Un cumpleaños lejos de casa

Texto: Mariana Israel

¿Con quién voy a apagar las velitas? ¿Quién me va a dar un abrazo emocionado? Presientes que el festejo de tu cumpleaños no será igual ahora que te mudaste a los Estados Unidos. Las festividades postulan uno de los principales desafíos para quienes cambian de residencia. La carencia de una comunidad con la cual reunirse a celebrar, cala hondo, se siente adentro como una falta irremplazable. Aprende a manejar la situación.

Un cumpleaños lejos de casa (Foto Thinkstock)
Un cumpleaños lejos de casa (Foto Thinkstock)

La psicóloga experta en nostalgia, Krystine Batcho, afirma en un comunicado de prensa de la Asociación Americana de Psicología que: “Las festividades acarrean recuerdos y una sensación de melancolía por buenos tiempos pasados”. Esto no es exclusivo para quienes viven en el extranjero, aunque la lejanía pareciera potenciarlo.

Volver a casa para festejar el cumpleaños sería lo mejor, pero no siempre es viable, ya sea por trabajo, finanzas u otros motivos. Con lo cual, la clave será encontrar la mejor manera de celebrar, a pesar de todo.

No te quedes solo. Fundar lazos con la comunidad en la que te encuentras es esencial para sentirte “como en casa”. ¡No pases un cumpleaños solitario! Invita a tus colegas de trabajo, a tus vecinos más amigables o a otros compatriotas. Es una excelente ocasión para conocerse mejor y estrechar la relación. Muchas personas que viven en el extranjero afirman que sus amigos se convirtieron en su “nueva familia”.

Mantén tus tradiciones y crea nuevas. Si en tu cumpleaños siempre decoraste tu casa con globos, ¡haz lo mismo en tu nuevo hogar! Si apagabas las velitas en una tarta de limón, prepara una. No por estar lejos deberías echar por la borda tus raíces y tradiciones. Éstas te ayudarán a recrear tu pedacito de mundo, tus recuerdos, aún en la lejanía. Es también una gran oportunidad de compartir con tus amigos las costumbres y cultura de tu patria.

Por otra parte, sé flexible. Acepta que, seguramente, tu cumpleaños no será exactamente igual que siempre, ¡pero eso es bueno! Ábrete a incorporar los nuevos rituales y tradiciones del país donde vives.

Bendito Skype. Si la soledad y la nostalgia te azotan, nunca está de más un rato de videollamada con tus seres queridos. Saca provecho de la tecnología que hoy en día te acerca a tu familia, aunque estés a miles de kilómetros de distancia.

Reconcíliate con tus sentimientos. Si te sientes triste, acéptalo. No te obligues a estar sonriente si no estás de humor. Vivir en el extranjero es difícil, se trata de un proceso de adaptación que lleva tiempo. ¡No lo apures! ¡Ya vendrán cumpleaños mejores!

Fuentes: Asociación Americana de Psicología (apa.org) y Clínica Mayo (mayoclinic.com).