De Nueva York a Washington cambia el escenario, pero continúa la misma agonía de los Marlins en el camino

De Nueva York a Washington la fortuna de Miami no cambió mucho. Si el jueves los Mets los dejaron tendidos en el terreno, el viernes en la noche los Nacionales los vapulearon de mala manera para acentuar el signo negativo por el este del país.

Shaun Anderson no las tuvo todas consigo en su primera apertura con los Marlins desde que fuera adquirido en mayo de Texas y el equipo cayó 8-1 ante los capitalinos que se apoyaron en una tercera entrada de siete carreras para llevarse el primer juego de una serie de tres.

Anderson, quien fue llamado del Triple-A Jacksonville, permitió siete hits consecutivos, pero sobre todo un cuadrangular de Lane Thomas que se llevó la cerca por el jardín izquierdo y decretó la suerte de unos peces que no pudieron levantar cabeza en todo el encuentro.

El recién llegado solo pudo sumar dos entradas de faena antes de darle paso a un desfile de relevistas que hicieron una buena labor, pero ya con los estragos de ese tercer capítulo de los de casa.

Lo deprimente de estos Marlins es que perder se ha convertido en algo que se espera y no por gusto presentan la peor marca de la Liga Nacional (23-46), además de haber perdido tres partidos seguidos y nueve de sus últimos 11, sin esperanzas ya de recuperación alguna.

Del otro lado, el zurdo MacKenzie Gore ponchó a 10 en siete entradas y reafirmó una tendencia muy preocupante para el conjunto del manager Skip Schumaker, que exhibe foja de 3-21 cuando se enfrenta a un lanzdor del brazo equivocado.

Como si fuera poco, Washington posee un innegable grado de paternidad sobre Miami al haber ganado los cinco partidos efectuados entre ambos conjuntos en lo que va de temporada y se encuentran inmersos en un buen momento al ganar seis de sus útlimos siete desafíos.

La ofensiva de los Marlins, anémica una vez más, solo vivió un momento de interés en el segundo episodio, cuando el receptor Nick Fortes remolcó la única de su equipo con un sencillo.