Dos atentados en Pakistán dejan 13 muertos

Familiares de los poeregrinos chiís que murieron en un atentado con bomba el martes protestan junto a sus cadáveres en Quetta, Pakistán, el miércoles 22 de enero de 2014. Musulmanes de la rama chií protestaron en la capital del estado de Beluchistán pidieron que cese la violencia que los asola. (Foto de AP/Arshad Butt)

QUETTA, Pakistán (AP) — Hombres armados dispararon contra un grupo de policías tribales que escoltaban a un ciclista español, con un saldo de seis policías muertos y el ciclista herido el miércoles, mientras que una bomba dirigida contra un equipo de vacunación mató a siete personas en el noroeste del país.

Los dos ataques en distintas regiones del país son ejemplo del aumento de la violencia que ha llevado a muchos a preguntarse si el gobierno tiene un plan para enfrentar el problema.

Milicias radicales sunís han aumentado los ataques contra miembros de la minoría chií en años recientes y la violencia ha sido especialmente grave en la empobrecida provincia de sureña de Beluchistán.

El miércoles, hombres armados dispararon contra el grupo de policías que escoltaba al ciclista en Beluchistán. El ataque ocurrió en el distrito de Mastung, dijo el oficial de policía Mohamed Ibrahim, quien agregó que otros nueve policías resultaron heridos.

Ibrahim dijo que más de dos decenas de policías tribales escoltaban al ciclista español, que haciendo un recorrido de Irán a Pakistán. No fue posible conocer su nombre de inmediato.

Nadie se atribuyó de inmediato responsabilidad por el ataque pero Ibrahim dijo sospechar que fue obra del mismo grupo que atacó un autobús que transportaba a peregrinos chiís que regresaban de Irán el martes.

La policía dijo que 20 personas murieron cuando una bomba estalló cerca del autobús que llevaba a los peregrinos pero el miércoles una autoridad local, Asad Cheema, señaló que la cifra de víctimas fatales aumentó a 28.

El miércoles, musulmanes de la rama chií se manifestaron en Quetta, capital de Beluchistán, en demanda de acciones para detener la violencia en su contra. Para su protesta llevaron varios ataúdes de las víctimas del ataque a los peregrinos.

"No enterraremos a nuestros muertos hasta que el gobierno actúe contra los atacantes", dijo el líder local chií Agha Dawood.

En el noroeste, donde las milicias islámicas han atacado con frecuencia a los trabajadores de salud que administran vacunas contra la polio a niños y a los policías que supuestamente los protegen, una bomba adosada a una bicicleta estalló cerca de una patrulla de la policía que iba a vigilar a un equipo de vacunación.

Seis oficiales murieron, al igual que un niño que estaba cerca, dijo Shafiullah Khan, funcionario policial.

El estallido ocurrió en el distrito de Charsadda, cerca de Peshawar, la capital provincial. La explosión también hirió a 11 personas, de las cuales cuatro son policías, dijo Khan.

Fue el segundo ataque similar en las pasadas 24 horas. El martes, hombres armados mataron a tres trabajadores de salud en un ataque a un puesto de vacunación en la ciudad de Karachi.

Las milicias se oponen a la vacunación contra la polio y consideran que esas campañas son una fachada para el espionaje contra Pakistán y una conjura para volver estériles a los niños musulmanes.