Sobre Zelenski y la guerra: las campañas de desinformación transfronterizas que circulan desde Georgia a Argentina

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Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania, es el protagonista de decenas de contenidos con desinformación que utilizan su nombre y el de personas cercanas para decir que están despilfarrando el dinero que reciben de Occidente con el fin de hacer frente a la invasión rusa iniciada en febrero de 2022, en bienes mayoritariamente de lujo: como mansiones, es o yates, para su propio beneficio.

Los mismos bulos, con esta misma narrativa, se repiten en áreas geográficas totalmente diferentes desde Europa del Este hasta América Latina, pasando por España, y se adaptan a distintos idiomas y formatos. En varios de ellos, además, hay evidencias de que son impulsados por Rusia, al estar relacionados con las plataformas donde frecuentemente difunden sus contenidos, como medios estatales o embajadas en diferentes países. 

  • Esta investigación es la primera entrega de un proyecto en el que participan StopFake (Ucrania), Delfi (Lituania), Media Development Foundation (Georgia), Chequeado (Argentina), La Silla Vacía (Colombia), Animal Político (México) y EsPaja (Venezuela), liderada por Maldita.es (España). Mediante la creación de una herramienta tecnológica pionera para el estudio de la FIMI y las campañas de desinformación transfronterizas, el sistema centraliza y funciona como repositorio de los contenidos desinformativos detectados en estos países. El uso de metodología común nos permite identificar las campañas de desinformación transfronterizas, así como las narrativas que se mueven simultáneamente en Europa y América Latina.

Uno de los bulos identificados por esta investigación y que refuerza esta narrativa, lo puso en circulación una página web nigeriana que un estudio de la Universidad de Clemson señala como un instrumento para impulsar la desinformación generada por Rusia. Ese estudio describe un patrón habitual en las campañas de desinformación rusas: una web aparentemente periodística publica un artículo desinformativo contra Zelenski, su esposa o Ucrania, varias cuentas de distintas redes sociales, algunas con escasos seguidores o recientemente creadas, se hacen eco del artículo citando esa web como fuente y el bulo gana así viralidad. Cuando pretenden darle más difusión, lo mencionan canales como RT (cadena internacional de noticias financiada por el Estado ruso, suspendida en Europa, junto con otros canales rusos por la Comisión Europea tras el inicio de la guerra) o la cuenta oficial de alguna embajada rusa y así consigue una difusión más amplia y la dota de credibilidad entre un sector del público. 

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Esto es lo que el Servicio Europeo de Acción Exterior (EEAS por sus siglas en inglés), llama FIMI (Manipulación e Interferencia de Información Extranjera), definida como “ actores extranjeros que participan en actos intencionales, intentos estratégicos y coordinados para manipular hechos, confundir, sembrar división, miedo y odio”. A nivel internacional, según el organismo europeo, uno de los objetivos de la FIMI es socavar el apoyo a Ucrania, sembrando dudas sobre quién es el agresor y explotando temas sensibles para la Unión Europea como la migración y refugiados, el encarecimiento del coste de la vida y el gas, entre otros.

El caso de Zelenski y el despilfarro de los recursos de Occidente muestra, con evidencia, cómo las embajadas de Rusia en diferentes países usan las cuentas de redes sociales, como X (antes Twitter) para amplificar contenidos desinformativos difundidos anteriormente por páginas web a las que llaman “medios de comunicación” que publican la desinformación en inglés o en francés y así llegar a públicos internacionales.  

Los contenidos identificados a través del sistema centralizado no siempre se difunden en simultáneo en todos los países. La herramienta compartida nos ha permitido identificar que en algunas ocasiones el contenido se viraliza primero en Ucrania y en los países más próximos a este como Georgia o Lituania, y posteriormente se hace viral en países de habla hispana como España o México. También hemos identificado que hay ciertos contenidos relativos a la guerra, como el de la imagen falsa tomada en Tayikistán en 2017 que se hizo viral casi al mismo tiempo en Ucrania y países de América Latina como Argentina.

De un casino en Chipre a una mansión en Reino Unido: la ruta de los bulos sobre los gastos de Zelenski 

El 5 de junio Myth Detector, en Georgia, identificó y verificó una desinformación que acusaba al presidente de Ucrania de gastarse el dinero de Occidente en bienes de lujo. El bulo afirmaba que Volodímir Zelenski había comprado el hotel Vuni Palace, un hotel-casino en Kyrenia, Chipre. Kyrenia es una ciudad ubicada en la costa norte de Chipre. Esta región forma parte de un área ocupada por Turquía desde 1974, en la que se declaró de forma unilateral en 1983 la República Turca del Norte de Chipre (TRNC), únicamente reconocida por Turquía.

El vídeo en el que se hablaba de la supuesta compra del casino por parte del presidente ucraniano lo difundió odatv.com, un portal de Turquía, el 1 de junio de 2024, indicando que Zelenski había adquirido el hotel-casino a través de la sociedad Film Heritage Inc. Según publicó The Guardian en 2021, el nombre de Zelenski apareció en los Pandora Papers por tener la sociedad “Film Heritage”, registrada en Belice y cuyas acciones habría traspasado a una persona cercana unas semanas antes de ocupar el cargo de Presidente de Ucrania.

Pero este contenido no aporta pruebas. Además, el hotel ha negado la venta mediante un comunicado en el que afirman que “no existe transmisión de acciones ni transmisión de negocios bajo ninguna circunstancia”. Por su parte, odatv.com retiró el contenido.  La Embajada de Ucrania en Chipre también desmintió la compra de tal propiedad por parte del presidente ucraniano.

Los verificadores Teyit, de Turquía, miembros de la red europea de verificadores (EFCSN) ya han desmentido otros contenidos publicados por ese mismo portal de Turquía en otras ocasiones, como que no comer carne no detendrá la crisis climática y otras desinformaciones publicadas por su fundador Soner Yalçın en su libro Black Book

Según indica Snopes, el bulo fue amplificado por una cuenta en X (anteriormente Twitter), Aussie Cossack, que se describe a sí misma como un “agente extranjero registrado para Sputnik News”, una agencia de medios rusa controlada por el estado. Para dar credibilidad al bulo, en el vídeo que se comparte y que lleva el logo de odatv, se suplanta la identidad del hotel con una web que utiliza imágenes de la página oficial de Vuni Palace y fue creada a finales de mayo de 2024. Esta desinformación, que también circuló en Grecia, fue difundida en redes sociales por políticos del país como el europarlamentario del grupo de los Conservadores y Reformistas europeos, Emmanouil Fragkos, según publicaron los verificadores Greece Fact Check.

El bulo en cuestión es un ejemplo de campaña de desinformación transfronteriza: ha sido identificado mediante nuestro sistema centralizado en Ucrania, pasando por Georgia, España, Lituania y México.

Esta no es la única de las desinformaciones que conforman la narrativa de que Zelenski se está gastando el dinero que recibe de Occidente desde el inicio de la invasión rusa. En diciembre de 2023 la unidad de verificación de la cadena británica BBC (BBC Verify) explicaba cómo otra desinformación que acusaba al presidente ucraniano de haber comprado un yate. Este tema fue objeto de discusión de los miembros del Congreso de los Estados Unidos mientras tomaban “decisiones cruciales sobre el gasto militar”.

En abril de este año, Delfi, en Lituania, también desmintió que la madre del presidente de Ucrania se hubiese comprado una villa en Egipto por un valor de cinco millones de euros y que hubiesen matado al reportero que “destapó el escándalo”. En enero, Myth Detector, de Georgia,  desmintió  las desinformaciones que apuntaban a que Zelenski había comprado una villa cerca de Berlín por ocho millones de euros que anteriormente pertenecía al ministro de Propaganda nazi de Alemania, Joseph Goebbels. Factchequeado, el verificador dirigido a hispanohablantes en Estados Unidos, también desmintió que el presidente ucraniano se hubiese comprado una casa en Florida o hubiese recibido la ciudadanía estadounidense

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En el mismo mes también circuló el bulo de que Zelenski se había comprado una mansión perteneciente al rey Carlos III en Gloucester, al suroeste de Inglaterra, por 20 millones de libras. Según este contenido, difundido por la Embajada de Rusia en Sudáfrica, la supuesta compra es algo de lo que se habían hecho eco “medios británicos”, y cita a “The London Crier”, un sitio web que fue creado el 26 de marzo de este año, apenas 6 días antes de que la Embajada de Sudáfrica lo mencionase como principal fuente de información de la supuesta compra y le atribuyese la categoría de “medio” de comunicación. Lo publicó el 5 de abril de 2024 y se difundió en otros idiomas y países como Grecia, España o Irlanda, lo que indica que una publicación de una desinformación en un canal oficial puede ayudar a su viralización. Antes que la embajada ya le habían dado difusión perfiles en redes sociales con un alto número de seguidores, como Maria Dubovikova.

El Ministerio de Relaciones Exteriores y la Mancomunidad de Naciones del Reino Unido respondió a Maldita.es que “Highgrove continúa siendo propiedad del Ducado de Cornualles, y por tanto sirve a las actividades públicas, de caridad y privadas del príncipe de Gales y su familia” y añadió que no iban a contestar “cada una de las teorías conspirativas sin fundamento de Rusia” y que “son un sinsentido”.

Según el verificador Snopes, el contenido difundido por “The London Crier” cita un vídeo de un supuesto agente inmobiliario cuyo canal de YouTube también fue creado apenas unas semanas antes, en febrero de 2024.

“The London Crier”, página que actualmente está inactiva, tiene características similares a una serie de cabeceras de supuestos periódicos que aparecieron en Estados Unidos hace unos meses (D.C. Weekly, the New York News Daily, the Chicago Chronicle…) y que intentaban hacer creer a la población de que son medios locales históricos, para así darle credibilidad “y difundir propaganda rusa”, explicaba The New York Times.