La mentira que podría haber salvado a Kayla Mueller del Estado Islámico

Omar Alkhani y Kayla Mueller (Facebook).
Omar Alkhani y Kayla Mueller (Facebook).

Los intentos por conseguir salvarse los dos finalmente fueron infructuosos y Kayla Mueller, la cooperante estadounidense retenida por Estado Islámico en Siria, terminó muriendo. Atrás quedaba una preciosa historia de amor en la que su novio, el sirio Omar Alkhani, intentó hasta el último momento liberarla y cómo la mujer decidió sacrificarse creyendo que de esta manera le protegía. Decir la verdad ante el grupo supuso su perdición, según cuenta Yahoo US.

Ambos se habían conocido varios años antes en El Cairo, cuando la joven de 26 años estuvo en un viaje turístico. Mantuvieron el contacto por Internet, empezaron a viajar juntos y formalizaron su relación.

Pero todo cambió en el año 2013 cuando estaban los dos en Alepo, uno de los lugares en los que la guerra civil siria ha actuado con más dureza. Omar había sido contratado para arreglar la conexión a Internet y pese a que no quería que Kayla viajase con él, terminó cediendo.

Mueller, cada vez más implicada en el conflicto, quería ver de primera mano el sufrimiento de la gente y ayudar en todo lo posible a las víctimas; quizás no valoró lo suficiente los riesgos que suponía como estadounidense viajar a un lugar en el que el Estado Islámico cada vez es más fuerte.

“Discutimos sobre ello. Al final me di cuenta que si no iba conmigo iría con otra persona”, argumenta el hombre.

Allí todo se torció. Cuando viajaban en taxi hacia la estación de autobuses fueron secuestrados a punta de pistola por el grupo. Tras 20 días en los que fue interrogado y golpeado, Omar fue puesto en libertad, pero Kayla no tuvo la misma suerte y quedó prisionera, aunque su novio no se rindió. Decidió dejar atrás la seguridad en Turquía, país al que había ido tras su liberación, y volver a Siria para intentar rescatar a Mueller a finales de 2013.

Manifestantes palestinos sujetan retratos de Kayla (AP)
Manifestantes palestinos sujetan retratos de Kayla (AP)

Tenía un plan y era decirle a Estado Islámico que Kayla era su esposa, convencido de que la liberarían cuando comprobasen que era la mujer de un sirio, pero desgraciadamente la mujer no confirmó estas palabras.

Cuando los militantes del IS le preguntaron que si estaban casados, asegurándola que no le pasaría nada malo a Omar si decía la verdad, ella respondió que no y que solo eran novios. Lo más probable es que la estadounidense pensase que de esta manera iba a conseguir salvar a Omar, sin ser consciente de que solo por el hecho de ser sirio ya le habían puesto en libertad una vez.

“Siendo americana no la iban a dejar irse de todos modos. No tenía sentido que nos quedásemos los dos. Quizás ella simplemente quiso salvarme o quizás ella no sabía que yo había vuelto para salvarla”, confesó Alkhani.

El efecto a su respuesta fue inmediato. Kayla se tuvo que quedar y Omar fue puesto en libertad por segunda vez. En todo caso es difícil saber en qué pensó la mujer exactamente, lo más probable es que considerase que su destino estaba sellado y que tenía la oportunidad de salvar a Alkhani, por lo que actuó de corazón, usando simplemente la sinceridad.

Omar mantuvo la esperanza durante los 18 meses de cautiverio de su novia con la esperanza de que Estado Islámico la liberaría cuando se diese cuenta de que había viajado a Siria solo para ayudar, pero fue en vano.

Hace unos días llegó la noticia de que la joven había fallecido en los bombardeos de la Fuerza Aérea jordana. Desgraciadamente, pese a los esfuerzos de la pareja por evitarlo, los caminos de Omar y de Kayla se separaron para siempre.

 

VIDEO RELACIONADO: