¿Fue el clima la causa del accidente del avión de AirAsia?

Una vez más se produce un triste accidente de avión, con implicaciones fatales para más de un centenar de personas, y nuevamente regresa a las agencias de prensa y a las interrogantes de la gente el socorrido tema de la relación entre el clima y estos trágicos incidentes.

¿Pudiera haber sido esta la razón de la caída en el Mar de Java de la aeronave de AirAsia que volaba con el código QZ8501?

La más antigua de las preguntas, formuladas durante la todavía breve historia de la aeronáutica, corre ahora mismo de boca en boca y de redacción en redacción.


Lo primero que las autoridades de esta aerolínea de bajo costo han divulgado es que, como cada día, la aeronave cubría su ruta habitual, cuando el piloto solicitó a la torre de control más cercana un ligero desvío en la altura para evitar precisamente hacerle frente a un peor escenario climatológico.

De acuerdo con John Goglia, el único mecánico de aviones con licencia de la FAA que se desempeñó como miembro del consejo de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de EEUU, "los aviones pueden volar con mal tiempo", aunque esto no deja de ser una preocupación. “Es por eso que las compañías aéreas tienen despachadores y meteorólogos".

Al decir de este experto, es sobre todo durante el despegue y el aterrizaje que el clima puede incidir con más fuerza sobre el buen desenvolvimiento de la aeronave. En cuanto al cambio de altitud solicitado, insiste Goglia, esto es algo que se hace a diario en todas partes del mundo.

Uno de los principales mitos de la aeronáutica gira alrededor de la pregunta sobre la fragilidad de todo artefacto ideado por el ser humano ante lo incorregible e imprevisible de las fuerzas de la naturaleza. Y, si bien las naves modernas cada vez están mejor capacitadas para hacerle frente a las inclemencias del tiempo, en el fondo no dejan de ser una creación del hombre imponiéndose dentro de un medio que nos es adverso.
Precisamente, la historia de la aeronáutica demuestra que la ingeniería en función de los aviones ha ido perfeccionándose tristemente a partir de las enseñanzas dejadas por los cientos de accidentes que se han producido a lo largo de los años.

Familiares de los pasajeros del avión de AirAsia reciben la noticia del hallazgo de cuerpos. (AP)
Familiares de los pasajeros del avión de AirAsia reciben la noticia del hallazgo de cuerpos. (AP)


De acuerdo con el portal PlaneCrashInfo.org, el clima fue la causa principal del 16 por ciento de los accidentes mortales entre los grandes aviones de pasajeros durante la década de 1950; una cifra que ha venido precisamente cayendo con el transcurso de los años.

Sin embargo, para la década 2000, el clima seguía representando la causa del 6% de estos eventos mortíferos.

Es sabido, por ejemplo, que los ingenieros de la NASA han contribuido sobremanera al estudio del efecto de la erosión del viento helado y a gran velocidad en las carcasas de los aviones comerciales.

Hace muy poco tiempo, un estudio difundido por la empresa Boeing reveló que entre 2004 y 2013 solo se había producido un caso de accidente cabalmente relacionado con fuertes vientos y tormentas eléctricas. Ocurrió en Nigeria, en 2006, y provocó la muerte de 96 personas.



El de esta semana, con 162 personas a bordo, sería el segundo en la historia, si llegara a confirmarse, tras el estudio de los restos y de las cajas negras, que no se produjo ninguna otra razón de peso.
La otra conclusión que se desprende de este incidente tiene que ver con la zona del planeta en la que se ha producido: un área en el extremo asiático donde ya tuvo lugar la todavía misteriosa desaparición del vuelo MH370 de Malaysia Airlines en marzo pasado.

Todo parece indicar que estaríamos en presencia de un área plagada de espacios de vacío, zonas que escaparían al alcance de los radares de la aviación civil.

Esperemos que esta vez las fuerzas aéreas de los países geográficamente implicados no demoren, como en aquel caso, a la hora de presentar evidencias que faciliten el esclarecimiento de los hechos.

Por el momento, ya se confirma el hallazgo de varios cuerpos que viajaban en este Airbus A320-200, flotando a unos diez kilómetros del punto en el que se perdió el contacto con el avión de AirAsia, al suroeste de la isla de Borneo. Al menos algunos familiares podrán velar decentemente a sus seres queridos y esta vez el misterio no acompañará al dolor que ya les agobia.