Obama saca otra sorpresa y recupera las relaciones con Cuba

Estados Unidos y Cuba han anunciado que reanudarán sus relaciones diplomáticas. No me gusta decir que una noticia es histórica -es una exageración, pero esta tiene algo: el presidente Obama nació ocho meses después de que Eisenhower rompiera relaciones con Cuba.

Llevamos meses hablando de la vuelta de la Guerra Fría con Putin y resulta que en el Caribe aquel conflicto muere ahora un poco más. Estas son algunas de las claves.

¿Qué saca Estados Unidos? La economía de Cuba es la mitad de Iowa, un Estado americano de 3 millones de habitantes. El gobierno de Obama no ha negociado este acuerdo por dinero. Hay al menos otros dos motivos básicos.

Alan Gross, junto a su esposa Judy habla durante una conferencia de prensa tras ser liberado por gobierno cubano el 17 de diciembre de 2014 en Washington,DC
Alan Gross, junto a su esposa Judy habla durante una conferencia de prensa tras ser liberado por gobierno cubano el 17 de diciembre de 2014 en Washington,DC

El primero es la vuelta a Estados Unidos de Alan Gross. Es menor para la geopolítica, pero importante para el país: Gross fue detenido por llevar a Cuba aparatos que permitieran que más gente pudiera conectarse a internet. Su misión estaba financiada por la agencia norteamericana de cooperación, USAID. Cuba lo detuvo y lo condenó en 2009 a 15 años.

En el paquete de intercambio de presos, hay otro nivel. Estados Unidos libera a los tres miembros que quedaban de los célebres “Cinco”, un grupo de espías que Cuba ha usado como propaganda durante años. Uno de ellos, Gerardo Hernández, servía dos cadenas perpetuas.

Jóvenes cubanos sostienen fotografías de los "Los Cinco" en La Habana (Cuba). EFE/Archivo
Jóvenes cubanos sostienen fotografías de los "Los Cinco" en La Habana (Cuba). EFE/Archivo

A cambio, Cuba ha liberado a un espía que, según la Oficina de la Dirección Nacional de Inteligencia de Estados Unidos, hizo “sacrificios conocidos solo por unos cuantos” y “estuvo casi 20 años en una cárcel cubana debido a sus esfuerzos en nombre de EEUU”. EEUU ha dicho que el intercambio ha sido de espías y que Gross ha sido liberado por razones humanitarias: está muy enfermo. Es una manera en el fondo de disimular el intercambio de espías convictos con alguno con delito de sangre por un activista menor como Gross.

El segundo motivo es América Latina. La relación de Estados Unidos con el sur de su continente pasa por Cuba y una nueva relación. Brasil, por ejemplo, se ha gastado más de mil millones en el puerto de Mariel, cerca de La Habana. Solo podría sacar beneficios de la inversión si las relaciones y el comercio con Estados Unidos vuelve a fluir. Otros socios de Estados Unidos -Colombia, México- querían que llegara la normalidad entre los dos países para una nueva etapa histórica. Mercosur lo ha celebrado.

¿Qué quiere Obama? Separo al presidente Obama de su país porque hay dos posibles intereses que tienen menos que ver con la política exterior de Estados Unidos. Primero, no cada día un presidente deshace algo que implantaron entre Eisenhower y Kennedy. Es un pequeño modo de escribir historia. Un presidente en sus últimos dos años, con unas elecciones perdidas a rastras, disfruta con estos logros medianos, además de la reforma parcial de la inmigración. (Un acuerdo con Irán sí sería otro nivel de historia y de consecuencias.)

Hay un segundo asunto menor y aún imprevisible. La decisión del gobierno Obama trastoca la política local en quizá el estado más importante en las elecciones de 2016. En Florida viven 2 millones de cubanoamericanos. Los más viejos -emigrantes de los 60- querían ver cómo el embargo destrozaba a los Castro. Pero los recién llegados, que han vivido bajo el embargo en Cuba, están por intentar tener una relación normal. En 2016 los candidatos deberán defender una postura u otra. Hay dos posibles candidatos republicanos de Florida, Jeb Bush y Marco Rubio, que ya lo han criticado.

¿Qué saca Cuba? Estados Unidos tiene ahora relaciones diplomáticas con todos los países del mundo excepto con tres: Bután, Irán y Corea del Norte (además de Taiwan, que es un caso aparte). Son tres casos específicos y distintos. Cuba, aparte de estar al lado de Florida, era más un país como China o Vietnam: regímenes comunistas que han dejado de serlo, pero han mantenido el partido único y la represión.

Cuba irá, parece, por ese camino. Para eso, la normalización con Estados Unidos es imprescindible: el Partido Comunista de Cuba va a querer mejorar la vida de sus ciudadanos, normalizarla, sin perder el poder. Otros países han demostrado que es posible. Está por ver si Cuba consigue algo así.

Como Obama, es probable que Raúl Castro deje la presidencia en 2016. El trabajo del próximo líder cubano estará mucho más definido si los problemas económicos van en vías de solución.

¿Por qué ahora? El inicio de buenas relaciones con Cuba es secundario para Estados Unidos. Pero Obama ya dijo en 2011 que no tenía sentido seguir con políticas de 1961 “en la era de internet y Google y viajes mundiales”. Pero podía haberlo dejado como han hecho otros presidentes.

Los senadores que más han criticado la decisión, el republicano presidenciable Marco Rubio y el demócrata Bob Menendez, creen que el presidente ha premiado a una dictadura con un colchón económico a cambio de nada. Obama cree en cambio que no se puede seguir igual y esperar un fin distinto.

El presidente Barack Obama da un discurso en la Casa Blanca el 17 de diciembre de 2014
El presidente Barack Obama da un discurso en la Casa Blanca el 17 de diciembre de 2014

Las opciones de influir en el régimen cubano con unas relaciones abiertas es mayor. Si por ejemplo los cubanos en la diáspora mandan más dinero -ahora podrán mandar 2.000 dólares al trimestre en lugar de 500- o empiezan negocios en Cuba y contratan a locales, menos gente dependerá del Estado para sobrevivir. Serán por tanto más independientes.

La penetración de internet en Cuba es del 5 por ciento. Si llega sin que sea contrabando nueva tecnología, habrá más opciones de que los cubanos estén más en relación con el exterior. Cuba puede optar como China por bloquear parte de las páginas incómodas. Hasta ahora internet en Cuba era tan lento que no había que censurar nada.

Los programas secretos tampoco han funcionado: ni el Twitter cubano ni la influencia del hip-hop. Cuba no va a cambiar bajo el embargo si no lo ha hecho en 50 años. Si cambiara, sería además después de mucho sufrir. Es una salida razonable para, como dice la administración Obama, desplegar el potencial de 11 millones de cubanos. Está por ver.

El único gesto que ha hecho Cuba como deferencia ha sido la liberación de 53 presos cubanos que Estados Unidos consideraba políticos. Es poco y quizá se ha guardado otros movimientos para más adelante. A un nivel más juguetón, empezará a pasar esto desde ya: “Yo viajé a Cuba cuando era comunista y era mejor”.