Los Yankees no lo veían claro, pero ahora aclaman al cubano Néstor Cortés y su gran tarde en el Bronx

Decir que los Yankees soñaron este momento para Néstor Cortés sería mentir. Afirmar que Cortés se imaginó impulsando a los Bombarderos del Bronx en una postemporada es una verdad como un templo. Una vez más, el cubano demostró que la magia puede obrar de maneras misteriosas.

“Nasty’’ Néstor escribió el mejor capítulo de su extraña trayectoria con los Mulos de Manhattan al guiarlos el martes en la noche a una victoria 5-1 que los deposita en la Serie de Campeonato de la Liga Americana para un enfrentamiento de altísimo nivel contra los Astros de Houston.

“Lo de Néstor es cosa de leyenda”, expresó Boone luego del partido. “Sabía que físicamente estaba en buenas condiciones. Si hubiéramos tenido que jugar anoche, seguramente iba a tener tener un rol importante para nosotros”.

Yordan Álvarez por un lado y Aaron Judge por otro, pero eso será material para este miércoles porque esta jornada perteneció al muchacho de Surgidero de Batabanó, quien apoyado por cuadrangulares del propio Juez y Giancarlo Stanton puso a vibrar a toda Nueva York.

¿Cuánto tuvo que esforzarse Cortés para que los Yankees repararan en él, que no poseía ni el mejor de los biotipos ni la más potente de las rectas, sino la consistencia callada y la serena disciplina del que cumple con su faena sin estridencias, porque no se espera mucho de alguien elegido en una ronda 36 del Draft?

Sus números en las Menores eran más que buenos, pero los Mulos le dejaron desprotegido en la Regla 5ta y los Orioles se lo llevaron. Luego regresó a las Menores de Nueva York solo para ser canjeado a los Marineros de Seattle y, tras ser dejado en libertad, volver a firmar con el club de La Gran Manzana.

Recuerdo una conversación con Orlando “El Duque’’ Hernández donde el legendario lanzador cubano recordaba cuántas veces conversó con coaches de pitcheo de la organización del Bronx recomendando que promovieran a Cortés, a quien consideraba listo para la gran carpa.

Esta parece ser una historia de amor de una sola vía, pero Cortés, convertido en un favorito de la afición por su manera de lanzar y su bigote sacado de otra era, le ha dado mucho más a los Yankees como una temporada 2022 para la historia, al punto de convertirse en el lanzador más confiable.

Cuando finalizó el cuarto juego contra Cleveland, Cortés manifestó su deseo de lanzar aunque fuera de relevo en al partido final con dos días de descanso, pero la lluvia que obligó a posponer el choque para este miércoles le ofreció una jornada extra de preparación.

Nasty Néstor, quien en el segundo juego lanzó pelota de cinco entradas y dos carreras, ahora trabajó igual cantidad de capítulos con una sola limpia a su cuenta, mientras Stanton le daba tranquilidad en el primero con un bambinazo que remolcó a dos hombres en circulación.

Giancarlo Stanton (izq.) celebra Aaron Judge tras batear un jonrón de tres carreras en el primer inning ante los Guardianes de Cleveland, en el quinto juego de la Serie Divisional celebrado el 18 de octubre de 2022 en Nueva York.
Giancarlo Stanton (izq.) celebra Aaron Judge tras batear un jonrón de tres carreras en el primer inning ante los Guardianes de Cleveland, en el quinto juego de la Serie Divisional celebrado el 18 de octubre de 2022 en Nueva York.

Judge sacaba otra bola del parque en el segundo y Anthony Rizzo impulsaba la quinta de los Yankees en el quinto capítulo antes de que Cortés le diera paso al relevo que terminó por asegurar la victoria ante unos Guardianes que complicaron mucho a los campeones del Este en la Americana.

Cortés llegó a los Yankees en una voltereta de la fortuna, pues llegó a los Estados Unidos cuando apenas tenía siete años porque su padre ganó la lotería de visas en Cuba que permitió emigrar a la familia y establecerse en Hialeah.

La lotería, en realidad, se la sacaron los Yankees con el Nasty.