Las Brujas de la noche, las pilotos soviéticas que se convirtieron en la pesadilla de los nazis
Varias son las causas que se atribuyen a la fracasada operación de invadir la Unión Soviética por parte del ejército alemán durante la Segunda Guerra Mundial y entre ellas podemos encontrarnos el intenso y crudo frío del invierno ruso (cuya duración es de 5 meses –de noviembre a marzo-), la buena disposición táctica de las divisiones llegadas desde Siberia, la falta de abastecimiento o la poca paciencia por parte de Hitler (que destituyó a varios de sus mandos en plena Operación Barbarroja). Pero no podemos dejar de destacar a ‘las Brujas de la noche’, un grupo de pilotos soviéticas que consiguieron convertirse en una auténtica pesadilla para los soldados nazis.
El ejército soviético juntó en 1942 a las mejores y más expertas mujeres en la habilidad de pilotar aviones, creando explícitamente el ‘588º Regimiento de Bombardeo Nocturno’ y cuya misión (tal y como su nombre indica) sería volar, localizar y bombardear objetivos durante la noche.
Varias fueron las heroicas pilotos que a lo largo de los siguientes meses consiguieron obtener unos resultados excelentes, hasta tal punto en que llegaron a ser una obsesión para sus enemigos nazis, que padecieron los 23.672 ataques que realizaron.
Cabe destacar entre las pilotos a Nadezhda (Nadia) Popova, fallecida recientemente a la edad de 91 años y que se convirtió en una de las mujeres más condecoradas del ejército soviético. Acababa de cumplir los 18 años cuando estalló la IIGM y se presentó voluntaria a filas, destacando rápidamente como aviadora, algo que había aprendido por su cuenta cuando todavía era una adolescente, gracias a un aeródromo cercano a su casa.
Nadia recibió formación militar y con 21 años la incorporaron en el 588º Regimiento, siendo una de las más condecoradas al finalizar la guerra. Una de sus habilidades era localizar objetivos enemigos sin llevar a bordo ningún tipo de radar, teniendo en cuenta de que volaba durante la noche.
Realizó un total de 852 incursiones nocturnas a territorio enemigo y una de sus peculiaridades es que volaba sin paracaídas alguno en el avión, para que así fuese más ligero, pesase menos y fuese más veloz. Mismo motivo por el que las aviadoras del escuadrón no llevaban una ametralladora incorporada en los antiquísimos biplanos Polikarpov Po-2 construidos de madera con los que volaban, cuya velocidad era la mitad que cualquiera de los aviones del ejército alemán. Esto en lugar de ser una desventaja era todo lo contrario, ya que tenían mucha más facilidad para maniobrar y hacer un giro inesperado, siendo muy difícil darles caza.
Las misiones realizadas por las Brujas de la noche (mote que les había sido dado por los propios soldados nazis) estaban consideradas como auténticas operaciones suicidas. Solían realizarse en grupo partiendo primero dos biplanos cuya tarea era la de llamar la atención y ser enfocados por los reflectores, mientras un tercer avión era el que se encargaba de lanzar las bombas sobre el objetivo.
Otras de las destacadísimas componentes del regimiento de bombardeo nocturno soviético fueron Yevdokia Bershanskaya, Marina Raskova o Yevgeniya Rudneva, quienes ocuparon junto a Nadia destacadísimos cargos dentro del grupo y fueron premiadas con las más insignes e importantes condecoraciones militares.
Desgraciadamente Raskova y Rudneva fallecieron durante la guerra siendo todavía muy jóvenes (Marina a los 30 años de edad y Yevgeniya a los 23), pasando a formar parte de la leyenda nacional como auténticas heroínas de la Unión Soviética.
Fuente: Yahoo! España
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