Chauvet, la cueva de las maravillas

Abre al público la réplica de la 'Altamira francesa'

Detalle del llamado 'Panel de los leones' | Crédito: Ministère de la Culture et de la Communication.
Detalle del llamado 'Panel de los leones' | Crédito: Ministère de la Culture et de la Communication.

Hace ahora poco más de 20 años, en diciembre de 1994, un pequeño grupo de espeleólogos compuesto por Éliette Brunel-Deschamps, Christian Hillaire y Jean-Marie Chauvet realizó el descubrimiento de sus vidas. El 18 de diciembre de aquel año, los tres amigos se encontraban explorando las paredes rocosas cercanas al río Ardèche, en el departamento francés del mismo nombre (región de Ródano-Alpes), cuando de pronto se toparon con el acceso a una cueva desconocida, cuya entrada estaba cubierta por escombros.

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En aquel momento no podían si quiera imaginarlo, pero al penetrar en la cueva con las últimas luces del sol invernal, aquel audaz trío de espeleólogos galos estaba poniendo sus pies en un rincón mágico que nadie había pisado en muchos miles de años. Tras recorrer con emoción una pequeña porción de la cueva, descubriendo con asombro restos de huesos animales y una hermosa sucesión de estalactitas y estalagmitas, los exploradores iluminaron por azar algo que desató en ellos gritos de emoción: unas hermosas y antiquísimas pinturas rupestres.

El resto, como suele decirse, es historia. Tras poner en conocimiento del hallazgo a las autoridades de la región, el arqueólogo Jean Clottes –especializado en arte parietal– recogió el guante de investigar el recinto y autentificar las pinturas. El resultado de las pesquisas no pudo ser más positivo: aquel remoto paraje junto al río Ardèche constituía uno de los más ricos y mejor conservados ejemplos de arte paleolítico de toda Europa. Y sus pinturas, como descubrirían poco después, podrían contarse entre las más antiguas de todas las conocidas.

Hoy, la cueva de Chauvet –bautizada así en honor de uno de sus descubridores– es una de las joyas de nuestra prehistoria, con una impresionante colección de pinturas parietales que roza el millar, 425 de las cuales representan distintos animales. Un auténtico zoológico plasmado con maestría y sencillez en las paredes de la cueva, en la que los primitivos artistas retrataron hasta trece especies diferentes, incluyendo caballos, bisontes, osos e incluso leones.

Poco después de su descubrimiento, la cueva fue cerrada por las autoridades para preservar su estado de conservación y desde entonces sólo ha estado accesible de forma limitada a los investigadores y, de forma puntual, al equipo de rodaje de La cueva de los sueños olvidados, un film documental realizado por el afamado cineasta alemán Werner Herzog.

Ahora, sin embargo, esta situación podría cambiar –al menos en parte–, pues el pasado 25 de abril las autoridades francesas abrieron al público la espectacular réplica de la cueva de Chauvet, construida a apenas tres kilómetros del original. Dicen sus creadores –y los pocos privilegiados que por ahora han podido verla– que esta réplica es una copia fidedigna del original, capaz de transportarnos a la cautivadora atmósfera que se respira en la cueva, gracias al laborioso esfuerzo de ingenieros, arqueólogos y pintores.

Detalle del 'Panel de los Caballos' | Crédito: Ministère de la Culture et de la Communication.
Detalle del 'Panel de los Caballos' | Crédito: Ministère de la Culture et de la Communication.

Aunque la cueva original roza los 27.000 metros cuadrados y la réplica tiene poco menos de la mitad, todas las estancias principales han sido reproducidas, y se ha puesto especial atención a las pinturas, recreadas al milímetro por un equipo de artistas dirigidos por Gilles Tosello, experto en prehistoria y artes plásticas.

La cuestión de la datación de estas antiquísimas obras de arte no es ajena a la polémica, pues algunos especialistas plantean diferentes cronologías para varias pinturas. Sin embargo, todo parece indicar –en función de los resultados obtenidos examinando los pigmentos mediante la técnica del Carbono 14–, que buena parte de las imágenes tienen una antigüedad de unos 30.000 años, mientras el resto sería algo más recientes, remontándose a unos 26.000 años atrás.

En cualquier caso, la cueva y sus restos –no sólo hay pinturas, sino que también se han descubierto huesos y huellas de osos cavernarios, así como la huella de un niño que habría vivido en el gravetiense, hace unos 25.000 años– resultan fascinantes. El modo en que los antiguos artistas de la región consiguieron plasmar los animales representados nos muestra una capacidad artística sobresaliente, con claves que nos indican que buscaron aprovechar las características de las paredes –y las formas geológicas– para otorgar tridimensionalidad a las figuras. Es lo que se aprecia, por ejemplo, en el llamado Panel de los Caballos o en el de las leonas.

En otros casos, como en el de un bisonte, el artista lo representó con ocho patas, en lugar de cuatro, en un claro intento por transmitir al espectador la idea de movimiento. Igual de extraordinaria resulta la única imagen de un ser humano que, aparentemente, se conserva en Chauvet. Se trata de una figura femenina con cabeza de bisonte, una representación que ha llevado a algunos estudiosos a sugerir que la cueva fue empleada como lugar de celebración de rituales chamánicos.

Representación de un rinoceronte en la cueva de Chauvet | Crédito: Ministère de la Culture et de la Communication.
Representación de un rinoceronte en la cueva de Chauvet | Crédito: Ministère de la Culture et de la Communication.

Aunque es imposible determinar si esto fue así o no, no hay duda del carácter ritual y simbólico que sus creadores otorgaron a las pinturas de la cueva. No encontramos escenas cotidianas ni representaciones paisajísticas, únicamente animales y signos. Destaca la presencia de representaciones de osos cavernarios, un animal que quizá jugó un papel determinante para estos artistas prehistóricos, pues siempre aparecen plasmados sin otros animales alrededor, y son los únicos a los que los artistas no pintaron ojos.

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Enigmas apasionantes, por ahora sin respuesta, que los visitantes pueden disfrutar en primera persona con la apertura de esta espectacular réplica en la región de Ródano-Alpes. Sin duda, un punto a señalar en el mapa para todos los amantes de la Historia y el arte.

Más información: Atout France (España) / Web oficial de la cueva de Chauvet

Nota: Puedes realizar una visita virtual a la cueva en el siguiente enlace: http://archeologie.culture.fr/chauvet/fr