Asocian experiencias estresantes con riesgo de sufrir caídas en los adultos mayores

NUEVA YORK (Reuters Health) - En un nuevo estudio, los hombres mayores de 65 años que vivían una situación estresante eran más propensos que aquellos sin esas experiencias a sufrir una caída durante el año siguiente. Y la acumulación de esas experiencias elevaba aún más ese riesgo. Sin embargo, al tener en cuenta otros factores, las experiencias estresantes no reforzaban la posibilidad de romperse un hueso. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por su sigla en inglés) estiman que uno de cada tres mayores de 65 años sufren caídas anualmente. Investigaciones previas habían asociado el riesgo de caídas y la actividad física, los medicamentos, los síntomas de depresión y enfermedades como el Parkinson o la diabetes. El nuevo estudio, realizado sólo con hombres, tuvo en cuenta esos y otros factores, como así también la fortaleza de las redes sociales de los participantes y su participación en distintas actividades. "Pensé que la fragilidad o el uso de medicamentos, por ejemplo, explicaría ese aumento del riesgo", dijo el autor principal, doctor Howard Fink, internista del Centro Médico de Asuntos del Veterano en Minneapolis. En cambio, el equipo identificó una clara relación entre el estrés y el riesgo de sufrir una caída. Esto significa que "las experiencias estresantes tendrían consecuencias directas en la salud de quien las padece", indicó Fink. La falta de apoyo y conexiones sociales agravó todo: a menor cantidad de redes y participación social, mayor riesgo de tener una caída. El autor opinó que este hallazgo secundario exige más investigación. Con su equipo, Fink reunió información de 4.981 hombres que participaban en un estudio nacional diseñado para evaluar las fracturas osteoporóticas. Casi todos vivían en la comunidad. Entre el 2005 y el 2006, respondieron si habían tenido experiencias estresantes el año anterior. Luego, los controlaron durante un año. Esas experiencias incluían la muerte de una esposa, pareja, hijo, amigo o mascota, la separación de un familiar, una mudanza, problemas económicos, accidentes o enfermedades graves y la imposibilidad de seguir dedicándose a un pasatiempo. Seis de cada 10 hombres habían tenido por lo menos una de esas experiencias el año anterior. Esa situación elevaba un 33 por ciento el riesgo de sufrir una caída. Los hombres que habían vivido varias situaciones estresantes eran un 68 por ciento más propensos a caerse que aquellos con una sola de esas experiencias. El 30 por ciento de los hombres con una sola experiencia estresante tuvo una caída durante el período de control, comparado con el 40 por ciento de aquellos que habían padecido tres o más de esas experiencias, según publica el equipo en la revista Age and Ageing. Los autores no contaron con información clínica, como el análisis de sangre, que podría haber revelado el efecto físico del estrés. Pero escriben que las reacciones emocionales ante esas experiencias, como la falta de sueño, la distracción y la imposibilidad de autocuidarse, también podrían aumentar la vulnerabilidad a las caídas. "Una situación estresante pone en riesgo la salud a través de un estado de debilidad física generalizada que causan los procesos inflamatorios o la falta de sueño", explicó Ivan Bautmans, director del Departamento de Gerontología de la Universidad de Vrije, en Bruselas, Bélgica, que no participó del estudio. Bautmans destacó también la importancia de la relación entre las caídas y la pérdida de independencia de los adultos mayores. "Con el envejecimiento, el objetivo principal de un geriatra es ayudar a conservar la independencia", señaló. FUENTE: Age and Ageing, online 3 de septiembre del 2013