El youtuber francés que gana 15.000 euros al mes: Inoxtag destaca por sus proyectos especiales

De París a Niza, pasando por la pequeña ciudad de Thionville, en el este de Francia, se reproducen las mismas escenas de júbilo. Miles de personas sobreexcitadas, adolescentes y familias enteras, esperan durante horas con una única esperanza. Aguardan con paciencia a obtener una dedicatoria o un autógrafo de su ídolo, Inoxtag.

El primer volumen de 'Instinct', el último proyecto de la superestrella de YouTube, bate récords. Se han vendido 150.000 ejemplares en apenas 15 días, más que la obra vencedora del Premio Goncourt o la biografía del político de extrema derecha, Jordan Bardella.

Inès se convierte en Inoxtag

Para explicar semejante éxito, hay que retroceder en el tiempo. Inoxtag, cuyo nombre real es Inès Benazzouz, nació en 2002 en Levallois-Perret, cerca de París. A los 11 años, recién salido de la escuela secundaria, siendo apenas un adolescente, ya se grababa a sí mismo jugando al videojuego 'Minecraft' en su ordenador y retransmitía sus vídeos en directo en YouTube. Inès se convirtió en Inox el streamer (realizador de transmisiones en vivo).

Varios años y cientos de vídeos más tarde, el antaño adolescente creó su propio equipo de eSports (Team Croûton), firmó un contrato con uno de los líderes mundiales del entretenimiento en línea (Webedia), antes incluso de aprobar el bachillerato, y hoy cuenta ya con cerca de 9 millones de suscriptores en su canal de YouTube.

Según Soraya Khireddine, experta de WOO-Groupe Olyn, agencia especializada en influencia y contenidos digitales, este éxito se basa en una hábil mezcla de autenticidad, audacia y narración:* "Ha sabido construir una relación íntima con su comunidad siendo fiel a sí mismo e interactuando regularmente con sus suscriptores. Esta cercanía refuerza el apego de su audiencia, una palanca clave en la mercadotecnia en el mundo de los influencers".

"Su contenido ecléctico y cautivador abarca desde el juego hasta proyectos espectaculares", añade a 'Euronews Culture'.

Dimensión cambiante

Los proyectos y desafíos espectaculares se han convertido incluso en su seña de identidad, como por ejemplo: nadar con tiburones, sobrevivir siete días en una isla desierta o completar el recorrido de la París-Roubaix en bicicleta. Inoxtag innova y ya no se contenta con los videojuegos.

Blogs, documentales, canciones... El artista diversifica su obra, y amplía su audiencia explorando nuevas plataformas como Instagram, X y Twitch. Es una apuesta ganadora: "lo que hace es más original que lo que crean los demás. Por ejemplo, me gusta ver sus vídeos sobre viajes", explica Darius, joven seguidor de Inoxtag, de 10 años.

Es una receta que le ha permitido destacar entre la multitud y sobrevivir en el ultracompetitivo sector de los creadores de contenidos. Inoxtag tiene 20 millones de suscriptores en las redes sociales. Así, con el éxito ha llegado el dinero, gana una media de 15.000 euros al mes gracias a YouTube, sin contar sus patrocinadores y colaboraciones. Una suma suficiente para soñar con algo aún más grande.

'Kaizen': Inoxtag en la cima de su juego

En 2023, Mathis Dumas, guía de montaña en Chamonix, recibió una llamada de Inoxtag. Al principio, "desconfiamos un poco el uno del otro", cuenta Mathis a 'Euronews'. Eran mundos aparte. Tras varios intercambios, convencido de que el youtuber no buscaba "crear expectación", el alpinista aceptó el reto. Le enseñó a asegurarse, a conocer los entresijos de la escalada y a escuchar a la montaña. Un año de intensa preparación, hasta el gran reto: conquistar el Everest.

El resto es historia, incluso para quienes nunca habían oído hablar de Inoxtag. En apenas 24 horas, el documental acumuló 11 millones de visitas, un récord excepcional según fuentes de YouTube. "Este tipo de desafío traspasa los límites del entretenimiento tradicional para convertirse en un acontecimiento unificador", explica Soraya Khireddine. Se vendieron 340.000 entradas, 40.000 de ellas en el extranjero para el preestreno en cines, antes de su emisión gratuita en línea.

"No esperábamos una respuesta de esa envergadura", admite Mathis. "La cobertura mediática fue una locura", añade. Mucha gente ve en el documental una ilustración de la necesidad de superarse a uno mismo, un tema muy querido para el youtuber. "El segundo mensaje es desconectar de las pantallas y las redes sociales, y salir a explorar la naturaleza. Aunque sepamos que es ambivalente, porque estamos haciendo un documental para YouTube", admite el oriundo de Chamonix.

Es la paradoja de 'Kaizen': al hacer que otros quieran seguirle, se arriesga a contribuir a los problemas que se toma la molestia de denunciar, como la contaminación medioambiental de las montañas. "Al fin y al cabo, la crítica nos ayuda a cuestionarnos y a avanzar", afirma el ciudadano saboyano. "Comparado con los Alpes, no hay realmente un turismo de masas. Una temporada en el Everest es como un solo día en el Mont Blanc", concluye.

Dos meses después de su estreno, el documental ha acumulado 40 millones de visitas y más de 140.000 comentarios, mientras que Inoxtag ha ganado más de 400.000 suscriptores, y mucho dinero.

De realizador de transmisiones en directo a líder de opinión

'Kaizen' acabó transformando su condición de realizador de transmisiones en directo en la de influencer para las nuevas generaciones. Para Julian, fan de 17 años desde el principio, "Inox es más inteligente que otros youtubers, hace pensar a la gente. Hacer más deporte, estar menos pendiente del móvil, pasar más tiempo con la familia... además de creer en tus sueños".

Una filosofía que ha convencido incluso a su madre, Véronique: "No es de mi generación, y al principio tenía muchos prejuicios. Piensas que estos jóvenes no tienen nada inteligente que decir, pero cuando te interesas, te das cuenta de que hay muchos vídeos relevantes".

Inoxtag no duda en expresar sus opiniones sobre temas sociales, medioambientales y culturales, lo que le confiere "un papel crucial en la educación y sensibilización de los jóvenes", afirma Soraya Khireddine.

Las marcas no se equivocan. El joven youtuber de 22 años representa para ellas una oportunidad de oro para captar nuevos clientes e impulsar su visibilidad. "Todo despegó en 10 minutos en internet. Fue una locura. En las tiendas, algunos clientes se llevaron numerosas prendas", cuenta atónita Salimata, dependienta de una marca de ropa que ha creado una colección con Inoxtag, inspirada en su obra del género manga: 'Instinct'. Una prueba más, si es que hacía falta, de la gran influencia de la estrella.

Aunque aún se desconoce cuál será su próximo proyecto, Inès Benazzouz ya se ha fijado su objetivo final: ser recordado cuando abandone el mundo digital. En sus propias palabras, "más vale soñar con lo imposible".