Máximo represor de dictadura de Pinochet niega torturas y desapariciones

Manuel Contreras, el encarcelado exjefe de la temida policía política que operó en los primeros cinco años de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-90), la DINA, negó este martes que ese organismo represivo haya torturado o hecho desaparecer a personas. En una entrevista con la televisora CNN Chile desde la prisión militar donde cumple casi 400 años de condena por sucesivos casos de desaparecidos, ejecutados y torturados por la DINA, Contreras afirmó que "en los cuarteles de la DINA nunca se torturó a nadie". "No se utilizaban (las torturas), no estaban ordenadas, ni dispuestas, ni nadie podía hacerlo", aseguró Contreras, en la víspera del 40 aniversario del golpe de Estado que derrocó al gobierno del socialista Salvador Allende e instaló la dictadura de Pinochet, el 11 de septiembre de 1973. "A los cuarteles a los detenidos se les llevaba por cinco días y se les interrogaban con métodos normales", agregó. Contreras fue el director nacional de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA), la temida policía política que operó entre 1973 y 1978, y a quien se le sindica como responsable de la mayoría de las 3.200 víctimas, entre muertos y desaparecidos, y más de 38.000 torturados que dejó como saldo la dictadura, de acuerdo a informes oficiales. Una ley de Amnistía protege los crímenes políticos durante los años en que operó la DINA, aunque no hay unanimidad entre los jueces para aplicar o no la normativa. El coronel en retiro del Ejército chileno, quien se reunía a diario con Pinochet cuando presidía la DINA, negó también la existencia de desaparecidos políticos. "Todos los muertos de la DINA fueron muertos en combate. Yo no di órdenes de hacer desaparecer a nadie. Quien moría en combate iba al Servicio Médico Legal", que luego enterró los cuerpos en fosas comunes en el Cementerio General de Santiago, aseguró. "Yo di órdenes de no hacer desaparecer a nadie", agregó desde un penal militar especial en las afueras de Santiago, en el sector precordillerano de Peñalolén, resguardado por militares y la policía de prisiones. Contreras, encarcelado desde 2005, desligó asimismo responsabilidades de la DINA en los crímenes del general Carlos Prats y su esposa en Buenos Aires, en 1974, y del excanciller Orlando Letelier, en Washington, el 21 de septiembre de 1976. Por el asesinato de Letelier, la Corte Suprema condenó a Contreras en noviembre de 1993 a siete años de cárcel, al igual que al exdirector de ese organismo, Pedro Espinoza. "A Orlando Letelier lo asesinó la CIA (agencia central de inteligencia de Estados Unidos)", afirmó Contreras. La entrevista a Contreras se difundió el mismo día en que la exmandataria socialista y favorita para adjudicarse la elección del próximo 17 de noviembre, Michelle Bachelet, visitó la Villa Grimaldi, un cuartel de detención, ejecución y tortura donde ella y su madre estuvieron detenidas tras la instalación de la dictadura. "Bachelet nunca estuvo en Villa Grimaldi. Ella y su madre están mintiendo", afirmó Contreras, negando también que Villa Grimaldi haya sido un centro de torturas como lo ha establecido la justicia en base al testimonio de miles de víctimas. Según Contreras, a Bachelet y a su madre las ordenó detener el mismísimo exdictador Augusto Pinochet. "La historia de la señora Michelle Bachelet es otra cosa. A mí me ordenó el general Pinochet detener a la señora Angela Jeria y a su hija, le contesté que no me correspondía y me dijo: están metidas en un proceso para asesinar a cuatro generales de la Fuerza Aérea, y le contesté: 'No me corresponde', porque es un problema institucional y yo veo los problemas nacionales, y me dijo: 'Es una orden y usted la detiene y responde a su orden', y las detuve", describió Contreras. "Una patrulla mía las detuvo y yo las mandé directamente a la Academia de Guerra donde estaba la dirección de inteligencia de la Fuerza Aérea", agregó. En ese tiempo, añadió, "la Fuerza Aérea había construido una casa de fundo en la parte cercana al cerro San Cristóbal (en el centro de Santiago), que estaba deshabitada y la hicieron exactamente igual a la Villa Grimaldi, y a la gente que llevaban detenida a ese lugar le decían que estaba detenida en la Villa Grimaldi. Ahí estuvo la señora Bachelet y ahí estuvo la señora Angela Jeria". "Lo que diga el señor Contreras no tiene ninguna importancia, lo que importa es la voz de los tribunales", respondió el ministro del Interior, Andrés Chadwick. Un antiguo restaurante en las afueras de Santiago, donde la élite chilena se divertía, se convirtió durante la dictadura de Augusto Pinochet en un cruel centro de detenciones y torturas, donde miles de opositores fueron detenidos, entre ellos la expresidenta Michelle Bachelet, y 236 ejecutados o desaparecidos. En total, en Villa Grimaldi fueron detenidas casi 4.500 personas entre 1973 y 1978, los años más cruentos de la dictadura de Pinochet, que se saldó con más de 3.200 víctimas y unos 38.000 torturados, de acuerdo a cifras oficiales.