El mundo positivo del Presidente de México

No existe nada mejor en la vida como saber que lo peor está por venir y aún así, presentir que será algo bueno. Sin duda es bastante complicado ver como una marejada de problemas lo sitúan a uno en la calle de la amargura y al mismo tiempo poner buena cara para hacerle frente a la adversidad. Pero sí se puede y la muestra nos la está poniendo el mismo Presidente de México.

Mire usted cómo en menos de un año al ‘preciso’ le ha llovido duro entre desapariciones forzadas, ejecuciones sumarias, una casa de origen sospechoso por parte de su esposa y secretario de Hacienda, el escape del criminal más malo de ‘Malolandia’ y un tipo de cambio que pone los pelos de punta; y aún así, Peña Nieto sigue y sigue como conejito Duracell.

En otras latitudes muchos ya se hubieran ido, pero aquí se niegan a arrojar la toalla hasta componer las cosas o dejarlas mucho peor. Por desgracia, la Historia nos muestra que cuando tratan de defender el peso como un perro y otras similitudes, todo tiende a salir de la patada en beneficio de la acumulación de traumas nacionales.

No obstante, el Presidente no pierde la sonrisa y si lo hace es solo para agarrar vuelo y enseñarnos una mejor llena de buena vibra, porque lo suyo lo suyo, es ver el vaso medio lleno. Y para muestra esta semana no ha dejado un botón, sino una corsetería completa.

Por ejemplo, el dólar está a un paso de convertirse en mayor de edad en México con su relación cambiaria con el peso y mientras a la gran mayoría le causa 'escozor' (Peña dixit) porque no ha habido una sola vez donde el bolsillo no salga golpeado, Peña Nieto le ve el lado bueno, porque eso nos hace, según él, más competitivos y atractivos en el turismo y las exportaciones.

Eso por supuesto es obvio, pero no necesariamente algo encomiable. A menos, claro, que sea usted un integrante del club de los optimistas, como lo ha mostrado el mandatario, quien parece olvidar que hace décadas dejamos el esquema de sustitución de importaciones y que por lo mismo muchas de las cosas de consumo cotidiano vienen de fuera.

Claro que el problema del poder adquisitivo de los mexicanos es una nimiedad cuando se compara con situaciones de suma importancia como es el hecho de saber si el presidente de México se sabe poner los calcetines al derecho y al revés. Pueden surgir miles de cuestionamientos en las redes sociales teniendo a Peña Nieto como destinario directo sin que por eso se asome siquiera un ‘ahorita lo atiendo’ a través de su cuenta oficial, pero por el amor de Dios, no le toquen el tema de que entre el zapato y el pantalón está el detalle de distinción porque entonces sí contesta.

Usted no lo sabe (ni nosotros tampoco) pero quizás con su aclaración evitó que el dólar siguiera subiendo. Imagínese usted que de no haber publicado la foto de sus calcetas el desplazamiento de la divisa quizás la tendría ahora en 35 pesos por dólar, todo de acuerdo a la teoría económica de la proporcionalidad del calcetín.

Ahora bien, cómo no estar contento frente a tanta calamidad si de antemano sabe que en los días siguientes la investigación más exhaustiva desde los juicios de Nüremberg va a terminar por exonerarlo de toda culpabilidad y sospecha por ser marido de la propietaria de una casa millonaria que compró con un crédito venido de uno de los proveedores de su gobierno.

Esas cosas crean sonrisas que ya quisieran Crest, Colgate y Sensodine. Una vez más nos muestran con esto que si uno va a hacer cosas que parezcan malas lo mejor es hacerlo en los tiempos precisos para que el contralor designado por usted mismo los deje fuera de su escrutinio.

Es decir, felizmente Peña Nieto, Angélica Rivera y Luis Videgaray nos han enseñado que si va a tener amistades y transacciones sospechosas esas deben concretarse aunque sea un segundo antes de tomar posesión, para que cuando lo investiguen le digan a los demás que esas cosas malas que dicen que usted hizo sucedieron fuera de su periodo como funcionario federal. Nada como este caso para documentar el optimismo de los políticos del mundo y dejarnos con la furiosa cara de la Primera Dama teniendo que dar un discurso que para como se dieron las cosas, se nota que fue completamente innecesario. Es decir, sólo la expusieron a los memes para explicar exactamente lo que Virgilio Andrade le dijo a todo mundo: que la casa la compró ella con su megasueldo de estrella Televisa y que ya ni la quería. Y luego no quieren que se enoje.

Si a eso le agrega lo que el INE hizo con el Partido Verde (que también llevó a Peña a Los Pinos) donde admite que violó la ley pero solo lo suficiente para alcanzar el perdón y no perder su registro, debemos dar por inaugurada la temporada de ‘pasados de listos’ buscando los resquicios legales, aunque ellos jamás admitirán que no ser atrapado no se traduce en ser honesto.

No cabe duda que ese viejo adagio de que si quieres que algo no se resuelva nunca, lo mejor es crear una comisión investigadora  ha sido superada con creces por el gobierno de Peña Nieto al encargar que lo fiscalizaran por encimita con todo esto del conflicto de interés.

Con todo esto, ahora entendemos que esos tragos amargos que pudieron traer algunas escenas ríspidas en la pareja presidencial solo eran el preámbulo de una felicidad infinita cimentada con la resolución de la Secretaría de la Función Pública. Porque si caras vimos y desplantes presenciamos, ahora la miel vuelve de forma empalagosa entre Peña y su esposa, dejando atrás esos momentos incómodos llenos de miradas de reproche.

Porque hasta de las situaciones tensas se saca lo mejor. Uno sabe, bajo la lógica de este gobierno, que después de la tormenta viene la calma. Lástima que dicha lógica sea tan distinta y distante de la realidad que todos vimos. Pero anímese, alguien por lo menos en este país está contento con lo que está haciendo este gobierno. Sería ilógico que no fuera el mismo Peña Nieto.

El padrino ha llegado

En una carrera sin sorpresas llegó Manlio Fabio Beltrones a la presidencia del PRI a mover los hilos de lo que serán los últimos tres años de esta administración para ver si pueden perpetuarse aunque sea por unos sexenios más, o por lo menos, hasta que Don Beltrone alcance la Presidencia. Lo que no está tomando en cuenta Manlio es que, si se observa bien, se la están poniendo demasiado fácil, lo cual resulta bastante sospechoso para los tejes y manejes del la política. Eso de llegar sin competencia a la dirección del partido cuando no se es del grupo favorito del Presidente solo puede inferir algo: que quizás Beltrones alcance su sueño tan anhelado de gobernar a México, pero el chiste es ver si le dejan algo. Y así como vamos, no parece que vaya a ser mucho.

Luego nos cuentan cómo les fue

No es que estemos más atentos a unos eventos que otros, sino que, para que mentirle, hace años que los movimientos internos en el PAN dejaron de ser interesantes para el respetable. Por eso la llegada de Ricardo Anaya a la presidencia del partido parece haber pasado sin pena ni gloria para todos aquellos que no militan en el blanquiazul. Ni siquiera la participación de Javier Corral como rebelde sin causa pudo darle sabor a su elección interna que para su desgracia deja a Gustavo madero como un prócer de la democracia cuando en realidad llenó de tribus a su mismo partido con tal de seguir viviendo del presupuesto. Pero allá ellos, a ver cuándo hacen algo que valga la pena verlos.

Los jóvenes de siempre

De risa loca es ver que en el PRD lo que quieren no es sobrevivir como partido, sino sumarse en una especie de suicidio colectivo para desaparecer de una vez por todas en la próxima elección. Por un lado Carlos Navarrete renuncia a la presidencia para dejarle el campo libre a una nueva generación, según él, y los primeros en apuntarse son los Chuchos, es decir Jesús Ortega y Jesús Zambrano, dos jovenzuelos ancianos que en los últimos años han desbaratado al Sol Azteca a tal punto que fue más fácil formar otro partido y llamarlo Morena que seguir con ellos como eternos caciques. Si siguen así, no falta mucho para que otros se vayan, aunque lo que parece es que no descansarán hasta lograr lo que otros presidentes del PRD, es decir, de menos, tener una Secretaría a cargo como Rosario Robles, aunque sea en el gobierno de su antes eterno rival.

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