Lector, no use champú para mujeres

Este artículo contiene una advertencia seria para el público lector masculino: bajo ninguna circunstancia usen champú para mujeres. Las consecuencias en el trabajo y en la vida cotidiana pueden ser devastadoras. Su reputación sufrirá cuando sus colegas y sus vecinos noten cómo su viril cabellera se ha transformado en una de esas sedosas melenas de las modelos en los anuncios para ellas.

Los incrédulos deberían ver esta publicidad de Dove, producida por su filial en Brasil y la agencia Ogilvy & Mather. Diego, un oficinista de alguna empresa o institución brasileña, descubre que algo extraño sucede en su cabeza cuando un colega le pregunta sobre ese “efecto de comercial de champú para mujeres”. “Quizás es el champú que estás usando”, sugiere. Entonces, espantado al reconocer su error, corre por encima de los burós, se apresura en la calle, se agita hasta llegar a su casa y lavarse nuevamente, pero esta vez con Dove para hombres.

Como en muchas campañas de publicidad, Dove apuesta por el humor, la exageración y también por una crítica ligera, pero ineludible, a la sarta de videos casi idénticos sobre los efectos milagrosos de un champú equis sobre la cabellera femenina.

El anuncio ha levantado cierta polvareda en Brasil y más allá de sus fronteras. Algunos blogueros han criticado el clip por su presunto contenido sexista. Un velludo roquero del país sudamericano subió a Youtube un video de respuesta a Dove, en el que rechaza la idea de que los pelos largos sean contrarios a la hombría. Una comentarista del Daily Mail británico escribió: “No encuentro esto divertido en absoluto, sino insípido y sexista. Es otro ataque a los hombres con pelo largo, cuando sugieren que todos deberían llevar el cabello corto o lucirán femeninos, lo cual me parece aborrecible. No todos los hombres quieren lucir como simples clones.”

Sospechamos que buena parte de este revuelo se expresa también en clave de humor, porque a nadie se le ocurriría catalogar de femenil a un hombre por la extensión de su cabello, después de décadas de melenudos y viriles hippies, músicos de todas las tendencias, actores admirados, deportistas… ¿Qué define lo masculino? Seguramente no la marca de champú, perfume, desodorante o cualquier otro producto de belleza.

Y si luego de leer esta reseña algún lector decide no compartir más el champú con su pareja mujer, pasar por la tienda y comprar Dove para machos, varones, masculinos… la marca habrá cumplido su objetivo comercial, pero ese atribulado consumidor habrá hecho, nuevamente, el ridículo.