La hilarante y absurda República de Molossia

A lo largo y ancho de nuestro planeta existen hasta una sesentena de micronaciones repartidas por todos los rincones. Lugares que, de la noche a la mañana, alguien decidió que ya no pertenecía al Estado en el que se encontraba creando su propio país.

No hace demasiadas semanas les hablaba en Cuaderno de Historias del curioso caso del granjero australiano que en 1969 se autoproclamó príncipe y fundó su propia micronación.

El relato de esta ocasión (además de curioso y absurdo) es una historia de lo más hilarante, ya que, de no ser porque se trata de un caso real, podría tomarse por una de las típicas bromas que se realizan en el April Fool's Day.

En 1977 dos adolescentes de catorce años llamados Kevin Baugh y James Spielman crearon, dentro de sus juegos dejuventud, un país imaginario y del que se autoproclamaron Primer Ministro Kevin y Rey James I. El error de los muchachos es que lo bautizaron como Gran República de Vuldstein, sin tener en cuenta que el cargo de monarca era incompatible con el régimen de dicha nación (república), pero evidentemente no dejaba de ser un juego de chiquillos que se desarrollaba en sus horas de esparcimiento en el patio trasero de sus casas en Portland (Oregon).

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Pero pronto cambiaron las cosas, al tener que irse a vivir a otra población James y dejando solo en ese país imaginario a su compañero Kevin, quien prefirió seguir con el pequeño Estado que había montado junto a su amigo y del que llegaron a realizar (con lápiz y papel) todo lo necesario para funcionar como nación: billetes, el diseño de una bandera y escudo, el mapa del lugar, los permisos de residencia…

A pesar de ir creciendo, Kevin Baugh mantuvo vivo el espíritu de Vudstein, autoproclamándose Presidente de la República y aunque era una actividad que realizaba en solitario fue cada vez a más con ella, redactando sus propias leyes y constitución.

Entre los delirios del veinteañero Kevin, en 1983 le declaró oficialmente la guerra a la República Democrática Alemana y aunque ésta, como tal, dejó de existir en 1990, dicha declaración sigue firme treinta años después.

A finales de la década de los 90 (concretamente el 3 de septiembre de 1999), la Gran República de Vuldstein dio un cambio radical, cambiando de ubicación y nombre y se transformó en la República de Molossia.

El motivo del cambio fue el traslado de Kevin Baugh a Dayton (Nevada) tras contraer matrimonio. A pesar de su nueva condición como hombre casado, continuaba con su fijación por presidir su propia micronación (llegó a realizar una petición para que se le reconociese como tal a través de la web de la Casablanca). Molossia tenía más terrenos que la antigua Vuldstein constando de una casa, el patio delantero y trasero y dos parcelas ubicadas en Pensilvania y California.

Hoy en día Kevin tiene cincuenta años de edad y continua con su fijación por liderar su propio país, paseándose por sus terrenos vestido de uniforme, grabando absurdos vídeos con discursos e incluso sigue estando en píe la declaración de guerra que hizo a Alemania del Este, quedando constancia de ello en un contador instalado en la página web http://www.molossia.org que es gestionada por él mismo.

Aunque la que realizó contra la Alemania comunista no es el único conflicto bélico en el que se ha visto involucrado Molossia, debido a que, como si de un juego de rol se tratase, otros peculiares personajes se han presentado hasta allí a lo largo de estas décadas y han intentado invadirla.

Algo de lo que se tiene constancia gracias a las fotografías y vídeos que va subiendo a la web el propio Kevin.

A pesar de lo absurdo del tema, existe un reducido número de personas que se han declarado auténticos fans de Molossia y de su presidente, recibiendo aquel lugar a una veintena de turistas cada años que pasan por allí paraa satisfacer su curiosidad y mostrar su apoyo al incomprendido Kevin Baugh.

Como datos anecdóticos, cabe destacar que Molossia fue uno de los primeros en reconocer a la República de Kosovo tras declarar su independencia en 2008. Dispone de una caseta que hace las funciones de servicio postal de Correos y a la vez de aduana, solicitándole a todo aquel que quiere acceder dentro de la propiedad de Baugh el pasaporte (e incluso llega a sellarlo).

También llegó a crear una moneda propia, realizada con fichas del casino en las que ha puesto su efigie e incluso en algunas se puede ver la figura de Joshua A. Norton, el hombre que se autoproclamó emperador de los Estados Unidos y del que ya os hable en un post tiempo atrás.

Fuente: Yahoo! España
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