La familia que vive como si fuera el año 1986
Seguramente conoces a alguien que siempre recuerda con nostalgia los años '80. La música, las películas, la vida más simple que se vivía en aquel entonces. Para muchas personas una de las cosas más positivas de aquella época era que la tecnología no nos absorbía y por lo tanto se disponía de más tiempo para el contacto humano real y no virtual.
Precisamente en esto pensó el canadiense Blair McMillan quien decidió renunciar a toda la tecnología actual y vivir con toda su familia como si fuera el año 1986. La inmersión es total e incluye la moda, los peinados, los accesorios y la decoración de la casa. Todo en la vida de los McMillan será una réplica de una época perdida.
Todo comenzó cuando el más pequeño de la familia se obsesionó con un teléfono inteligente. Blair y su pareja decidieron que debían tomar medidas radicales para que sus hijos no se convirtieran en adictos a la tecnología y renunciaron a todos los gadgets por todo un año para vivir como en otra época.
En la casa de esta familia ya no hay computadores, tabletas, teléfonos inteligentes, Internet o cable. "Estamos educando a nuestros hijos de la misma manera que nos criaron a nosotros.", dijo Blair.
Como resultado de las nuevas medidas familiares tienen que efectuar todas las gestiones bancarias en persona y usar cámaras con rollos fotográficos que después van a revelar en un estudio. Cuando viajan llevan mapas en lugar de un GPS y los niños se entretienen con lápices de colores, libros y pegatinas.
El plan es continuar así hasta abril del 2014. Después de un año sin electrónicos modernos la pareja aspira a que los pequeños de la familia aprecien más el contacto personal y no sean tan dependientes de los medios de comunicación modernos.
¿Qué creen? ¿Fueron al extremo o es una estrategia válida para educar a los hijos en un mundo dominado por la tecnología?