La resonancia ominosa de las "cajas destempladas"

www.maurocateb.com.br (Flickr)
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"Al funcionario lo declararon ‘persona no grata’ y lo expulsaron con cajas destempladas”, fue el comentario. ¿De dónde proviene esa expresión?

La “caja” es un tambor. Este instrumento es el que marca el ritmo en los desfiles militares y en otras ceremonias. En el norte argentino, las comunidades tradicionales conservan un emotivo ritmo folclórico: la balada.

Consiste en el lastimoso canto individual y solitario de un “colla” (aborigen descendiente de los indios diaguitas, quechuas o aimaras), únicamente acompañado por el rítmico golpe de la caja.

El escritor argentino Lucio V. Mansilla, autor de “Una excursión a los indios ranqueles”, narra un fusilamiento en sus “Cuentos del fogón”, con estas palabras: “La caja batía marcha lúgubremente”.

Para su buen funcionamiento, es necesario que el instrumento de percusión esté correctamente “templado” o afinado, lo que se logra tensando adecuadamente el parche (la membrana que recibe los golpes).

Hace unos tres siglos, cuando un diplomático extranjero era declarado “persona no grata”, su despedida se concretaba en una ceremonia solemne y formal. Con la presencia de autoridades y público, se presentaba un cortejo en el que una banda musical acompañaba con el ruido inarmónico de sus instrumentos la partida del sancionado.

La banda hacía sonar las cajas o tambores con un redoble deliberadamente desafinado, para expresar el desaire y la humillación. Seguramente, el castigo era más penoso e insufrible por la resonancia ominosa de los redobles acusadores que por la formal declaración de persona no grata.

Lo “echaban con cajas destempladas”. El inculpado podría quemar el documento acusatorio, hasta podría perdonar a sus acusadores. Pero los ecos de aquella parafernalia estridente, machacona y ofensiva, retumbarán imborrables en su memoria mientras viva. Lo echaban con cajas destempladas, como todavía suele ocurrir, aunque en forma menos ruidosa.

Editor: Jorge Ignacio Covarrubias, secretario de la ANLE.