La foto del monstruo del Lago Ness que engañó a medio planeta
En 1934 centenares de periódicos de medio mundo se hacían eco en sus portadas de la fotografía tomada el 19 de abril de ese mismo año por el cirujano Robert Kenneth Wilson y en la que se podía contemplar por primera vez, y con cierta claridad, la silueta de un milenario monstruo que habitaba en las profundidades del Lago Ness (Escocia).
Pero las noticias sobre la existencia del monstruo no eran nuevas. Las primeras referencias de él se remontan a 15 siglos atrás y las encontramos en un documento llamado Vita Columbae. En él se relata cómo, en el año 565, el irlandés Columba de Lona se topó en su viaje por Escocia con un grupo de lugareños que estaban enterrando a un hombre al que había matado un monstruo que residía en el río Ness, que desembocaba en el lago del mismo nombre.
Desde entonces, múltiples han sido aquellos que se han proclamado como testigos directos del avistamiento del monstruo, describiendo de diferentes maneras y tamaños.
Pero la época dorada en la que un buen número de personas aseguraron haberlo visto fue durante la década de los años 30 del pasado siglo.
Fue entonces cuando un grupo de personas organizaron todo un perfecto entramado para engañar al Daily Mail, haciendo creer a los responsables del diario que habían podido avistar al monstruo y tomado una impresionante fotografía.
En la imagen se podía observar con bastante claridad la silueta del monstruo que habitaba en las profundidades del Lago Ness. Hasta aquel momento nadie había podido demostrar la existencia del mismo y la publicación garantizaba anotarse un buen tanto.
Todo fue tramado por Maurice Chambers a petición de Marmaduke Wetherell, que había sido contratado tiempo atrás por el diario. Su relación con la publicación acabó mal y entonces comenzó a perpetrar su venganza.
Wetherell quería vengarse del Daily Mail y con la ayuda de Chambers y del Dr. Wilson consiguió burlarse del diario, con un engaño que duró 60 años. En 1994 el yerno de Marmaduke Wetherell decidió contar cómo su suegro, en el lecho de muerte, le había explicado el entramado del engaño que seis décadas atrás había llevado a cabo.
En realidad la silueta del monstruo, que sobresalía del lago en la fotografía, era una escultura hecha de arcilla y colocada sobre un submarino de juguete que se sumergió en el Lago Ness, después solo hubo que realizar la foto y, para dar más credibilidad al asunto, decir que había sido tomada por el cirujano inglés Robert Kenneth Wilson.
Aunque en 1975 ya hubo quien aseguró que la fotografía era falsa se continuó considerando como la primera prueba fehaciente de la existencia del monstruo del Lago Ness, un fenómeno que atrae a cientos de miles de curiosos y turistas cada año hasta el lugar, aportando una importante inyección de beneficios a la región.