Los impuestos más extraños

Por: Roberto Arnaz

A punto de culminar el período para presentar la declaración de impuestos y, en tiempos de crisis, cualquier excusa es buena para que los gobiernos den rienda suelta a su afán recaudatorio. Si no que se lo digan a europeos, chinos y estadounidenses, donde estados como Tennesse, Arkansas, California o Hawái, cuentan con tasas o deducciones impositivas insólitas.

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Entre 2005 y 2009, en Tennessee, los consumidores de sustancias estupefacientes podían justificar la posesión de drogas para consumo personal ante la policía si previamente habían pagado impuestos por ellas. A cambio de $3.50, en el caso de la marihuana; $50, en el de la cocaína; y $200, para la metanfetamina; los residentes podían comprar una especie de sellos que los legitimaba para llevarlas encima. Con la medida, conocida como "el impuesto del crack" se recaudaron nada menos que $6,000 millones.

Impuestos por aspecto físico

Los habitantes de Arkansas o Utah tampoco se libran de impuestos raros. En el estado del que Bill Clinton fue gobernador, los usuarios de servicios como los tatuajes o los piercing deben pagar un 6 por ciento extra de Impuesto por Valor Agregado (IVA), mientras que en Utah, territorio en el que la puritana religión mormona es mayoritaria, los bares y restaurantes donde los empleados vayan ligeritos de ropa abonan a las arcas locales un 10 por ciento más que los recatados. Por si fuera poco, en Maryland existe un impuesto por cada baño que tenga la casa.

Descuentos a refugiados y amantes de los árboles

Sin duda, los más afortunados son los inmigrantes residentes en California, al menos los ancianos. El estado dorado premia con una exención total de impuestos a los refugiados políticos que se instalaron allí entre 1915 y 1923. Mientras, en Hawaii, tener plantado en el jardín un árbol protegido, y cuidarlo apropiadamente, supone una deducción de $3,000 en la declaración de la renta.

Pero los impuestos alocados no son cosa exclusiva de los estadounidenses. Hace unos años el gobierno chino decidió aplicar una exótica medida: gravar el uso de los palillos desechables para comer.

En Europa tampoco se salvan. El gobierno finlandés estuvo apunto de aprobar una subida de las tasas a las personas obesas, para hacer frente a los gastos médicos ocasionados por las enfermedades relacionadas con el sobrepeso. Además, la medida iba asociada a una reducción del IVA para los vendedores de bicicletas.

Las brujas también cotizan

Otros países, como Rumanía, recurren a gravar negocios menos ortodoxos. El gobierno de Bucarest incluyó la profesión de bruja en la lista de actividades obligadas a tributar. Bajo la nueva ley, los especialistas en magia negra tienen que pagar 16 por ciento de su ganancia al estado y hacer contribuciones a la seguridad social para gozar de pensión y cobertura sanitaria.

Por último, varios países, entre ellos Dinamarca, Irlanda o Nueva Zelanda, están discutiendo la posibilidad de cobrar un impuesto a las vacas, ya que las emisiones que producen aumentan el efecto invernadero. Los políticos irlandeses se plantean gravar el ganado doméstico con alrededor de $18 por animal, mientras que los daneses piensan incrementarlo hasta $110 por vaca. Y es que, de acuerdo con la Comisión fiscal danesa, "una vaca emite alrededor de 4 toneladas de metano al año en eructos y flatulencias" mientras que un coche promedio emite únicamente 2.7 toneladas al año. Ver para creer.

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