Pese a diferencias, líderes latinoamericanos prometen integración contra pobreza

Foto de los líderes de la CELAC el miércoles en la reunión en La Habana. Ene 29, 2014. Líderes de América Latina reunidos en Cuba intentaron poner el miércoles sus diferencias a un lado y prometieron fortalecer la integración para apuntalar sus economías y resolver asignaturas pendientes como la pobreza. REUTERS/Adalberto Roque

Por Rosa Tania Valdés y Nelson Acosta LA HABANA (Reuters) - Líderes de América Latina reunidos en Cuba intentaron poner el miércoles sus diferencias a un lado y prometieron fortalecer la integración para apuntalar sus economías y resolver asignaturas pendientes como la pobreza. La cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) condenó además el aislamiento de Cuba por parte de Estados Unidos, visto por mandatarios de izquierda y conservadores como un anacronismo de la Guerra Fría. Presidentes con visiones políticas opuestas como el liberal colombiano Juan Manuel Santos y el socialista venezolano Nicolás Maduro hablaron de una inquietud común: cómo distribuir mejor los frutos del auge económico de la última década. "La unidad en la diversidad y la integración latinoamericana y caribeña constituyen la única alternativa viable para la región", dijo el presidente cubano Raúl Castro al clausurar la reunión de dos días en La Habana. "Hemos alcanzado importantes acuerdos sobre temas trascendentales como la proclamación de una zona de paz en la región y las reglas y normas para garantizar que la cooperación intra y extra regional redunde en beneficios tangibles", acotó. Aunque el boom en los precios de las materias primas que produce la región permitió rescatar a decenas de millones de personas de la miseria, América Latina es aún el rincón del mundo con la mayor desigualdad en ingresos. Aquí conviven magnates como el mexicano Carlos Slim, el hombre más rico del planeta, con personas sumidas en la pobreza extrema. Para avivar el crecimiento económico en medio de una desaceleración de la región, los presidentes hablaron de aumentar el comercio dentro de la propia Latinoamérica y las inversiones en infraestructura y proyectos productivos. La reunión de La Habana festejó la pluralidad de visiones. El presidente cubano Raúl Castro, un comunista, bromeó que hasta el presidente chileno Sebastián Piñera, un millonario conservador, aprobó el discurso del socialista Maduro. "Es después de muchos años que se ha concretado un espacio de diálogo y acercamiento", dijo el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto. Pero reunidos en torno a una enorme mesa en un centro de convenciones de La Habana, los representantes de las 33 naciones de la Celac saben que el camino será cuesta arriba. TAN CERCA, PERO TAN LEJOS Aunque todos parecen estar de acuerdo en el diagnóstico de los problemas, la cumbre dejó al desnudo profundas diferencias a la hora de decidir cómo abordarlos. Santos dijo, por ejemplo, que las economías de América Latina deben ser competitivas para poder invertir en proyectos sociales. El presidente colombiano puso como ejemplo la integración económica y financiera que Chile, Perú, Colombia y México persiguen con su Alianza del Pacífico. "El crecimiento tiene que ver con la inversión. Quiérase o no, economía que no invierte, economía que no crece", dijo. Pero el boliviano Evo Morales, un socialista, acusó a la Alianza de privatizar el agua y la energía en perjuicio de sus pueblos. La brasileña Dilma Rousseff, una izquierdista moderada al frente de la mayor economía de América Latina, dijo durante la cumbre que la integración era un "proyecto estratégico". Y puso como ejemplo la inauguración esta semana de un puerto de contenedores de 900 millones de dólares financiado por Brasil en las afueras de La Habana. El debate sobre la integración económica llega en momentos en que América Latina enfrenta una caída del apetito de China por sus materias primas y se prepara para nuevas salidas de capital por un nuevo recorte en el enorme estímulo monetario de la Reserva Federal de Estados Unidos anunciado el miércoles. La Celac aprobó además un documento que declara a la región "zona de paz". Y el colombiano Santos aprovechó para destacar los avances logrados por su gobierno en un diálogo de paz con la guerrilla izquierdista de las FARC. Aunque aplaudió la iniciativa, el chileno Piñera dijo que la integración latinoamericana debe permear también otras áreas. "Además de la paz, queremos que sea el continente de la libertad, de la democracia, del progreso, de la justicia, del respeto a los derechos humanos de todos sus habitantes", dijo. Entre otros documentos firmados en La Habana figura la creación de un foro Celac-China. China, además de comprar materias primas, es un voraz inversor en la región. ROMPER BARRERAS La cumbre de la Celac llevó implícito un mensaje al presidente Barack Obama, que pese a prometer un nuevo comienzo con América Latina ha prestado muy poca atención a la región. Sintomáticamente, muchos líderes latinoamericanos siguieron el martes el discurso de Obama sobre el Estado de la Unión desde Cuba, un país con el que Washington no tiene relaciones formales y sobre el que mantiene un embargo económico. En la reunión de La Habana participó como invitado el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, el primer jefe de ese organismo en pisar la isla de gobierno comunista desde su expulsión en 1962 por presiones de la Casa Blanca. "Es un esfuerzo grande que hemos hecho por romper barreras, por permitir que los temas de la región se resuelvan por medio del diálogo", dijo Insulza a Reuters. "Estoy muy contento de que mi presencia acá se le de un significado en ese sentido de una aproximación". En otro aparente espaldarazo a Cuba, la única nación comunista del hemisferio occidental, la Celac prometió "respetar plenamente el derecho inalienable de todo Estado a elegir su sistema político, económico, social y cultural". Durante el encuentro, Piñera y el presidente peruano Ollanta Humala sostuvieron su primera reunión desde que una corte internacional zanjó el lunes una vieja disputa territorial entre ambos vecinos. "Perú y Chile están dando un ejemplo a la comunidad internacional al haber sabido enfrentar y superar sus diferencias", dijo Humala. En su documento final, la cumbre apoyará también el reclamo de Argentina ante Gran Bretaña por las Islas Malvinas. Al finalizar la reunión, Raúl Castro transfirió la presidencia pro tempore de la Celac a la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla. (Editado por Esteban Israel y Pablo Garibian)