno en contra, el único gol que el poderío ofensivo de Francia consiguió en las dos primeras fechas de la Eurocopa

Antoine Griezmann tuvo varias oportunidades, especialmente dos debajo frente al arco cuidado por el neerlandés Bart Verbruggen, pero no encontró la red, y Francia sigue sin convertir en la Eurocopa mediante jugadores propios.
Antoine Griezmann tuvo varias oportunidades, especialmente dos debajo frente al arco cuidado por el neerlandés Bart Verbruggen, pero no encontró la red, y Francia sigue sin convertir en la Eurocopa mediante jugadores propios. - Créditos: @FRANCK FIFE

Si hay un seleccionado favorito para quedarse con la Eurocopa que se está disputando en Alemania, más allá del peso –y del invicto y el buen juego– del propio anfitrión y de las figuras de Inglaterra, ése es Francia. Subcampeón del mundo y dotado de grandes estrellas, el conjunto dirigido por Didier Deschamps tiene fuertes argumentos para ponerse a la par del local y por encima de otras selecciones. Este viernes fue mucho más peligroso que Países Bajos, pero terminó protagonizando el primer empate sin goles del certamen. El ataque, que atemoriza y se hace respetar por desequilibrio, verticalidad, nombres y poder de fuego, todavía no dio el presente pasadas las dos primeras jornadas de la etapa de grupos.

No hizo falta la presencia de Kylian Mbappé (fue preservado en el banco de suplentes por la fractura nasal sufrida ante Austria) para que el equipo francés llegara mucho al arco resguardado por el joven Bart Verbruggen, algunas veces exigiéndolo y otras rematando muy cerca de los postes. Sin embargo, falta el gol. Les Blues ganaron en la primera fecha contra los austríacos pero el único tanto fue producto de la colaboración del zaguero Maximilian Wöber, que marcó con un cabezazo en contra. Este viernes les sobraron situaciones para vencer a los neerlandeses, pero desperdiciaron chances insólitamente.

Noche compleja para Griezmann, capitán de Francia por la ausencia de Kylian Mbappé, entre un rendimiento en el que no sobresalió y los goles que no logró marcar.
Noche compleja para Griezmann, capitán de Francia por la ausencia de Kylian Mbappé, entre un rendimiento en el que no sobresalió y los goles que no logró marcar. - Créditos: @Antonio Calanni

No se puede entender sobre todo las dos situaciones que falló nada menos que Antoine Griezmann. La primera, a los 13 minutos, cuando Marcus Thuram taqueó de forma fantástica para alimentar al volante Adrien Rabiot en el área ante el estatismo del arquero. Pero dudó el jugador de Juventus, que pese a su comodidad para definir con su hábil zurda tomó la mala decisión de no hacerlo y darle el balón a Griezmann con una barrida. El atacante de Atlético de Madrid quedó pasado e incómodo por tener que emplear la pierna derecha, la menos hábil; mordió el remate y terminó desorientándose ante el apuro de resolver rodeado por neerlandeses.

Rabiot dudó y complicó a Griezmann

A mediados del segundo tiempo, al número 7 se le presentó una ocasión mucho más oportuna y totalmente dependiente de él. Thuram hizo un taco de primera para dejar clavado a Stefan de Vrij y habilitar a Ousmane Dembélé, que descargó con N’Golo Kanté; éste asistió a capitán francés, la pelota picó bastante y Griezmann no la controló del todo y debió estirarse para definir, forzado. Hubo tiempo para que Verbruggen le ahogara la apertura del marcador.

Thuram, Griezmann, Dembélé... Más los ingresos, en el segundo período, de Olivier Giroud y Kingsley Coman. Eso tuvo Francia en su ofensiva a lo largo del encuentro con Países Bajos: aun sin Mbappé, las figuras no faltan. Pero los goles, sí. “Tuve oportunidades, pero no pude marcar. La defensa estuvo bien, estuvimos bien tácticamente. Sólo nos faltó el gol”, declaró Griezmann tras la paridad, que mantiene a Francia en el segundo puesto (por diferencia de tantos), con 4 unidades y a falta del cruce con Polonia, casi eliminada de la carrera por el trofeo.

La segunda chance de Griezmann, con falencias

A esas situaciones hay que sumar otras tres del ex atacante de Barcelona, ocurridas en la primera mitad: un zurdazo alto que obligó una gran volada del arquero a los cuatro minutos, un remate de primera que se fue cerca de un palo y un cabezazo que controló Verbruggen. Los franceses tuvieron varias más. Thuram amenazó con dos derechazos (uno en cada tiempo) y el mediocampista Aurélien Tchouaméni cabeceó peligrosamente a los 17 minutos del segundo período.

En el epílogo, tras un centro pasado por parte de un inseguro Rabiot, que se metió en el área con la oportunidad de un zurdazo cruzado pero prefirió desprenderse de la pelota, las cámaras enfocaron el banco de suplentes. Ahí apareció Mbappé sin la antifaz, con cara de disgusto y gesticulando, antes de volver a sentarse.

¿Fastidiado por alguna decisión arbitral? ¿Por las malas resoluciones de sus compañeros? ¿Por la decisión de Deschamps de no hacerlo actuar en todo el encuentro?

En Francia empiezan a criticar al equipo, principalmente por el resultado y las chances desperdiciadas sin el capitán titular. Por ejemplo, el diario L’Equipe calificó la actuación de Griezmann con un 3. Pero Mbappé sí estuvo ante Austria y tampoco encontró el gol. Mientras faltan los tantos, aparece el recuerdo de Karim Benzema, actual delantero de Al-Ittihad, de Arabia Saudita, el club al que dejó de dirigir Marcelo Gallardo. Su renuncia al seleccionado, en medio de una mala relación con Deschamps, estará presente en ocasiones como ésta.

Francia procurará el primer puesto el próximo martes. Necesitará frente a Polonia un mejor resultado que el de Países Bajos contra Austria. En caso de ganar los dos grandes, definirá la diferencia de goles. O sea, de lo que viene escaseando en el conjunto tricolor pese a su estrellato ofensivo...