Yana Statna, una voluntaria que ayuda a los civiles que resisten en Bajmut

Leópolis (Ucrania), 14 mar (EFE).- Yana Statna desafía al peligro mientras entrega ayuda y evacúa civiles de la región de Donetsk, donde es testigo de la creciente destrucción causada por la ofensiva rusa en Bajmut y admira la resiliencia de los soldados ucranianos y de los residentes que quedan.

"A menudo se dice que Bajmut es nuestra fortaleza. Pero la ciudad en sí misma se está convirtiendo en ruinas.Nuestra gente es la auténtica 'fortaleza' y la que entrará en nuestros libros de historia" dice a EFE Yana, que prepara otro viaje a la zona mientras compagina su trabajo de voluntaria con el trabajo y los estudios.

Esta voluntaria de 27 años de Chernivtsi ha estado haciendo unos mil kilómetros a Donetsk cada mes. Algunos vehículos están normalmente repletos de los bienes que más necesitan los habitantes locales y los soldados, reunidos por su equipo gracias a donativos.

"Enviamos coches, drones, botiquines de medicamentos tácticos para soldados. Para los civiles, agua, productos higiénicos y todo tipo de alimento que pueda almacenarse durante mucho tiempo y cocinarse fácilmente", explica Yana.

El avance de la destrucción de Bajmut de la que ha sido testigo es impresionante.

"Ya no hay un barrio seguro. Los rusos disparan contra edificios civiles e infraestructuras". Según Yana, los que quedan tienen su destino escrito pero algunas veces su equipo logra convencer a algunos para que dejen sus casas en el último minuto, antes de ser destruidas.

Los rusos dicen que están "liberando la ciudad", pero lo que están haciendo es "liberarla de la vida", dice a EFE la voluntaria.

No obstante, muchos en Bajmut y en otras ciudades en peligro, como Avdiivka, deciden quedarse. "La gente mayor se aferra a sus hogares y sus familias, niños incluidos, se convierten en rehenes de la situación pues no pueden abandonar a los seres queridos", explica Yana.

"Muchos dicen que solo se irán si también evacuamos a sus animales. Vacas, caballos, gatos. Sus amos saben que nadie les cuidará si se marchan", agrega.

Otros sencillamente es que no tienen dinero y hasta vuelven a sus ciudades porque no han podido hacerse una vida en otro sitio.

Cada viaje a Bajmut y otras ciudades asediadas en Donetsk tiene peligro y requiere una planificación precisa. Los ataques son constantes y a veces Yana tiene que esconderse en refugios oscuros y sin ventilación donde vive la gente.

"Allí la gente está literalmente negra por el polvo, pero siguen siendo acogedores. Nunca toman más de lo que necesitan, nos dan la bienvenida y nos invitan a compartir sus comidas", explica Yana, que dice que admira a los habitantes de esa región con tanto sufrimiento que ha estado en guerra en los últimos nueve años.

"Los soldados están también muy cansados. Meses de guerra están teniendo un coste psicológico. Pero todavía no me he encontrado con nadie que diga que nos tenemos que marchar de Bajmut. Todos dicen que Bajmut aguanta y aguantará".

A Yana le duele que mientras que los rusos dependen a menudo de prisioneros que mueren en grandes cantidades en esta guerra de conquista Ucrania por el contrario pierde "a la mejor gente", muchos de los cuales se presentaron como voluntarios para defender a su país.

"Muere tanta gente brillante. Podrían haber sido nuestros nuevos empresarios y líderes políticos", lamenta.

Cada noticia sobre el lento avance ruso en Bajmut le afecta mucho a Yana. "Conozco allí cada calle. No llegué a tiempo a algunos, con otros ya no tengo contacto y no sé si están vivos o muertos".

Lo que le anima a seguir es ayudar a la gente y su amor por esa región y dice que ya no se puede imaginar su vida sin el voluntariado.

"Donetsk fue, es y será Ucrania. Me duele pensar cuánta gente ha muerto o ha sufrido tortura por los rusos en las zonas ocupadas y a cuántos niños han convertido en zombis mediante la propaganda. Sé de montones de gente en la región que no pueden esperar a ver sus hogares liberados".

Yana dice que espera que muy pronto todos se puedan reunir en el estadio de Donetsk y presenciar un encuentro de fúbtol entre el Shajktar local y el Dínamo de Kiev.

(c) Agencia EFE